FMI recomienda flexibilizar inmigración laboral

Actualizado
  • 28/10/2020 00:00
Creado
  • 28/10/2020 00:00
La competitividad del país se verá comprometida si no se invierte en digitalización, educación y capacitación de mano de obra. El Fondo Monetario Internacional recomienda abrir temporalmente la puerta a extranjeros para disminuir las brechas en habilidades laborales

Para poder ingresar al grupo de países más competitivos del mundo y de la región, Panamá debe invertir en tres renglones fundamentales: educación de calidad en todos los niveles, tecnología digital y capital humano.

Son pilares fundamentales para atraer inversión extranjera, generar empleo formal, inserción laboral y lograr la inclusión de las poblaciones vulnerables al desarrollo del país. No obstante, este escenario ideal se conjuga con un alto porcentaje de deserción escolar, debilidades en la formación de mano de obra, tasas de desempleo superiores al 20% y una pandemia que agravará la crisis económica en caso de un rebrote que rebase la capacidad del sistema sanitario.

El objetivo debe ser brindar conectividad a internet en cualquier lugar del país. Una deficiencia que la pandemia sacó en cara al sector educativo, el cual evidenció que el 30% de los estudiantes del país no cuenta con acceso a internet. El Ministerio de Educación registró que el 80% de los alumnos conectados, atiende las clases por WhatsApp.

Estas ausencias amenazan con elevar los niveles de deserción escolar, por ende, la desigualdad social.

Las estadísticas ponen en contexto lo anterior. El asesor empresarial René Quevedo recuerda que entre 2013 y 2019, la deserción escolar en educación premedia y media fue de 63% (a incrementarse como consecuencia de la covid-19), y 95% de los graduandos humildes está probando suerte en un mercado laboral para el cual no está preparado.

Panamá registró -12% en las exportaciones de enero a mayo de 2020.

Por otro lado, la “generación PISA 2019” tiene serias dificultades para comprender lo que lee y realizar operaciones matemáticas simples, y Panamá es el país donde las empresas menos capacitan a su personal en toda Latinoamérica, por lo que la inclusión productiva de sus jóvenes humildes plantea un enorme reto en el sexto país más desigual del mundo”, recalca Quevedo.

“La educación es el gasto con mejor rendimiento social. En la medida que se invierta en educación se mejoran los resultados en las pruebas Pisa”, detalló Alejandro Santos, jefe de misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Panamá.

Aunado a lo anterior, las universidades panameñas están consideradas por debajo de la media latinoamericana. Esto contribuye a la ausencia de oferta de mano de obra con las habilidades que requiere el mercado laboral para dar mejores oportunidades y reducir la brecha de la desigualdad. Se necesitan 15 años para formar a los nuevos profesionales.

FMI recomienda flexibilizar inmigración laboral

En el ranking de competitividad de 2019 elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que va de 0 a 100, donde el último es la mejor calificación, en materia institucional califican a Panamá con 40 puntos, en dinamismo empresarial 60, la estabilidad macroeconómica se midió en 90, igual que salud. En infraestructura se asignaron casi 80 puntos al igual que el sistema financiero, mientras que el dinamismo de negocios recibió una nota de 60.

Los altibajos que muestra esta radiografía indican que permanecen desafíos importantes.

Algunas recomendaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se enfocan a fortalecer el entorno de negocios. “Hay fallas importantes que ponen a Panamá en el sitio 86 de 190 economías, además tiene pendiente la resolución de conflictos y el fortalecimiento de la recolección de impuestos. Panamá es uno de los países que menos recauda en la región”, indicó Verónica Zavala, gerente de países de Centroamérica del BID, en el XII foro organizado por el Centro Nacional de Competitividad, que preside Irving Halman.

Otro punto que resta competitividad al país frente a otras naciones es la falta de credibilidad en el sistema judicial, especialmente en la resolución de conflictos entre instituciones, ciudadanos y empresas.

Inmigración laboral

En materia laboral, el FMI recomienda flexibilizar la ley de trabajo para los extranjeros, un punto muy debatido en la sociedad panameña en la que se enfrentan corrientes que se oponen a ampliar el porcentaje de extranjeros que permite el Código Laboral en las empresas, por considerarlo invasivo ante las oportunidades que tienen los nacionales en los puestos de trabajo.

El FMI tiene una visión distinta. Observar muchas “restricciones sobre permisos para trabajadores extranjeros, un máximo 10% y profesiones protegidas. No obstante, atraer mano de obra extranjera es una forma de reducir las brechas de mano de obra calificada, además los expertos traen nuevas ideas y conocimiento”, señaló Santos.

Considera que ayudaría a mejorar la capacitación laboral, la integración de la migración y la diseminación de conocimientos hacia el resto del personal de la empresa.

El FMI sugiere apalancar y fomentar la difusión de conocimientos a través de la atracción de inversión extranjera y aumentar la calidad de las instituciones de investigación. “La inmigración también conlleva a reducir las brechas de las competencias laborales, tomando en cuenta que los especialistas extranjeros traen nuevos conocimientos e ideas a pesar de que la mano de obra extranjera es más cara”, puntualizó Santos.

FMI recomienda flexibilizar inmigración laboral

No se trata de inundar el sector laboral con mano de obra extranjera, pero sí atraer a especialistas puntuales, en temas en los que Panamá presenta déficits. Para ello la organización internacional recomienda “abrir la puerta, aunque sea de manera temporal”, traer a profesionales de otros países, capacitar la mano de obra panameña y después volver a las reglas de las restricciones del Código Laboral.

Un ejemplo de lo que deja escapar Panamá con las limitaciones impuestas es que “a un extranjero no se le permite cambiar de trabajo, o si se jubila no seguir trabajando, deberían aprovecharlo para trasladar sus conocimientos”, reiteró Santos.

Los sectores de crecimiento que mira el FMI con mejores ojos son el de la Fintech, biotecnología, tecnología de información, comercio electrónico, turismo y transporte. No obstante, “son actividades muy disputadas en el mundo y Panamá debe tratar de invitar a jugadores clave para que inviertan en su país”, señaló Santos.

Peor crisis del siglo

La pandemia ha causado impactos en la región que llevan a calificarlos como la peor crisis del siglo. “Una década perdida, con un ingreso per cápita que retrocederá a los niveles de 2010, la tasa de desocupación alcanzará 13,5%, y habrá 44 millones de desempleados, lo que aumenta el riesgo de segmentación, precarización y polarización en los mercados laborales”, manifestó Giovani Stumpo, jefe de la Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Añadió que esto representa el cierre de 2,7 millones de empresas formales. Todos los factores anteriores harán retroceder 10 años el nivel de producto interno bruto (PIB) y volver a los niveles de pobreza de hace 14 años.

La Cepal clasifica en fuerte, significativo y moderado el impacto de la pandemia según la actividad.

Esto es preocupante para la Cepal porque, de acuerdo con la medición efectuada en 27 países, el impacto afectará un tercio del empleo formal.

Se estima que en la región cerrarán 1,463,730 empresas y se perderán 4,121,301 empleos, lo que provocará en pensar reconstruir mejor las empresas, en un contexto de mayor sostenibilidad a largo plazo.

Esto se traduce en nuestro país en el aumento de la brecha externa de productividad parecida a la que teníamos en la década de 1980 y en menor medida en la de 1990.

El empleo informal se define al relacionado con todos los trabajadores que no tributan sobre la renta devengada en el empleo informal y sin acceso a la seguridad social, como las siguientes: “empleados de empresa privada sin contrato de trabajo; trabajadores por cuenta propia; patronos cuyas empresas cuenten con menos de cinco empleados; personas que prestan servicio doméstico; trabajadores familiares”, define Quevedo.

En Panamá, “en los últimos 8 años (2011-2019), 3 de cada 4 empleos creados fueron informales. Entre 2014 y 2019, el porcentaje subió a 85% (el otro 15% fue el resultado del aumento de la planilla estatal, con la incorporación de 35,350 nuevos funcionarios). Entre 2018 y 2019, 100% de la expansión del empleo fue informal”, añadió Quevedo.

En los últimos 20 años el desarrollo de América Latina se dio por el crecimiento del empleo, igualmente aunque Panamá ha sostenido una aporte a la productividad o crecimiento del PIB del 45% en este periodo, está lejos del promedio mundial de la Eurozona, India o Asia que es del 80% o 90%. Se evidencia un mejor desempeño en Panamá en comparación con la región, pero aún así está lejos de las fronteras del desarrollo como Estados Unidos.

El factor de productividad de Panamá, de acuerdo con Halman, ha caído de un 27% a un 4% entre 2014 y 2017.

La cara interna de la productividad, según la Cepal, se evidencia en la brecha entre empresas grandes y pequeñas de la misma región o del mismo país. Existen empresas con altos niveles de valor agregado por trabajador, mientras que las demás alcanzan niveles muy bajos, en particular las microempresas.

Exportaciones se desploman en la región
Caídas dramáticas

En materia económica, un vistazo a los efectos que dejó la pandemia en el mundo brinda las señales en las que debe enfocarse el país.

La Comisión Económica para América Latina (Cepal) reflejó que entre enero y mayo del corriente, las exportaciones de América Latina y el Caribe cayeron un -23.9%, las de Estados Unidos un -22.2%, mientras que en la Unión Europea se calculan en -14%.

La organización describe una caída en las exportaciones de bienes de -23% (precio -11% y volumen -12%) a nivel mundial, lo que representa el peor desempeño en 80 años, y que al mismo tiempo se traduce en un impacto muy fuerte por el lado de la oferta y demanda de productos.

Solo en cuatro países de la región –Costa Rica, Honduras, Guatemala y Nicaragua– se reportaron crecimientos en este sector, gracias a las exportaciones agropecuarias, en comparación con Panamá que registró -12% debido a las medidas de confinamiento adoptadas para contrarrestar el virus.

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