Banco Mundial proyecta que la economía de Panamá se expandirá 7,8% este año

Actualizado
  • 12/01/2022 00:00
Creado
  • 12/01/2022 00:00
Los pronósticos apuntan a que la economía de Panamá cierre 2021 con un crecimiento de 9,9% y se expanda este año por encima de sus países vecinos, revela el informe del Banco Mundial: Perspectivas económicas mundiales
La crisis ocasionada por la pandemia causó un fuerte impacto a la economía panameña.

Tras la fuerte contracción registrada en 2020, se espera que la economía de Panamá cierre 2021 con un crecimiento económico de 9,9%; mientras que para 2022 se espera que se expanda un 7,8% y para 2023 un 5,0%, según las previsiones del Banco Mundial.

Con este repunte, la economía de Panamá se ubicaría entre las de mayor dinamismo en Centroamérica y en América Latina y el Caribe, revela el más reciente informe del Banco Mundial: Perspectivas económicas mundiales, difundido este martes 11 de enero.

A nivel de la región, por detrás de Panamá se pronostica que Guatemala cerraría 2021 con un crecimiento de 21,2%, Belice con 9,0%, Honduras con 4,7%, El Salvador con 8,0%, Nicaragua con 5,5% y Costa Rica con 5,0%.

Mientras que para 2022 se prevé que la economía de Guatemala crezca 3,9% y para el próximo año 3,5%, Belice 4,0% y 1,8%, en el orden respectivo; Honduras 4,4% y 3,8%, El Salvador 4,0% y 2,5%, Nicaragua 3,0% y 2,5% y Costa Rica 3,5% y 3,2%.

Por su parte, a nivel de América Latina y el Caribe se espera que la economía de Guyana muestre un crecimiento superior a los demás países que forman la región (49,7% en 2022 y 25,0% en 2023).

A este le siguen Santa Lucía (9,6% y 7,1%, respectivamente), Barbados (8,5% y 4,8%), San Vicente y las Granadinas (8,3% y 6,1%), Dominica (8,1% y 5,9%), Bahamas (8,0% y 4,0%) y Panamá (7,8% y 5,0%), por encima de sus países vecinos Costa Rica y Colombia.

Por otro lado, se proyecta que la economía de Brasil se desacelere hasta llegar al 1,4% en 2022 (debido a la limitada confianza de los inversionistas, la erosión del poder adquisitivo derivada de la alta inflación, el endurecimiento de la política macroeconómica, la desaceleración de la demanda de China y la caída de los precios del mineral de hierro) para luego repuntar al 2,7% en 2023. El crecimiento de México, por su parte, disminuirá según las proyecciones hasta el 3% en 2022 y el 2,2 % en 2023.

Igualmente, se espera que los cuellos de botella de las cadenas de suministro persistan durante la primera mitad de 2022, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, y la política macroeconómica se endurecerá.

Por otro lado, las proyecciones indican que en Argentina el crecimiento se desacelerará al 2,6% en 2022 a medida que el consumo privado se atenúe como consecuencia de la reducción del estímulo fiscal y la inversión disminuya, aunque el continuo impacto del fuerte crecimiento de 2021 dio lugar a una mejora del pronóstico para 2022. Los fuertes rebotes cíclicos observados en Chile, Colombia y Perú en 2021 se debilitarán en 2022 y nuevamente en 2023.

En Centroamérica, el crecimiento se mantendrá sólido en 2022, en un 4,7%, debido a la mejora en las perspectivas respecto de la vacunación contra la covid-19 y la entrada firme y continua de remesas. Asimismo, se espera que en la mayoría de los países del Caribe el crecimiento se acelerará en 2022 como resultado del repunte previsto en el turismo internacional.

El Banco Mundial, a su vez, advierte de que estas perspectivas están expuestas a diversos riesgos de deterioro, entre los que se incluyen un aumento abrupto en la cantidad de casos de covid-19, tensiones en el financiamiento y estrés.

Se espera que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, del 5,5% en 2021 al 4,1% en 2022 y al 3,2% en 2023, a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo.

Advirtió que la rápida propagación de la variante ómicron indica que probablemente la pandemia continuará afectando la actividad económica en el corto plazo.

“La economía mundial se enfrenta simultáneamente a la covid-19, la inflación y la incertidumbre respecto de las políticas; el gasto público y las políticas monetarias se adentran en un territorio desconocido. El aumento de la desigualdad y los problemas de seguridad son particularmente perjudiciales para los países en desarrollo”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.

“Para lograr que un mayor número de países se encamine hacia un crecimiento favorable, se requiere la acción internacional concertada y un conjunto integral de respuestas de política en el nivel nacional”, matizó Malpass al revelar los resultados del reporte.

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