Atentos a una crisis que plantea ajustes

Garrós, quien se hizo acompañar del asesor financiero Carlos Ledezma, conversó con La Estrella sobre la realidad del banco y las medidas que tomaron para evitar ser golpeados por la crisis financiera mundial.

Entre el cierre de diciembre de 2005 y diciembre de 2007 el banco dobló sus activos de 500 millones a mil millones de dólares y en lo que va de 2008 estamos en 1,275 millones en activos. Este año esperamos un cierre de 1,350 millones de dólares, es decir un crecimiento de 35%.

Sin ninguna duda tiene que ver con el crecimiento económico de Panamá y con el plan estratégico del banco. El plan se inició a finales de 2004 y se implementó en 2005. Todo estaba previsto para el crecimiento, desde contratación de personal hasta el cambio de imagen. Nos planteamos completar el plan en cinco años y lo hemos conseguido en dos años y medio. Por eso hemos desarrollado un nuevo plan 2008 -2012 partiendo de una base más grande, con mayor participación en los mercados internacionales, más presencia en Colombia y más participación en negocios que generan comisiones, porque ya los márgenes de intereses son muy pequeños. Estamos, además, incursionando en actividades colaterales dentro del servicio bancario, como “multisecurities”, servicio de moneda, cuentas corrientes en monedas diferentes al dólar, entre otros.

Estamos en varios sectores. Tenemos una banca corporativa y de consumo consolidada. Pero, además, estamos en un plan de apoyo a la pequeña y mediana empresa. Estamos trabajando fuertemente en otros servicios afines a la banca como “multisecurities” y otros negocios con gran potencial.

En medio del crecimiento de la entidad planeamos abrir más sucursales para sumarlas a las 15 que ya tenemos. En los próximos seis meses abriremos sucursales en Penonomé, Coronado, Chanis, Calle 50 y la Avenida Balboa. Algunas aún están en negociación.

Hace una semana mi cabello era negro (dice Garrós entre risas). Para ser sinceros, la crisis financiera no estaba en nuestros planes. Hasta el momento no nos ha golpeado directamente, pero de alguna manera nos tocará como país. Si las condiciones del mercado cambian tenemos que hacer ajustes. No podemos estar pensando un crecimiento anual por encima del 30% si Panamá, a consecuencias de un desequilibrio mundial, entra en una crisis o si aumenta la morosidad en el sistema.

Desde hace mucho tiempo había señales. Lo primero que hicimos fue potenciar el departamento de control de riesgos, y tomamos medidas en cuanto a evitar concentraciones y sectores que considerábamos más riesgosos. Tuvimos mayor cuidado en la parte de inversiones externas y en los instrumentos financieros. Aumentamos la vigilancia sobre los corresponsales donde teníamos concentrada la liquidez. Todos los bancos tuvimos suficiente tiempo para que el impacto fuera mínimo. Aunque no tenemos una bola de cristal, se pudieron tomar previsiones.

No tenemos. Las inversiones nuestras no están directamente en los bancos, sino en títulos que emiten los Estados y empresas internacionales de primera línea. La inversión panameña más que todo está en productos aparte del problema bancario, por eso no nos ha pegado directamente, pero si las cosas se agravan, definitivamente Panamá será golpeado.

Podría ser. Pero si se da un parón económico mundial, la actividad del Canal de Panamá podría bajar en un 25%, los extranjeros que compraron apartamentos ya no vendrían a hacerle frente a su obligación, los panameños que compraron carros y comiencen a perder sus trabajos no podrán pagar las mensualidades, en fin, se convertiría en una reacción en cadena. Es como un castillo de naipes, soplas una carta y se desmorona la torre.

A pesar de la crisis, los directivos de Multibank aseguran sentirse optimistas porque confían en que el sistema financiero internacional está tomando medidas para que la situación sea más digerible. Sin embargo, adelantan reajustes de los cuales no escaparemos “porque Panamá no está en Marte”.