El Padre del olimpismo

Jacques Rogge, dejó ayer su cargo de presidente del Comité Olímpico Internacional, tras haber impuesto una imagen de seriedad y profesionalismo en el cargo durante 12 años, que lo han convertido en el símbolo actual del olimpismo.

Rogge, adoptó la misma determinación al frente del Comité que cuando se licenció como cirujano ortopédico al extirpar los tumores de la era previa del español Juan Antonio Samaranch, a quien reemplazó cuando éste dejó el organismo en 2001. El belga maneja los vericuetos de la diplomacia como pocos y jamás se le escapa una palabra de más. ‘Los Juegos Olímpicos y el bienestar de los atletas fueron nuestro objetivo central, pero también promover la cultura, la educación, el medio ambiente, la ética en la lucha contra el dopaje y crear los Juegos Olímpicos de la Juventud", dijo Rogge.