Guiados por manos invisibles

Actualizado
  • 20/04/2013 02:00
Creado
  • 20/04/2013 02:00
S í, la mano invisible, no la mano peluda. Quienes propugnan por una economía de mercado, respetuosa de los principios de libre competen...

S í, la mano invisible, no la mano peluda. Quienes propugnan por una economía de mercado, respetuosa de los principios de libre competencia y libre concurrencia económica, suelen hacer eco de esta expresión acuñada por Adam Smith para identificar que los mercados cuentan con la capacidad para regularse a sí mismos.

No es propósito del artículo discutir si Friedman o Stiglitz tienen la razón en cuanto a los posibles poderes mágicos atribuidos a los mercados, hoy por hoy, sujetos a una economía globalizada tras el Consenso de Washington.

Es nuestro interés despertar la atención tanto de los consumidores como de los agentes económicos por la defensa del mercado, claro está, entendido como el escenario más apropiado dentro del cual la oferta y la demanda convergen e interactúan como fuerzas del mercado y como ‘guiadas por una mano invisible’, sinergia que facilita el intercambio de bienes y servicios encontrando así, satisfacción de las necesidades de uno u otro en una economía, por cierto, máxima preocupación de un sistema económico.

Panamá se avoca a un sistema de libre mercado, abandonando aquél sujeto a regulaciones, intervenciones o como ‘guiados por una mano peluda’, enviando señales claras y fuertes como por ejemplo, extinción de la antigua Oficina de Regulación de Precios y creación de la extinta Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (1996), ahora desplazada por la ACODECO y su adhesión a la Organización Mundial de Comercio (1997).

No obstante, y a pesar de la experiencia acumulada, continuamos escuchando voces que plantean retrotraer el tiempo o bien, adoptar medidas a fin de impedir el incremento en los costos de la canasta básica. Lo cierto es que una u otra fórmula no se compadece con el esquema económico de libre mercado, porque al impedirse que los precios de los bienes y servicios se ajusten conforme a las leyes naturales de la oferta y la demanda, se hace visible la ‘mano peluda’ de aquél que pulula como un fantasma dentro del mercado.

Mientras tanto, la ‘mano invisible’ y la ‘mano peluda’ no entren en discordia, corresponde a la ACODECO mantenerse vigilante del mercado, cuidando que se respeten y no distorsionen las reglas del mercado entre los agentes económicos que se disputan el poder del mercado, por un lado y por el otro, que los consumidores cuenten con opciones de consumo y que en su determinación de consumo impere la información necesaria, clara y veraz.

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