Insultos de Brizio es un caso aislado

Como un ser humano que ama la paz y la hermandad entre los pueblos, nunca había llegado a entender qué situación puede provocar que dos naciones se odien tanto como para provocar un conflicto armado, en la que mueran seres humanos. Hoy comprendo que actitudes y comportamientos como la del señor Arturo Brizio, que se hacen llamar "comentarista", son los causantes de que pueblos enteros se odien tanto como generar un conflicto. Afortunadamente, este no es el caso de México y Panamá. La lamentable posición de Brizio, no es la de la mayoría de los futbolistas, fanáticos, ni periodistas mexicanos, quienes saben que el deporte, en este caso el fútbol, es para unir a los pueblos. Que quede bien claro.

De ninguna manera, hay que justificar la actitud de los jugadores panameños por la mala imagen mostrada, luego del encuentro ante Estados Unidos en los cuartos de final de la Copa de Oro y considero, que así como la Federación Panameña de Fútbol le exige a Brizio disculpas públicas, también debe sancionar y reprender a los jugadores involucrados en dichos actos. Brizio, un ex árbitro de FIFA, no solo hirió la dignidad de los jugadores panameños, sino también la de todo un pueblo. Desde esta tribuna, quiero aplaudir los comentarios de cronistas mexicanos serios, dignos e imparciales, como Heriberto Salas, columnista del diario Rotativo de Querétaro y de mi amigo Germán Suárez, quienes, han repudiado las declaraciones del seño Arturo Brizio.

Quiero tomar como mías, las palabras de Heriberto Salas, quien en su columna de ayer titulada: "Panamá exige disculpas, Brizio metió la pata" señala lo siguiente: "En lo personal, las declaraciones de Brizio me parecen lamentables, ¿en dónde tiene la cabeza? ¿Acaso el señor no está consciente de los problemas de seguridad que México está atravesando? ¿Con qué fundamentos compara a un equipo de fútbol con una banda de delincuencia organizada? ¿Sólo porque se le fueron encima a Armando Archundia al finalizar el partido ante Estados Unidos? Agrega Salas en su columna, que es lamentable que un medio con la importancia y con el alcance que Televisa tiene en el país, permita este tipo de situaciones. La libertad de expresión existe y cada quien puede decir lo que le venga en gana, pero un cosa es emitir opiniones con fundamentos y otra muy distinta es difamar y calumniar a un grupo de deportistas y asociarlo con un problema tan grave como lo es la delincuencia organizada.

Y es que Heriberto Salas, al igual que yo, no entiende el por qué llevar al fútbol a límites nacionalistas y patrióticos. " Hay problemáticas de suma importancia en el país como la delincuencia, el narcotráfico, la pobreza, etc., y a Arturo Brizio se le ocurre hacer declaraciones como las que hizo. Hablamos del por qué incitar a una lucha extradeportiva. Luego nos quejamos cuando México va a Centroamérica y le gritan de todo a los futbolistas mexicanos". Creo que los panameños debemos estar agradecidos por esa posición tan ecuánime del colega Salas. Germán Suárez, un periodista de la ciudad de Monterrey, quien siempre está pendiente de las actuaciones de Felipe Baloy y Blas Pérez, cuando jugaba en los Tigres, me comentaba ayer, que estaba muy apenado por las palabras desafortunadas de Brizio. A juicio de Suárez, se trata solo de una persona que busca protagonismo "Roberto, es un pataleo de ahogado de Brizio" me dijo Suárez y tiene razón, porque ahondar más en este tema, es darle a Brizio, el protagonismo que no se merece.