Un llamado a la acción: Erradicando la violencia mediática

Actualizado
  • 14/05/2023 00:00
Creado
  • 14/05/2023 00:00
Estos estereotipos imponen atributos y funciones específicas a los individuos, basándose únicamente en su pertenencia a un grupo social. La prevención y atención de la violencia requieren un enfoque integral
Un llamado a la acción: Erradicando la violencia mediática

Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la reproducción de estereotipos de género, actuando como agentes de socialización que perpetúan normas excluyentes de masculinidad y feminidad. Estos estereotipos imponen atributos y funciones específicas a los individuos, basándose únicamente en su pertenencia a un grupo social. Esta reproducción de violencia simbólica, explicada por la antropóloga Marcela Lagarde, busca controlar a las mujeres, educándolas a través del daño y el debilitamiento.

La complejidad de identificar la violencia mediática, una forma en que se manifiesta la violencia simbólica, hace que sea necesaria la articulación de acciones para prevenirla. Estas representaciones están arraigadas y normalizadas en nuestra sociedad, imponiendo una construcción social de género que perpetúa asimetrías de poder y relaciones de dominación. El Observatorio de Violencia contra las Mujeres en Perú ha documentado ejemplos claros de esta reproducción de estereotipos en la prensa y la publicidad, como asignar roles domésticos únicamente a las mujeres y cosificar la imagen femenina.

En el contexto de Panamá, es importante destacar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres, lo cual nos obliga a dirigir nuestra atención no sólo hacia las formas visibles y explícitas de violencia, sino también hacia lo que se considera “normal” o “natural” en la sumisión de la mujer en las relaciones sociales, personales y profesionales.

La prevención y atención de la violencia requieren un enfoque integral. Es fundamental promover la educación y concienciación sobre los estereotipos de género, fomentando una visión igualitaria y respetuosa de las mujeres en todos los ámbitos. Asimismo, se deben establecer normas claras y mecanismos de monitoreo para evitar la difusión de contenidos que promuevan la violencia y la discriminación de género.

El sociólogo Pierre Bourdieu nos enseña que la violencia simbólica se manifiesta en diferentes espacios de socialización, por lo que su disminución no depende exclusivamente de los medios de comunicación. Sin embargo, es responsabilidad del Estado garantizar que los medios no sean utilizados para perpetuar desigualdades de género. En este aspecto, percibo una falta de competencia y voluntad para abordar este problema. Sería muy valioso analizar los contenidos difundidos en servicios de transmisión y redes sociales como un termómetro social que nos permita identificar acciones concretas que nos acerquen a superar esta situación.

Desde la iniciativa del Observatorio de Violencia Mediática, hemos estado muy atentas a la constante utilización de imágenes sexistas en la contraportada de los tabloides, a titulares ofensivos y anuncios sexuales donde se venden mujeres. Esto ha impulsado un debate sobre el tema y ha generado espacios para sensibilizar a periodistas, comunicadores y estudiantes sobre la importancia de difundir información de manera responsable.

Regularmente, convocamos al Consejo Nacional de Periodismo (CNP) para comentar sobre los resultados del seguimiento, lo que nos permite promover medidas correctivas e identificar buenas prácticas.

Aún falta camino por recorrer en la forma en que se aborda la violencia de género desde los medios de comunicación. En ocasiones, hemos observado la tendencia de proporcionar detalles precisos e imágenes explícitas sobre la forma en que se ejerce la violencia.

Es importante tener en cuenta que el objetivo al presentar estos casos debe ser informar de manera responsable y ética, evitando hacer acotaciones estigmatizantes que contribuyan a revictimizar a las personas afectadas y aumentar el dolor y la angustia de sus familiares y conocidos. Es crucial que quienes ejercen el periodismo sean conscientes del impacto que las palabras y elecciones visuales tienen en la cobertura de los casos de violencia.

Como comunicadora y docente, sé que desde nuestra profesión podemos contribuir a la prevención de la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, esta lucha no es responsabilidad exclusiva de un solo sector, sino una tarea que nos compete como sociedad en conjunto. La audiencia también tiene un papel importante y debe unirse para promover la evolución y transformación de una cultura mediática.

Ya que está conociendo mi opinión, le insto a expresar la suya utilizando los canales de retroalimentación proporcionados por este diario. Además, comparta su descontento y haga sugerencias sobre el tipo de contenido que le gustaría ver, leer o escuchar en los medios de comunicación locales. Involúcrese en la discusión y el debate sobre los temas que le interesen, le preocupen o le afecten. A través de una acción conjunta, podremos avanzar hacia una sociedad en la cual todas las personas, sin importar su género, puedan vivir libres de violencia.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus