Cuando la competencia se juega desde el hogar

Actualizado
  • 17/08/2019 02:00
Creado
  • 17/08/2019 02:00
El apoyo de la familia es tan importante para un atleta como sus exigentes períodos de entrenamiento y competencias dentro y fuera del país. Una compañía que le da un ‘plus' al potencial del deportista panameño

Sandra Silva de Santos es una de esas madres que ha tenido la dicha de ver a una de sus hijas representar al país en eventos internacionales.

Como ella, Dina Bedoya de Ducruet y Sandra Kardonski Méndez comparten la dicha y a la vez, la responsabilidad de tener hijos que compiten por Panamá, atletas que se preparan en condiciones tan exigentes como especiales.

Comprensión y apoyo

Cuando la señora Silva de Santos recibió la noticia de que su hija, Emily Santos, de solo 14 años de edad, sería una de las representantes de Panamá en la natación de los XVIII Juegos Panamericanos, recientemente celebrados en Lima, Perú, el rostro de alegría en su hija fue la mayor recompensa a todos los sacrificios realizados.

‘Verla con esa alegría y emoción por la noticia no tuvo precio', comentó la madre, quien realiza una multiplicidad de funciones alrededor de su hija Emily.

‘Mi papel es múltiple; soy su Uber, sicóloga, amiga, confidente, crítica, chef, valet de equipaje; es un orgullo', destaca la señora Silva de Santos.

Por su parte, Dina Bedoya de Ducruet también comparte este tipo de responsabilidades con su hijo Jean Louis Ducruet, representante de Panamá en la disciplina del golf en los Panamericanos de Lima, 2019.

‘Alegría, orgullo y gratitud con Dios es lo que siento cada vez que mi hijo compite por Panamá', señala Dina.

Aunque el golf pareciera un deporte fácil de practicar, contiene una serie de exigencias en la parte emocional, pues siempre hay un reto en cada competencia; al igual que en el caso de la familia de Emily Santos, los Ducruet han tenido un cambio de vida para mantener vivo el sueño de Jean Louis.

‘Nuestros planes familiares giran en torno al golf, hay que cumplir con una agenda de pruebas de clasificación y mantenerse en el escalafón; esto no nos permite compartir como quisiéramos con el resto de la familia o amigos; la idea es estar la mayor parte del tiempo acompañándolo, y atendiendo con él además las responsabilidades del estudio, preparándolo para su futuro', explicó la madre.

En la misma vertiente que une a Sandra y Dina está la Sandra Méndez, madre de Michael Méndez, también representante panameño en el golf panamericano.

‘El ver a Michael representando a Panamá multiplica el orgullo que siento por él; y que se hace más grande con el sentimiento patriótico que me invade, al verlo competir por Panamá', destaca.

Hay en el caso de Michael Méndez, una diferencia con sus dos jóvenes compañeros Emily y Jean Louis, que su madre identifica sin temor a equivocarse.

‘Michael es un atleta natural. Ha practicado y practica muchos deportes además del golf; en todo le hemos apoyado. Cuando decidió jugar al golf, le dejamos saber que tendría siempre nuestro apoyo', indicó la señora Méndez.

Honor y orgullo

El llamado a portar la camiseta de Panamá en los Juegos Panamericanos Lima, 2019, resultó el mayor aliciente para estas tres madres, viendo traducidos todos los sacrificios hechos por sus hijos en una expresión máxima del honor y el orgullo.

‘El día que nos dijeron que Emily había entrado a los Juegos Panamericanos sentí que todo lo que hago por ella vale la pena, que el compromiso familiar se renueva', aseguró. Sandra de Santos.

Para Dina de Ducruet, ver a su hijo Jean Louis de 16 años ante competidores de mayor edad y experiencia, le hizo ver mucho más allá del plano competitivo.

‘Sé que de esta competencia ha salido fortalecido en su carácter, ha crecido en sus valores, y le ha ayudado en su formación de buen ser humano; el deporte trae consigo los beneficios para el atleta del trabajo en equipo, disciplina, experiencia; les permite soñar y trabajar para conseguir esos sueños', ratificó la madre.

En tanto, Sandra Kardonski Méndez siente que su hijo está en el momento perfecto con la representación en los Juegos Panamericanos. ‘Me siento muy feliz de ver a mi hijo realizado, siguiendo su pasión y viviendo la búsqueda de su sueño; es cierto que el golf nos ha cambiado como familia, pues Michael se ha tenido que ubicar en los Estados Unidos; pero sé que sigue en lo que le gusta, y eso está bien', indicó.

Mirando al futuro

Estas tres madres comprenden perfectamente lo que quieren sus hijos, los estimulan e incentivan a no desmayar hasta llegar a cumplir sus objetivos, tanto en el plano deportivo como en el personal.

‘Apóyenlos, nunca les digan que no. Formen parte de ese crecimiento deportivo de sus hijos, no se arrepentirán', sentenció la madre de Emily Santos.

Ese ‘perseguir el sueño' implica además del sacrificio y entrega del atleta, la responsabilidad de los padres, el apoyo y respaldo en cada paso de su hijo en el logro de sus objetivos, deportivos y personales.

‘El deporte ayuda a la formación de buenos ciudadanos. Nuestros hijos no tienen que ser los mejores en un deporte; basta con que quieran a través del deporte conseguir metas y apoyarles en esa iniciativa', indicó Dina de Ducreut.

‘La vida de un atleta no es fácil', sentencia Sandra Kardonski, madre de Michael Méndez. ‘Y prepárese para tener que vivir muchos sacrificios', aseguró.

Al final, la gran recompensa de ver a un hijo competir, superarse, representar a Panamá y convertirse en un ciudadano o ciudadana de valor para el país, no tiene precio.

‘Alegría, orgullo y gratutid con Dios es lo que siento cada vez que mi hijo compite por Panamá. Es una sensación indescriptible, cada vez que sucede esto'

DINA BEDOYA DE DUCRUET,

MADRE DEL ATLETA JEAN LOUIS DUCRUET.

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