La Vuelta a Chiriquí, la máxima expresión del ciclismo panameño

Actualizado
  • 28/09/2020 00:00
Creado
  • 28/09/2020 00:00
En la historia de esta provincia, en términos generales, y del ciclismo local, particularmente, estará grabada por siempre la visión de un grupo de dirigentes que llevó a la realidad lo que apenas surgió como una idea de algunas mentes inquietas

Una de las competiciones que ha sobrevivido a los embates económicos y del tiempo, ha sido indudablemente la Vuelta Ciclista Internacional a Chiriquí, que este año tiene previsto realizarse en su trigésima novena edición.

El giro tal vez ha perdido algo de la lucidez y prestancia de antaño, pero no deja de ser la máxima actividad para el ciclismo élite panameño.

El giro tal vez ha perdido algo de la lucidez y prestancia de antaño, pero no deja de ser la máxima actividad para el ciclismo élite panameño.

En la historia de esta provincia, en términos generales, y del ciclismo local, particularmente, estará grabada por siempre la visión de un grupo de dirigentes que llevó a la realidad lo que apenas surgió como una idea de algunas mentes inquietas.

Efectivamente, Alejo Candanedo, Vidal Gaitán, Felicito Guerra, Lázaro Reyes, Jorge Vásquez, Luis Quintero y Fernando Hirzel se sentaron uno frente al otro, como en una reunión de ejecutivos empresariales, y tras plantearse la idea, dijeron al unísono: “adelante, sin más dilación”.

Vidal Gaitán nos cuenta su historia, mientras Alejo Candanedo (q.e.p.d.) dejó sus recuerdos para la posteridad, en una entrevista realizada hace cuatro años por Edgar Pittí, director de la revista Ciclismo y Running de Chiriquí.

Una idea, un fin, una vuelta

“Nosotros éramos un grupo muy unido, donde yo era uno de los más nuevos, ya que tenía 30 años cuando realizamos la primera vuelta”, señaló Gaitán, de quien surgió la inquietud tras participar en una competencia en el exterior.

Gaitán, quien aún se mantenía activo en el ciclismo tras cumplir unos 15 años como atleta élite, indicó que la idea dio vuelta por su mente mientras participaban en el evento, y la planteó una vez que llegaron a Chiriquí.

“Nos reunimos siete u ocho de aquí de la provincia y después de analizar sus posibilidades, nos pusimos a trabajar”, dijo.

Vidal, vicepresidente de la primera edición, recordó con mucho cariño a ambas figuras. A don Alejo a quien llamó su “maestro”, y a Hirzel por su entusiasmo y capacidad de trabajo.

“Yo era muy activo, dirigía la carrera y si en el recorrido había un hueco, me bajaba del carro y lo tapaba, pero ellos tenían mucha experiencia y me enseñaron”, expresó.

Unos 68 ciclistas nacionales y una cuarteta americana participaron en esa histórica primera edición, que fue ganada por el chiricano Julio César González.

“Hubo mucho entusiasmo y la fanaticada nos apoyó en todas las etapas, fue algo memorable y la premiación nos costó unos $4,500”, precisó Gaitán, de 72 años.

Toda una experiencia

El éxito de la primera versión de la Vuelta a Chiriquí, en la que participaron pedalistas de cuatro provincias, hizo que Gaitán pensara en algo más, pero fue nuevamente en el exterior cuando nació la idea de internacionalizarla.

“Estaba en una competencia en el exterior y aproveché para hablar de nuestra vuelta. No sé si fue que les hablé mucho o vieron mi entusiasmo, que luego se me acercaron unos amigos ticos y colombianos, y me pidieron que los invitara”, señaló.

Esta disciplina sigue uniendo aficionados de todas las edades, en nuestro país.

Fue así como la vuelta pasó a ser la Vuelta Internacional a Chiriquí en apenas su segunda edición, siendo ya Gaitán su director, con la participación de cuartetas de Costa Rica y Colombia.

En los siguientes años se unirían equipos de México, República Dominicana y Estados Unidos, entre otros, y la inversión en premios se elevó a casi $40 mil, sin contar en ese paquete los pasajes aéreos de todos los participantes, su alimentación y estadía.

“Fue toda una experiencia realizar la Vuelta a Chiriquí. Todos nosotros al término de cada una de ellas, quedábamos muy satisfechos, aunque cansados de la faena”, apuntó Gaitán.

“En los dos primeros años de la vuelta internacional, los 70 y pico de ciclistas extranjeros, junto a sus entrenadores y delegados, comieron en mi casa, todos y cada uno de los días en que estuvieron en Chiriquí”, agregó.

Una dormida inquietud

Las posibilidades de que Chiriquí tuviera una vuelta ciclista, como las que realiza Costa Rica o Colombia, por ejemplo, realmente no fue una idea que nació de la noche a la mañana.

Don Alejo Candanedo, el primer director del giro chiricano y quien después se dedicó a narrarlas en Radio Chiriquí y Ritmo Stereo, dijo que la idea surgió en 1975 con el mismo grupo que años después la echó a andar.

“Comenzamos a sopesar esa idea en 1975. Fue duro y muy riguroso llegar a ese momento, pero personas como Fernando Hirzel, Jorge Vásquez, Vidal Gaitán y otras, insistimos en hacerla”, recordó durante su entrevista con Edgar Pittí.

“Ya para los albores de los 80, a finales de ese año, nos reunimos los dirigentes del ciclismo y volvimos a plantearnos la inquietud. Al año siguiente se consiguió el aval de la federación y su primera versión incluyó a unos estadounidenses de la Zona del Canal”, precisó.

Esa primera experiencia resultó muy onerosa para los organizadores, debido más que todo a su falta de experiencia, pero el afán de realizar un evento que se equiparara al que se hace en Costa Rica, los llevó a llegar hasta el final.

“Teníamos gran amor y cariño en realizarla, más que todo para desarrollar el deporte del pedal y hacer de este evento el mejor de Panamá, en cuanto a ciclismo se refiere”, matizó.

La primera versión de la Vuelta Ciclista a Chiriquí contó con el apoyo de mucha gente y de empresas, pero también hubo de sortear muchas presiones de quienes deseaban realizarla en otras fechas.

“Nosotros organizamos la vuelta con la intención de que terminara el 28 de noviembre, fecha de la independencia de Panamá de España, y lo logramos, a pesar de las presiones para que se hiciera durante la semana del turismo”, apuntó.

“Así logramos iniciar este evento, para orgullo del ciclismo chiricano y de nuestra nacionalidad”, añadió.

Don Alejo falleció en agosto pasado a los 91 años, dejando junto a otros visionarios, uno de los más grandes legados que tiene el deporte chiricano.

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