Caballos de carreras, un lujo de reyes

PANAMÁ. La afición a la hípica lleva en Panamá más de 80 años. Y quienes más le han apostado a este costoso deporte son, sin duda algu...

PANAMÁ. La afición a la hípica lleva en Panamá más de 80 años. Y quienes más le han apostado a este costoso deporte son, sin duda alguna, los propietarios de los caballos.

En los últimos tiempos, sin embargo, mantener un caballo de carreras se ha convertido en una actividad particularmente onerosa. Mientras en años atrás con $300 mensual se podía mantener un caballo, ahora el costo no baja de $400.

LOS INSUMOS

La inflación también ha causado estragos en el mundo equino. Se ha incrementado considerablemente el costo de la alimentación y los medicamentos de los caballos, en porcentajes entre el 25% y el 50%.

José Bartoli, preparador del Stud La Marea asegura que las camas de los caballos, que se cambian tres veces al mes, aumentaron de $10 a $15; las herraduras de $8 a $15 y la mano de obra por colocarlas de $10 a $15. En cuanto a medicinas, la vitamina C aumentó de $4.50 a $7.50 y el complejo B de $5.50 a $8.50.

Miguel Mugaburu, otro preparador, dice que también subieron los precios en el saco de avena, el principal alimento que se le suministra a los equinos, de $18 a $32; el “pelex” (una combinación de alimento a base de maíz y concentrado) que costaba $12.50 subió a $22.60; la pangola (una hierba) de $2.50 a $4.50; el saco de alfalfa se dobló y pasó de $14 a $28, lo cual la volvió prohibitiva, y los medicamentos tuvieron en general un 40% de aumento.

MANO DE OBRA

Los honorarios de quienes cuidan los animales también han aumentado significativamente.

Eligio Ocaña, preparador e importador de caballos, dice que los galopadores, jinetes, preparadores, herreros y veterinarios no pueden cobrar lo mismo que en años anteriores, pues el nivel de vida ha subido.

Bernabé Pérez, dueño, criador e importador asegura que “de lo que recibe el propietario en premios, se deben descontar los costos por los servicios del personal que atiende a los caballos. Al jinete se le da 10%, al preparador 15%, al empleado del establo 3% y al veterinario 3%, lo cual suma 31%. Adicionalmente se deben destinar $6 por cada caballo trabajado por el galopador, y tener en cuenta imprevistos en atención por enfermedades”.

DEPORTE DE REYES

Pérez manifiesta que “ la gente que tiene caballos los mantiene como una válvula de escape para el “stress” que le produce el trabajo, la empresa y los negocios. Es una afición comparable a la de quienes tienen una finca o un yate, y mantenerlos les da satisfacción”.

“Mantener un caballo fino cuesta lo mismo que uno mediocre. Muy pocos recuperan el alto costo pagado en las subastas y justifican su valor. En Panamá hay más de mil caballos y pocos ganan y figuran en las pruebas clásicas”.

PREMIOS VS COSTOS

Rafael Fernández, ex gerente del HPR y preparador, dice que de los $4 millones que anualmente reciben en premios los ganadores de los caballos, solo les ingresan unos $2.8, después de pagar los porcentajes a los diferentes gremios involucrados en la atención del animal “Realmente, los propietarios pierden cerca de $2 millones, a lo cual se suma la inversión anual de compras en caballos, que usualmente son alrededor de 100 criollos y 150 importados, los cuales a un promedio de $10 mil por ejemplar, totalizan $2.5 millones”, asegura Fernández. Por eso es que tener caballos de carreras ha sido considerada una afición elitista, por los que se demonina “un deporte de reyes”.

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