¿Qué consumidor tenemos después de 8 años?

Después de ocho años dedicados a la protección del consumidor me parece que mucho se ha construido en comparación la Entidad que nos encontramos inicialmente, aunque aún falta mucho por hacer, si es bueno mirar hacia atrás y ver que hemos sido parte de muchos cambios en el consumidor panameño.

Si comparamos al consumidor de hoy con el de hace ocho años vemos una transformación extraordinaria en su actitud; es más educado en esta materia, sus cuestionamientos son más complejos, no está dispuesto a ceder tan fácilmente sus posiciones y en esencia sabe que tiene derechos y los ejerce.

Los agentes económicos se cuidan más por hacer las transacciones en debida forma y buscan orientación previamente en caso de dudas.

Los consumidores de hoy cuentan con normas mucho más beneficiosas, sólo por mencionar algunos aspectos relevantes, hoy cuenta con abogados gratuitos; decisiones de la Entidad Administrativa hasta el monto de los $2,500; garantía legal mínima de bienes y servicios; términos de prescripción de 5 años; protección en el uso de tarjetas de crédito, todas éstas y muchas otras que antes no tenía.

Además de contar con una multiplicidad de herramientas tecnológicas que hace más fácil el poder interponer su denuncias o quejas (desde líneas gratuitas hasta twitter, facebook, solo por mencionar algunas).

Principalmente contamos con una filosofía de Protección al Consumidor muy distinta a la existente hace algunos años, misma que ha permeado a sectores que antes no contaban con este tipo de cultura.

Hoy vemos en una Superintendencia de Seguros y de Banco departamentos especiales que protegen los derechos de los consumidores, incluyendo la protección legal gratuita en algunos casos.

Antes era impensable que los acudientes reclamaran los derechos de sus acudidos, especialmente los referentes a costos de las anualidades u otros gastos, hoy exigen información oportuna y el cumplimiento de la ley en todos los ámbitos.

Antes los consumidores debían rogar por la entrega de sus viviendas y empezar a rogar a partir de allí, para que la misma no tuviera ningún vicio de construcción; hoy reclaman sus derechos antes de la entrega, verifican los aumentos de costos de los materiales y exigen las reparaciones previamente.

Falta mucho por hacer en esta materia, especialmente acortar los tiempos de respuesta, sin embargo dejamos a una ACODECO en ese camino. Recuerda: Un consumidor informado tiene poder!

EXADMINISTRADOR GENERAL ACODECO