Puertas cerradas para inversionistas

Actualizado
  • 07/06/2009 02:00
Creado
  • 07/06/2009 02:00
PANAMA. Con la nueva ley de migración que entró en vigencia en febrero de este año, la posibilidad que tenían pequeños inversionistas f...

PANAMA. Con la nueva ley de migración que entró en vigencia en febrero de este año, la posibilidad que tenían pequeños inversionistas foráneos para generar empleos en el país, se acabó.

Desde hace tres meses, todos aquellos extranjeros que quieran residir en Panamá deben realizar una inversión mínima de 160 mil dólares.

Para Ramón Arroyave, presidente de la Unión Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (UNPYME), esta cifra es “ridícula”.

“Nos hemos vuelto menos competitivos. Estos capitales se están radicando en países como Costa Rica y El Salvador donde crean fuentes de empleo que muy bien pudieran generarse aquí”, comentó Arroyave.

Pero esta abultada inversión ni siquiera permitiría a los familiares directos del inversionista (esposa e hijos) ejercer ninguna función dentro del negocio.

“Para que puedan laborar en la empresa, cada familiar debe invertir $160.000 adicionales. Es decir que una pareja extranjera que quiera abrir un negocio en Panamá, en la práctica debe que traer $320.000, cifra que no incluiría gastos en vivienda ni manutención personal”, comenta el especialista en migración, Pedro Osorio.

A manera de referencia, agrega el abogado, la antigua ley de migración “permitía a los extranjeros obtener una visa invirtiendo 40 mil dólares, generandoles la obligación de incluir en planilla a tres panameños”.

CUESTIÓN DE CONFIANZA

En materia de créditos hipotecarios, los extranjeros también la tienen cuesta arriba.

En una consulta realizada en diferentes agencias del HSBC, Banco General y Banesco, las respuestas fueron similares.

En lugar de requerir el 2% de abono inicial para compra de vivienda que solicitan a los panameños, a los inmigrantes se les exige pagar el 30% del valor del inmueble para poderles otorgar el crédito.

Analistas económicos consultados coinciden que para la banca es más riesgoso otorgar créditos a un extranjero. “En el peor de los casos, si les va mal, ellos pueden regresar a sus países, lo que dificultaría el cobro de las deudas pendientes”.

Según cifras aportadas por Luz María Salamina, gerente general de la Asociación Panameña de Créditos (APC), 6% de los préstamos otorgados en el país han sido entregados a inmigrantes.

Para Salamina, tener un buen historial de crédito en el país de origen mejoraría la posición de los inmigrantes: “Estar al día con las cuentas brinda mayores oportunidades y mejora las opciones del cli ente a la hora de negociar condiciones”.

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