Recortes, una daga a la Defensa

Actualizado
  • 06/03/2012 01:00
Creado
  • 06/03/2012 01:00
WASHINGTON. Resulta que el ‘embargo del presupuesto’, descrito como una manera ecuánime de incentivar negociaciones presupuestarias bipa...

WASHINGTON. Resulta que el ‘embargo del presupuesto’, descrito como una manera ecuánime de incentivar negociaciones presupuestarias bipartidistas, es realmente una daga dirigida a los gastos de Defensa.

El presidente y otros altos funcionarios del gobierno han dicho que los recortes automáticos requeridos por el embargo son una mala política. Pero aún así apoyan el embargo como una herramienta política, en lugar de proponer los cambios necesarios que podrían cumplir con su propósito inicial, empujar a demócratas y republicanos a negociaciones presupuestarias realistas.

Todo el proceso del embargo es como una farsa. He aquí el contexto para el 99.9% de los norteamericanos que no son expertos en el presupuesto.

ELEVACIÓN DEL TECHO

El verano pasado, el Congreso aprobó la Ley de Control del Presupuesto (BCA, siglas en inglés), que elevaba el techo de la deuda federal y prometía recortar el déficit presupuestario en, por lo menos, $2.1 mil millones entre 2012 y 2021.

De esa cantidad, la BCA incluía recortes de $900,000 millones la mitad de los cuales eran en Defensa.

El Congreso creó un supercomité compuesto por 12 de sus miembros para lograr los restantes $1.2 mil millones de reducción presupuestaria mediante más recortes de gastos o incrementos fiscales.

El propósito del embargo era promover consenso al crear una alternativa que parecía peor: los recortes automáticos en los gastos de Defensa y los de no Defensa.

La teoría sostenía que el temor al embargo disgustaría tanto a los republicanos (que estaban contra fuertes recortes en Defensa) y a los demócratas (que estaban contra los recortes internos) que negociarían una paquete más aceptable.

PROCESOS

Mediante la misma lógica, el Congreso aprobaría entonces el plan del supercomité. No obstante, el supercomité no llegó a un acuerdo, y el Congreso no votó. En forma retrospectiva, no es de sorprender, porque el embargo no es neutral. Aunque los gastos de Defensa representan el 19% del presupuesto para 2012, absorberían la mitad de los recortes.

Además, muchos beneficios (el Seguro Social, Medicaid) se excluyeron de los recortes. Por apoyar los gastos internos, los demócratas tenían menos motivo para tener un embargo. De la misma manera, el embargo no imponía aumentos fiscales automáticos, eso atraía a los republicanos. Y debido a que el embargo mismo no se iniciaría hasta 2013, no avenirse a él a fines de 2011 tenía pocas consecuencias políticas. Así pues: el embargo, programado ahora para el próximo enero, significa otros $500,000 millones de dólares en recortes militares en el curso de la década.

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