Las políticas de Estado y el alto costo de la vida

Actualizado
  • 09/05/2011 02:00
Creado
  • 09/05/2011 02:00
PANAMÁ. La economía de Panamá tendrá una de las mayores tasas de crecimiento en el año 2011. Pero acompañado de esta realidad, los panam...

PANAMÁ. La economía de Panamá tendrá una de las mayores tasas de crecimiento en el año 2011. Pero acompañado de esta realidad, los panameños están experimentando pérdidas significativas en su poder adquisitivo.

Ante esta situación surge la necesidad de que el Gobierno Nacional tome medidas para fortalecer los ingresos reales de los hogares panameños.

Panamá experimenta una de las mayores tasas inflacionaria de los últimos 15 años. Con la excepción del año 2008, cuando fue de 8.8%, para el primer semestre de 2011 se espera un aumento de la inflación de 7%. Este significativo incremento obedece, en más del 60%, a una inflación importada.

Nuestro país no escapa de las consecuencias del aumento del precio del petróleo.

Durante el periodo de abril de 2010 a abril de 2011, el precio de la gasolina de 95 octanos aumento en 32%, el precio de la gasolina de 91 octano en 27% y el precio del diesel liviano en 31%.

En febrero de 2011 la canasta básica familiar incrementó su precio en $14.38 en relación al mismo mes del año pasado, lo que significó un incremento de 5.3%. En términos comparativo, este incremento es similar a tasa de inflación hasta marzo, de 5.1%.

Los altos precios de los combustibles y de los alimentos son las principales fuentes de la inflación. Igualmente, el aumento de impuestos al consumo, que incluyó un incremento de un 40% del Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (ITMBS), al pasar este tributo de 5% a 7%.

Respecto al aumento del pasaje del transporte público, tanto colectivo como selectivo, este factor viene a sumarse a la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores, sobre todo en aquellos de ingreso menor a $840 mensuales, que no se beneficiaron con la reforma tributaria del 2010.

Estos trabajadores representaban aproximadamente el 85% de empleados, los cuales no pagaban impuesto sobre la renta.

El aumento de hasta 21% en el transporte ha sido un duro golpe para la ya maltrecha economía del hogar.

Es importante destacar que el congelamiento de los precios para los combustible de 91 octanos y el diesel, para nada, como política pública ha significado la eliminación de los aumentos del pasaje para el panameño de a pie, a pesar del subsidio al combustible de hasta 0.30 centésimo por galón.

EL MERCADO INFORMAL

En este complejo escenario es importante analizar la situación de la informalidad en el mercado laboral.

De acuerdo a la Contraloría General de la República, el empleo informal en Panamá es 41.1%.

Las cifras sobre la informalidad de la Contraloría incorporan a los trabajadores del sector secundario (industrial) y terciario (comercio y servicios).

Las estimaciones de esta entidad del Estado no contemplan a los trabajadores del sector primario (agropecuario), que representan el 17.4% de los trabajadores.

Por lo tanto, si se toma en cuenta al sector primario, el empleo informal en Panamá abraza a más del 52% del total de la fuerza laboral.

Las cifras de la Contraloría General señalan además que el 49% de los trabajadores informales laboran por cuenta propia; un 32% como artesanos, en la construcción esporádica y el comercio; un 11.5% como empleados doméstico; y un 3% como trabajadores familiares.

Estos datos ponen en duda razonables el efecto positivo que podría tener un aumento del salario como alternativa única para enfrentar la pérdida de poder adquisitivo.

Si se ejecuta un aumento general de salario y del salario mínimo, y los mismos no van acompañado de una reducción de los precios de los bienes y servicios que más consumen las familias, los resultados finales serán un aumento de la inflación y del costo de vida.

MEDIDAS A CORTO PLAZO

Por lo tanto, para afrontar esta compleja situación se requiera de medidas inmediatas y de más largo plazo.

A corto plazo es necesario un mayor número y frecuencia de las jumbos ferias o ferias compitas.

Las 16 ferias quincenales no resuelven los problemas de pérdida de poder adquisitivo de la familia panameña.

Por ello, considero que las mismas se deberían realizar de manera semanal, y en no menos de 150 lugares a nivel de la República, para lograr un verdadero impacto en el poder adquisitivo de la población.

Por esta vía las familias panameñas podrían ahorrarse hasta un 10% en la compra de alimentos.

También es necesario mantener el subsidio al transporte colectivo.

Esto se puede lograr con efectividad y eficiencia a través de una adecuada planificación espacial de centros de abastecimiento de combustible para el transporte colectivo.

Nuestro país en el pasado ya ha tenido experiencia en este tipo de operaciones.

Ahora lo que se requiere es de un mayor control con el uso, utilizando los recursos tecnológicos ya existentes en nuestro país.

De igual forma, se requiere de la revisión del sistema de cálculo de la fórmula del precio de paridad; la estructuración de un mejor horario de entrada y salida de los funcionarios del gobierno; una buena administración del consumo de combustibles y un uso más eficiente de los sistemas de iluminación en el sector público.

A MEDIANO PLAZO

A mediano plazo se necesitan política de incentivo al sector agropecuario.

Lo fundamental radica en el aumento de la producción con productividad para mantener fortalecida la relación de intercambio entre productores y consumidores.

Estos incentivos deben incluir el costo del combustible utilizado en la maquinaria agrícola entre otros.

También es necesario mejorar la red vial y adecuarla, para reducir los tiempos de recorrido y, por ende, se producirán ahorros en el uso de los combustibles.

Igualmente, se necesita desarrollar los mercados periféricos y la cadena de frio.

Con esta medida, acompañada del aumento de la productividad del sector agropecuario, no solo aumentaría la oferta y variedad de los productos para la mesa de nuestras familias sino que generará mejores precios.

Para el desarrollo de las jumbos ferias y el subsidio al transporte colectivo, el Gobierno Nacional debería suspender la aplicación de la nueva tasa de impuesto sobre la renta de 25% para las personas jurídicas en el 2011.

Esto proporcionará un ingreso de $75 millones al fisco. Estos ingresos a futuro ya se pueden utilizar a través del AMIR (Adelanto Mensual del Impuesto Sobre la Renta).

Las empresas no se verán afectadas en sus operaciones ya que estamos hablando del impuesto sobre las ganancias.

La propuesta de aplicación de nuevos impuestos de consumo como alternativa planteada por el Gobierno Nacional, al final lo pagan los consumidores y se ve reflejado en mayores precios y pérdida del poder adquisitivo de los panameños.

Otra de la medida propuesta es la suspensión de la adquisición de los corredores Norte y Sur.

La propuesta establece la emisión de $970 millones en bonos, en al cual el Estado debe contribuir con $100 millones para completar la transacción de los $1,070 millones.

Con ellos, el total de recursos disponible que tendría el Gobierno Nacional para enfrentar el alto costo de la vida de los panameños en los próximos ocho meses es de $175 millones, cifra parecida a lo obtenido de los impuestos al consumo de combustible.

Con esta medida no se afectarían los programas del tanque de gas de 25 libras y de consumo eléctrico.

Los aspectos aquí analizados deben llamar al Gobierno Nacional y a la sociedad panameña a reflexionar sobre las medidas a tomar en el corto y largo plazo que fortalezcan el poder adquisitivo de los trabajadores y la familia panameña.

Por otro lado, los aumentos en el precio de los combustible para nada han significado reducción del consumo, por el contrario.

En ese sentido, el congelar los precios no es la mejor medida.

El ahorro surge como la medida que debemos aplicar todos como complemento para enfrentar esta crisis.

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