Retraso en planta de gas natural también incide en alza de la luz

Actualizado
  • 12/07/2018 02:00
Creado
  • 12/07/2018 02:00
A finales de 2017, Gas Natural del Atlántico, en Colón, filial de AES, en Panamá, pidió a la ASEP una prórroga para iniciar la operación comercial en septiembre de 2018 y no en mayo, como estaba planificado

El retraso de la entrada en operación del proyecto Costa Norte, a cargo de Gas Natural del Atlántico, en Colón, filial de AES, en Panamá, impactó en el ajuste tarifario que pagarán los usuarios durante el segundo semestre de 2018, además del retraso de la tercera línea de transmisión.

IVÁN BARRÍA
EXDIRECTOR DE ETESA

‘El primer contrato de generación a gas debió entrar en abril de 2018, yo lo asigné, pero no depende de Etesa'

A finales de 2017, la empresa solicitó formalmente a la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) una prórroga para que la generación iniciara a partir de septiembre de 2018, cuatro meses después del mes pactado (mayo), como lo informó el presidente ejecutivo de AES en Panamá, Miguel Bolinaga, en el informe de avance de ese mes.

La solicitud obedeció a que la empresa tuvo complicaciones en la construcción de la línea de transmisión del diseño original.

Desde el anuncio del nuevo ajuste, el pasado 5 de julio, los gremios privados han manifestado su rechazo y a nivel nacional se han generado protestas, ya que ahora quienes consuman más de 300 kW/h pagarán $0.015 al mes.

AJUSTES

En el informe anual ‘Memoria de 2015' de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), se lee que, según el entonces director, Iván Barría, se había realizado una serie de acciones que aseguraban el suministro a corto plazo de energía. De esta manera, según Barría, la tarifa se mantendría ‘estable por quince años, independientemente de las variaciones del precio del petróleo' y por ende, la competitividad de la economía.

Al conocerse del nuevo ajuste tarifario, La Estrella de Panamá consultó a Barría sobre los argumentos que sustentan el alza. El exfuncionario respondió que las pérdidas por ineficiencia en inversión y los costos de generación obligada (penalización por falta en capacidad de transmisión) de $130 millones lo deben asumir los accionistas, no los consumidores. Además, dijo que el impacto en la tarifa de la línea tres debe ser de solo $0.0043 por kW/h, y no de $0.015, como se ha establecido.

Barría, que salió de Etesa hace más de un año, sostiene que el primer contrato de generación a gas debió entrar en abril de 2018. ‘Yo lo asigné, en su momento, pero no depende de Etesa', indicó.

Se tiene previsto que en 2020 los dos contratos de gas logren reemplazar los contratos vigentes que están indexados al búnker.

Con ello, a partir del año 2020, en Panamá ‘no debe subir' la tarifa eléctrica. ‘Esos cambios toman tiempo y hay que esperar que se venzan los contratos viejos a precios altos', dijo Barría.

Ante los hechos, la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón, a través de su presidenta, Usha Mayani, advirtió que aunque no alcance directamente al 75.5% de los clientes, estos también percibirán el impacto de la nueva tarifa, pues afectará a panaderías, cafeterías, salones de belleza, entre otros servicios, que también deberán incrementar sus costos, los cuales asumirá el panameño de a pie.

Al igual que Mayani, Gabriel Barletta, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, consideró ‘apremiante ejecutar el proyecto de la cuarta línea de transmisión, antes de que las proyecciones estimadas para su necesidad sean desbordadas, como en esta ocasión'. A la vez, indicó Barletta, se debe fortalecer la competitividad y eficiencia de Etesa en el mercado de electricidad.

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