España y Francia posan sus ojos en Panamá

Actualizado
  • 05/06/2010 02:00
Creado
  • 05/06/2010 02:00
PANAMÁ. El secretario de Estado de Presidencia, Bernardino León, aterrizó a comienzos de esta semana en Panamá en busca de contratos. El...

PANAMÁ. El secretario de Estado de Presidencia, Bernardino León, aterrizó a comienzos de esta semana en Panamá en busca de contratos. El representante del Gobierno español se reunió con el presidente, Ricardo Martinelli, con el objetivo de facilitar el acceso de las empresas españolas al ambicioso plan de infraestructuras puesto en marcha por el país centroamericano por valor de 13.500 millones de dólares.

León mantuvo un almuerzo con Martinelli en el que estuvo acompañado por Luis del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso, lo que revela el buen cartel y la penetración de dicho grupo tras la consecución del contrato de ampliación del Canal de Panamá por 3.118 millones de dólares y el prestigio alcanzado por la obra civil española. León quiere utilizar esta circunstancia como plataforma para otros contratos en el país.

Para España, lograr contratos sustanciosos en otras partes del planeta en etapas como la actual de recortes internos resulta muy importante y, en ese sentido, destaca el hecho de que el secretario de Estado se trasladó expresamente desde Madrid para este encuentro que estaba previsto, en todo caso, aprovechando el viaje a Brasil con motivo de la Alianza de Civilizaciones que finalmente Zapatero suspendió a última hora.

Bernardino León llevaba también el mensaje de que el problema de la doble imposición entre Panamá y España está totalmente arreglado, lo que es fundamental para que las empresas españolas logren nuevos contratos.

Asimismo, trató la posibilidad de que haya un encuentro bilateral de ambos países con la probable visita de Zapatero al país del istmo.

AMPLIACIÓN DEL CANAL

De hecho, el acuerdo de Sacyr Vallehermoso, la empresa cabeza de Grupo Unidos por el Canal, que construye el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, estuvo precedido por unas duras negociaciones entre los Gobiernos de ambos países, donde España adquirió el compromiso sobre la imposición y en las que León participó activamente.

Precisamente, ahora Sacyr tiene previsto entrar en puja por los proyectos de autopistas de peaje y carreteras que forman parte de ese plan de infraestructuras, cuyo plato fuerte fue precisamente la ampliación del Canal.

Esta ampliación consiste en la creación de dos nuevos brazos y nuevas esclusas en ambas partes del mismo para elevar el flujo y el tamaño de los barcos que lo atraviesan.

Las obras comenzaron el 25 de agosto y en ellas trabajan 8.000 personas. Para las nuevas esclusas serán necesarias 16 compuertas cuyo valor de construcción es de 300 millones de euros, lo que abre una oportunidad a los grandes astilleros, entre ellos los españoles.

Pero el próximo plato que se va a cocinar en Panamá es el Metro, por valor de 1.500 millones de dólares .

La licitación será el próximo mes de agosto y a ella se presentan tres empresas españolas agrupadas en dos consorcios.

Por un lado, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que está asociada con la brasileña Odebrecht y la francesa Alstom, y por otro, Acciona y CAF, que van con Mitsubishi. Su rival es el consorcio italiano formado por Impregilo, Astaldi y Ghela. León reconoció que la consecución de este contrato entraña dificultades, pero también aseguró que va a poner toda la carne en el asador para apoyar a uno de los grupos españoles porque ‘contratos como estos son una cuestión de Estado’.

Además de los contratos citados, el plan panameño prevé la construcción de hospitales, minas y aeropuertos, principalmente.

¿Y FRANCIA?

Numerosas empresas francesas han puesto sus ojos en Panamá para adjudicarse algunos de los millonarios contratos públicos que pronto serán licitados, y las autoridades panameñas creen que las inversiones francesas se dispararán después de un acuerdo bilateral sobre tributación.

Una veintena de filiales de grandes grupos franceses y más de 50 empresas panameñas creadas por franceses han invertido en los últimos tiempos más de 700 millones de dólares en este país y proyectan alcanzar los 1.000 millones en los próximos años, según la embajada francesa.

‘Panamá es una mini Miami o mini Dubai. La primera vez uno piensa que Panamá es sólo un canal y cuando uno mira ve todas las inversiones que uno puede hacer aquí’, dijo a Marco Connti, presidente de Alstom en Panamá.

Dubai, uno de los ricos Emiratos Árabes Unidos del Golfo, ha ganado fama en los últimos años por sus rascacielos y enormes proyectos inmobiliarios, que han estimulado un creciente flujo de turistas e inversiones.

Grandes compañías como GDF Suez, Degremont, Alstom o Vinci se interesan en los proyectos de infraestructura por 14.000 millones de dólares para construir un metro en la capital, puentes sobre el canal interoceánico, hospitales, cárceles, aeropuertos o dependencias del gobierno panameño.

También hay proyectos para la interconexión eléctrica regional, el saneamiento de la bahía de la capital y la nueva televisión digital, aparte de la ampliación del Canal.

MULTINACIONALES

Otras empresas como Sanofi, L’Oreal, Michelin o Total han establecido en Panamá su base de operaciones para América Latina.

‘Una economía que crece a un ritmo más rápido que el resto de la región hace imposible que las compañías francesas estén ausentes de Panamá’, dijo a el embajador francés Hugues Goisbault.

La economía panameña ha crecido a un promedio de 7% en cada uno de los últimos cinco años y este año alcanzará un 5%.

‘Panamá es un país que tiene un potencial grande en cuanto a necesidad de bienes de equipos’, lo que, junto a su estabilidad política, su economía dolarizada, su sistema bancario y su situación geográfica lo convierten ‘indiscutiblemente en el país más atractivo en Centroamérica’, dijo por su parte el consejero comercial de la embajada francesa, Antoine Avila.

ECONOMÍA VS. LISTAS

Francia retirará próximamente a Panamá de su ‘lista gris’ de paraísos fiscales, tras alcanzar un acuerdo sobre doble tributación, informó el martes el viceministro de Economía panameño, Frank de Lima.

París había incluido a Panamá en esa nómina siguiendo los parámetros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), lo que frenaba el interés de algunas compañías por operar en el país.

Panamá suma ahora ocho acuerdos de tributación con países de la OCDE, que le exige 12 para retirarlo de la ‘lista gris’ de paraísos fiscales.

Según funcionarios panameños, con el acuerdo con París las inversiones francesas podrían ahora alcanzar los 2.000 millones de dólares en poco tiempo.

‘Este es un momento interesante para invertir en Panamá’, dijo el embajador Hugues Goisbault, quien se mostró confiado en que las empresas galas tendrán ‘mejor suerte que nuestro amigo Ferdinand Lesseps, que quería hacer un canal sin esclusas’, un fracasado intento francés de abrir la vía interoceánica en el siglo XIX.

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