Trabajadores panameños reciben el 1 de mayo con más desempleo, pobreza e informalidad

Actualizado
  • 01/05/2021 00:35
Creado
  • 01/05/2021 00:35
La pandemia ha castigado con dureza a los trabajadores en Panamá. Para 2020 el desempleo pasó de 7.1% a 18.5%, el incremento más grande de los últimos 20 años. En tanto que la pobreza subió del 15.7% al 19%.

Panamá conmemora el Día Internacional del Trabajador en medio de un aumento del desempleo, la informalidad, la pobreza y la crisis del programa de jubilaciones de la Caja del Seguro Social (CSS).

Los indicadores muestran que el duro golpe económico por la pandemia, ocasionó que el desempleo pasara de 7.1% en 2019 a 18.5% en 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).

“La tasa de desocupación tuvo un incremento significativo respecto a los últimos 20 años. El número de desocupados es de 371,567 y se incrementó en 225,456 personas más”,  de acuerdo a cifras del INEC. Al tiempo que, detalla la institución, la informalidad pasó el año pasado de 44.9% a 52.8%.

Cifras del Banco Interamericano de Desarrollo muestran para este año un aumento de la pobreza, de 15.7% al 19%.

“Durante la pandemia los trabajadores quedaron desprotegidos, ya que hemos pagado y cargado con la crisis económica. Mientras que al sector empresarial se la han garantizado toda una serie de medidas, cuando nunca dejaron de ganar”, criticó Nelva Reyes, secretaria general de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP).

Hasta la fecha, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral registra 284 mil 209 contratos suspendidos y 141 mil 707 contratos reactivados a nivel nacional.

La situación es aún más difícil para las mujeres, explica Reyes, que con la pandemia estas han tenido que dedicar el triple del tiempo a las tareas domésticas y al cuidado de adultos mayores y niños.

Amenazas a la Seguridad Social

El déficit del programa de pensiones de la Caja de Seguro Social (CSS) es otro de los problemas que enfrentan los trabajadores hoy. 

Abrieron una mesa de "diálogo" impulsada por le gobierno, esta ha sido denunciada por la mayoría de los sindicatos y gremios de trabajadores como un espacio "diseñado para beneficiar" a los grandes empresarios del país. 

De allí que  el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato) anunció la suspensión de su participación. “Hasta ahora el proceso carece de lo fundamental para ser un espacio efectivo de diálogo social. Solicitamos al presidente que eleve la discusión al nivel superior de tema de Estado y llame a hacer un alto en los debates infructuosos, que tienen lugar en la Mesa del Diálogo”, manifestó el gremio.

Para el economista Juan Jované, parte del problema es la falta de transparencia en cuanto a la situación financiera de la Caja, empezando por  las cifras del déficit, ya que unos dicen $65 mil millones y otros $87 mil millones. 

“Realmente lo que ocurre es que los datos que usó la Junta técnica Actuarial se saben que están fallados porque los programas de computación de la caja están muy sesgados, entonces, es bien difícil saber una cifra real”, subrayó.

Reformas al Código de Trabajo

Otro punto de tensión que dejó la pandemia fue la modificación temporal del Código de Trabajo.  

Tras la crisis de la covid-19, con las medidas de cuarentena, los cierres de empresas y la pérdida de empleo. El Gobierno tomó la decisión de reformar parcialmente el Código de Trabajo mediante la Ley 157 del 3 de agosto de 2020 (que ya quedó sin efecto) y la Ley 201 de 2021. Unas medidas que según el Ejecutivo iban a brindar "protección" a los trabajadores.

“Las reformas han apoyado la seguridad jurídica de las empresas, pero no se pensó lo suficiente para los trabajadores. No es estar a favor del trabajador y la trabajadora o a favor de las empresas. El rol del gobierno en mercados laborales es ayudar a balancear las condiciones de negociación entre empresas y empleados. En este caso, las leyes disminuyeron el poder de negociación de muchas personas empleadas y suspendidas. Hubo que recordarle al gobierno el derecho de licencia de maternidad”, manifestó Javier Stanziola del Centro de Investigaciones de Estudios Políticos (CIEPS).

El investigador expresó que es importante implementar programas para apoyar a trabajadores como se hizo en otros países, como el pago del salario mínimo o un porcentaje del salario. “Es imprescindible implementar programas laborales activos para apoyar la reinserción laboral, sobre todo de las mujeres y las personas entre 20-29 años, que han sido las más afectadas según datos del INEC. Necesitamos ir más allá de darles guías y charlas. Necesitamos programas de pasantías a largo plazo y pagadas para realmente ayudar a estas personas a entrar y mantenerse en el mercado laboral”, dijo.

En medio de las reformas, volvió a surgir la discusión de si el Código de Trabajo merecía pasar por una modificación permanente.

En opinión del economista Guillermo Chapman, sí era necesario. Para el que también fuera ministro de economía durante el gobierno de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999), estas medidas debían tomarse ante la "rigidez" del mercado laboral que se traduce en baja productividad de la economía. 

En un informe denominado “Hacia una Nueva Visión” Chapman recomendó flexibilizar las carreras a los extranjeros para que ocupen cargos especializados ante la "falta" de personal panameño capacitado. Además, propone que empleado y empleador negocien los recargos de jornadas extraordinarias, días de descanso, entre otros. Una postura que no es compartida por los sectores de los trabajadores organizados.

La secretaria general de la CGTP recordó que del 2009 al 2010 hubo un crecimiento económico y el Código de Trabajo se encontraba funcionando sin controversia. “El Código de Trabajo no ha impedido que la economía panameña se mantenga lo que ha pedido es que las empresas sigan triplicando las ganancias que hacen la desigualdad. No permitiremos que nos quiten las conquistas laborales logradas”, dijo Reyes.

Stanziola, por su parte, contestó que el Código de Trabajo si necesita reformarse, pero en un entorno donde estén las voces de todos los sectores, no solo el empresarial; y que estas sean parte activa del debate, donde se tomen decisiones  basadas en evidencia de qué funciona para incrementar el bienestar de todas las personas. 

“En un país como el nuestro, donde la brecha de ingresos entre los más ricos y pobres es la segunda más grande después de Honduras, según el World Inequality Income Database, debemos estar planteando proyectos integrales que aumenten tanto la innovación y productividad como la participación de las personas trabajadoras en juntas directivas tomando decisiones estratégicas y financieras. Los mejores ejemplos de cómo esto funciona lo tenemos en Alemania y Suecia. Estos países lideran en productividad e innovación y también en asegurar el bienestar de las personas en el mercado laboral”, mencionó el investigador.

Para hoy está convocada una marcha unitaria de diversos sindicatos, gremios profesionales y estudiantiles, que saldrá a las 8:00 a.m. de la parque Porras para llegar a la plaza 5 de Mayo por el Día Internacional del Trabajo, en recuerdo a los Mártires de Chicago que permitió hace 135 años se alcanzarán el derecho a las ocho horas de trabajo. Antes de esto, las jornadas podrían durar por día hasta 18 horas.

“No podemos retroceder en estas conquistas de hace 135 años, que quiera hacer el sector empresarial al flexibilizar el Código de Trabajo y hacernos trabajar más de las ocho horas sin pagar horas extras”, sentenció Reyes.

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