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- 13/11/2009 01:00
Si alguna vez se hubiera dado un combate donde las alternativas de un púgil u otro dependieran estrictamente de los antecedentes, el Cotto vs Pacquiao estaría de primero en la lista. He adversado a ambos rivales en peleas de gran calibre. Dije que Margarito noqueba a Cotto y así sucedió; pero existe la duda sobre la legitimidad de esta victoria ante el descubrimiento del yeso en el vendaje del azteca, previo al combate con Shane Mosley.
También contrarié a Pacquiao al medirse con Oscar De La Hoya; aquí el declive del 'Golden Boy' se hizo extremadamente evidente y el filipino lució inmenso. De igual forma, lo hice cuando el tagalo se midió a Ricky Hatton, quien resultó un rival sumamente vulnerable.
En esta ocasión, dos rivales a los que adversé medirán fuerzas, en un pleito donde existe un enorme signo de interrogación sobre sus cabezas.
Un par de asuntos forman antecedentes en esta oportunidad. Pacquiao ha tenido una preparación con muchas distracciones. Primero, lo sucedido en Filipinas, inundaciones, malas condiciones climáticas y situaciones inesperadas en el campo de entrenamiento montado en las afueras de la capital.
Luego, una especie de conflicto interno en su equipo de trabajo terminó por hartar al entrenador Freddie Roach. Hasta llegar a Estados Unidos, no hubo la concentración debida en el equipo de Pacquiao.
Del lado de Cotto, el problema ha sido distinto. Despedir a su tío y entrenador Evangelista supuso una crisis familiar muy grande; sin embargo, la victoria sobre Joshua Clottey levantó la estima del boricua.
Ahora, el campeón welter de la OMB ha tenido un campo de entrenamiento más sosegado, algo más relajado, pero con los esquemas de trabajo bien definidos y enfocados.
Como ven, no se trata de un combate aislado de realidades humanas circundantes. Es un pleito donde los aspectos de trabajo contrastan en ambas esquinas.
Creo que ponderar la carrera de uno y otro, así como comparar los rivales que han enfrentado no es la fórmula que en esta oportunidad me ofrezca un vencedor. Me parece que quien haya tenido la mejor preparación física y mental ganará el sábado en la noche.
A mi juicio, ese boxeador es Miguel Cotto. Agrego un ingrediente adicional: de los últimos rivales que ha enfrentado Pacquiao, el boricua es el único al que realmente encontrará afincado dentro de su división.
La rapidez del filipino chocará con la depurada técnica del caribeño, y con puños que entrarán con fuerza en su anatomía. Sólo me preocupa el rostro de Cotto, propenso a las cortadas.
Si sucede muy temprano, el pleito podría cambiar de dueño, mas no creo que tal situación se produzca. En todo caso este combate no llegará a la distancia pactada.
Como siempre, preparo mi butaca en La Chorrera para disfrutar de la velada en la transmisión de Lo Mejor del Boxeo.