Estado, salvavidas de la construcción

Actualizado
  • 22/05/2018 02:00
Creado
  • 22/05/2018 02:00
El presidente Juan Carlos Varela recomendó el arbitraje ante la premura de no retrasar la fecha de entrega de la Línea 2 del Metro

La nueva convención colectiva Capac-Suntracs se selló tras un mes de intensos ataques mediáticos entre ambas partes, paralelo a la mesa de negociación que mantuvo expectativa y realidad distante por mucho tiempo.

El presidente Juan Carlos Varela recomendó el arbitraje ante la premura de no retrasar la fecha de entrega de la Línea 2 del Metro, que debe entrar a operar antes de la Jornada Mundial de la Juventud. Aun así, su consejo no prosperó.

Unos 15 días después del intento, el gobierno jugó otra carta: un aumento mayor en obras estatales, ampliando así la ventaja que ya tenían en este sentido los proyectos de gran envergadura, las famosas megaobras.

PORCENTAJES DE AUMENTO

Los ajustes pactados en la Convención Colectiva 2018-2022

para obras de inversión privada en el sector construcción por cuatro años

para obras estatales, aplica a ayudantes generales y obreros calificados por cuatro años

al término de cuatro años para megaobras como el Metro de Panamá y el cuarto puente sobre el Canal.

Las sonrisas de todos los presentes durante la firma de la convención colectiva el pasado viernes lo confirman. Las tres partes —gobierno, empresas y sindicato— estaban contentas.

Un comunicado emitido ayer por la Capac lo desnuda: ‘La estructura de salarios acordada para obras del sector público recoge recomendaciones del Órgano Ejecutivo expresadas públicamente durante el proceso de negociación, las cuales fueron ponderadas por ambas partes, en vías de lograr un acuerdo salarial que distribuye la carga de los nuevos salarios entre el mercado privado y el mercado público'.

El gremio atribuye la diferencia a que el peso del salario en una obra privada es de 45%, mientras que en una obra pública de infraestructura es de 15% por ‘el uso masivo de máquinas y equipo'; sin embargo, no hace alusión a los márgenes de ganancia en cada caso.

El gobierno activó el Decreto Ejecutivo N° 06 del 23 de enero del 2012, emitido en el quinquenio pasado, cuando aún los panameñistas eran parte de la alianza gubernamental y cuyo propósito era resolver conflictos laborales y paralización de megaproyectos en desarrollo, dentro de los cuales están las líneas del Metro, el cuarto puente sobre el Canal, la costanera Sur y Pacífica: Panamá-Sajalices y el tren Panamá-David, este último agregado a la lista el pasado viernes para la última convención colectiva.

El expresidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos de Panamá Abdiel Cano dijo en entrevista a TVN Noticias que es la primera vez que se marca una diferencia entre el salario de una obra estatal y una privada, cuando el trabajo, y quien lo realiza, es el mismo. ‘No hay razón para esa diferencia', espetó.

Cano también aseguró que esto traería sobrecostos en las obras estatales, impactando algunas de vital importancia, como escuelas, hospitales y viviendas de interés social.

El gobierno no ha dicho públicamente cuánto representa para el erario la diferencia de salario ofrecida para obras estatales que selló el acuerdo y puso fin a la huelga, pero ya el presidente del Metro de Panamá, Roberto Roy, salió al paso diciendo que este aumento salarial impactará el costo total de la obra y afectará el cronograma de entrega.

MÁS ADENDAS

Los ingenieros calculan sobrecostos por el incremento de subsidios para viviendas de interés social, adendas para incrementar el costo final de las obras estatales, sobrecostos para poder ajustarse a los tiempos de entrega, aparte de que menos personas tendrían acceso a viviendas de interés social que construya el gobierno porque su precio se elevaría, los espacios serían más reducidos y las letras más altas. Cano explicó que incluso hay costos ocultos que se van a disparar, aquellos que no son computados cuando se hacen los acuerdos.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus