‘Es mala idea cobrar tasa a las remesas': Banco Mundial

Actualizado
  • 15/04/2017 02:00
Creado
  • 15/04/2017 02:00
En su informe, el Banco Mundial sustenta varias razones por las que imponer un gravamen a los flujos de remesas hacia el exterior ‘es una mala idea'

Los flujos de remesas de los emigrantes a los países en desarrollo ascendieron a 440 mil millones en 2016, más del triple del volumen de la asistencia oficial para el desarrollo, arroja un reciente informe del Banco Mundial.

Según el Banco Mundial, en muchos países, las remesas constituyen la mayor fuente de divisas. Por ejemplo, en India y México, estos flujos superan a las inversiones extranjeras directas, en Egipto, son superiores a los ingresos provenientes del canal de Suez, y en Pakistán, sobrepasan a las reservas internacionales del país.

IMPUESTOS A REMESAS

En los últimos años, diversos países ricos que acogen a un gran número de migrantes, han empezado a considerar la aplicación de impuestos a las remesas que se envían al extranjero, para aumentar los ingresos y desalentar a los inmigrantes indocumentados.

La lista de países en los que se está analizando este tipo de tributo incluye a Bahrein, Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos.

En la actualidad, en Estados Unidos, Oklahoma cobra un impuesto a las remesas de $5 a los primeros $500 y 1% a los montos superiores a $500. Otros dos estados, Georgia e Iowa, están analizando un gravamen más amplio que incluiría no solo las remesas sino también otros tipos de transferencias.

MALA IDEA

En su informe, el Banco Mundial sustenta varias razones por las que imponer un gravamen a los flujos de remesas hacia el exterior ‘es una mala idea'.

La primera, porque las remesas suelen ser enviadas a familias pobres, los impuestos afectarían, en última instancia, a este grupo más vulnerable, por lo tanto, es probable que sean altamente regresivos.

Otra razón que el impuesto sobre las remesas elevaría el costo de las mismas, contraviniendo de manera directa el compromiso del Grupo de los Veinte (G-20) y las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible relacionadas con la reducción de los costos de las remesas y el fomento de la inclusión financiera.

IMPACTO

Igualmente, advierte el organismo internacional, los trabajadores migrantes pobres tienden a ser sumamente sensibles a los costos de las remesas. Un impuesto sobre las remesas desviará estos flujos hacia canales informales no regulados.

Además, es probable que reduzca los ingresos fiscales, aumente el costo de la administración tributaria y aliente los canales informales de flujos de dinero, elevando los riesgos en materia de seguridad, agrega. Para el Banco, un impuesto sobre las remesas, especialmente si se aplica de manera selectiva a los ciudadanos de un país, puede redirigir los flujos a través de terceros países. En ese caso, los migrantes tendrían que pagar dos veces el cargo que se cobra por enviar remesas.

POCOS INGRESOS

Cálculos del organismo mundial indican que, los ingresos obtenidos de un impuesto sobre las remesas serán pequeños en relación con la base de ingresos del país. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2016, un gravamen a las remesas del 5% daría como resultado ingresos de alrededor de $4 mil millones, o el 0.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), añade.

El organismo también utiliza otras fuentes para fundamentar su análisis, al señalar que, estimaciones de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, indican que una multa potencial del 7% para quienes envían remesas y que no tienen un estatus legal en el país, permitiría recaudar menos de mil millones de dólares en concepto de ingresos, y es probable que los ingresos sean inferiores al costo de la administración tributaria para gestionar y hacer cumplir los impuestos.

Para el Banco Mundial, un impuesto sobre las remesas afectaría también el volumen de negocios de los proveedores de estos servicios, reduciendo así sus pagos tributarios, y podría incentivar a que los empleados y empresarios expatriados, se trasladaran a otros países con tributos más bajos.

‘En el pasado, este tipo de impuestos no dio resultado', advierte el organismo. En Gabón, en 2008, y Palau, en 2013, las recaudaciones tributarias fueron insignificantes, según datos de 2016 a los cuales recurre el organismo internacional.

También, en el pasado, muchos países en desarrollo consideraron gravar los flujos de remesas que ingresaban a sus territorios, pero, al final, muy pocos lo hicieron. Los inconvenientes de imponer un impuesto a las remesas que ingresan a un país son similares a las desventajas de imponer un impuesto a las remesas que salen de un país.

La aplicación de tributos puede promover canales informales de envío de remesas, haciendo que la recaudación impositiva sea más difícil y costosa. También, estos tributos afectarían en forma desproporcionada a las familias pobres, indica.

ELIMINAN IMPUESTO

De hecho, señala el organismo, algunos países que pusieron en práctica impuestos sobre las remesas que ingresaban a sus territorios decidieron eliminarlos.

En 1997, Viet Nam suprimió su impuesto del 5% sobre las remesas y en el país se observó un aumento de las remesas a través de canales formales.

En Tayikistán se eliminó el impuesto estatal sobre las transacciones bancarias transfronterizas en 2003 y esta medida podría haber contribuido al aumento de las remesas formales de $78 millones en 2002 a $256 millones en 2003.

En Filipinas, las remesas estaban sujetas a un impuesto de timbres fiscales, y desde 1995 se eliminó este gravamen a las transferencias que hacen los trabajadores filipinos en el extranjero.

PANAMÁ

En 2016, el monto total de las remesas enviadas y recibidas en Panamá disminuyeron 3%, reveló un reciente informe de la Contraloría General de la República.

Según el informe, las remesas sumaron $1,262 millones en 2016, inferior a los $1,299 millones de 2016.

El año pasado, Panamá recibió $426 millones y envió $836 millones en remesas, causando un balance deficitario por el orden de $410 millones.

Los países que encabezaron el movimiento de remesas con Panamá en 2016 fueron Colombia, Estados Unidos, China, Nicaragua y República Dominicana.

En el caso de Colombia, Panamá recibió $23 millones y envió $256 millones, lo que causo un déficit o fuga de divisa de aproximadamente $233 millones el año pasado.

De parte de China, Panamá recibió $11.6 millones y envió $104 millones, resultando un déficit de $92 millones.

Con Nicaragua, las cifras oficiales revelan que, mientras Panamá recibió $6.9 millones en remesas, envió $83 millones a este país centroamericano.

Estados Unidos es uno de los pocos países donde el balance de las remesas fue favorable para Panamá. Panamá recibió de los Estados Unidos $148 millones y envió $110 millones, un balance positivo de $37 millones.

Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras y Perú también tuvieron un importante movimiento de remesas con Panamá.

LOS PAÍSES ANALIZADOS

La lista de países en los que se está analizando este tipo de tributo incluye a Bahrein, Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos. En la actualidad, en Estados Unidos, Oklahoma cobra un impuesto a las remesas de $5 a los primeros $500 y 1% a los montos superiores a $500. Otros dos estados, Georgia e Iowa, están analizando un gravamen más amplio.

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