BID elogia avances de Panamá para fortalecer la economía creativa

Actualizado
  • 12/03/2024 00:00
Creado
  • 11/03/2024 20:35
Trinidad Zaldívar, jefa de la unidad de Creatividad y Cultura del BID, habló sobre el potencial que ha generado el país, tanto nacional como regional, a raíz de la aprobación de la reciente Ley 424 que busca impulsar este segmento
Elis Newman, director nacional de Economía Creativa de MiCultura

En Panamá, la recién creada Ley 424 que promueve la cultura, la educación y el emprendimiento mediante la economía creativa, no solo es un paso hacia la dirección correcta para fortalecer esta industria, sino también crea una agenda pública para la discusión de estos temas, de los que a nivel regional no hay mucho avance.

Para Trinidad Zaldívar, jefa de la unidad de Creatividad y Cultura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que haya una política para el sector es muy importante porque abre la cancha para que se generen los fondos, lineamientos y acciones para que cada una de sus actividades puedan ir desarrollándose de manera saludable, de acuerdo con el potencial que tienen.

Según Zaldívar, con una norma como esta el país podrá tener más claridad de lo que son estos sectores, para así apoyarlos en su crecimiento e identificar muy bien qué instrumentos requieren.

Otro factor, dijo, es el rol que puede tener el sector privado dentro de la ley, es decir, qué tanto se facilita su entrada porque “sin el sector privado estas industrias no van a despegar nunca, son muy importantes”.

“Contar con una política para el sector es un paso importante porque ayuda a que estos ecosistemas se comuniquen y trabajen lo más armoniosamente posible desde el sector público, privado, academia e industria. Ahora viene la aplicación de la política y eso, por supuesto, deberá requerir tanto entusiasmo y compromiso como fue la elaboración de la misma”, comentó la jefa de la unidad de Creatividad y Cultura durante su participación en Expocomer 2024.

La ley

La Ley 424, publicada en Gaceta Oficial el 21 de febrero de 2024, fue impulsada por el Ministerio de Cultura (MiCultura) y la Asamblea Nacional.

La nueva ley tiene entre sus propósitos desarrollar el ecosistema de economía creativa, impulsar la educación en materia cultural, de emprendimiento e industrias creativas, como sector estratégico y motor de desarrollo cultural, social y económico del país.

“La economía creativa está ligada a las experiencias culturales y al ecosistema de las industrias creativas y culturales, como las artes escénicas, el teatro, cine, diseño, creación de videojuegos, actividades turísticas y gastronómicas”, recoge la ley en mención.

Reglamentación

Tras su publicación en la Gaceta Oficial, el Ministerio de Cultura podrá ampliar los logros alcanzados en 2023. Ahora el siguiente paso es su reglamentación, que de acuerdo con la norma dicta un tiempo de seis meses, informó Elis Newman, director nacional de Economía Creativa de MiCultura, quien ponderó que lo sano sería iniciarla en el actual gobierno, pero quieren darle la oportunidad a que llegue la nueva administración para que también opine sobre la reglamentación. Por el momento, comentó, estarán conversando y llevando adelante tópicos específicos para que cuando entre el nuevo gobierno tenga la línea base de lo que se estuvo desarrollando.

“El siguiente paso es reglamentar, pero la misma ley ya deja establecido en sus artículos el concepto de qué es economía creativa, para que no solo quede en el imaginario, sino que salgan acciones para el desarrollo de políticas públicas. Además, involucra a otras instituciones en la colaboración para el desarrollo de planes y currículo con temas de economía creativa, para que de manera transversal se puedan incluir en el Ministerio de Educación”, explicó Newman.

En caso de que se dé un arranque en la discusión de una reglamentación, el director nacional de Economía Creativa de MiCultura dijo que es importante que exista una activa participación de todos los actores vivos del ecosistema cultural, llámese organizaciones, fundaciones, gremios, sindicatos, cooperativas, instituciones y sector privado, que son los que pueden construir las políticas públicas, ya que la idea es que lleguen a acuerdos y sin oposición.

Potencial

Según Newman, la industria creativa y cultural de Panamá representa casi el 3,1% del valor agregado, tomando en cuenta que existe “un alto potencial” en sectores como el artístico, cultural, gastronómico, artesanal y el turismo cultural.

Para seguir sumando contribuciones, ve importante hacer los esfuerzos y trabajar en equipo para comenzar a salir de la teoría a la práctica, para ya no pensar en incubadoras, sino en aceleradoras que permitan que estos productos sean exportables y que las experiencias sean más conocidas, tanto por nacionales como por extranjeros.

Las actividades con mayor presencia en la economía creativa panameña son la música, el cine, la gastronomía, la animación y los videojuegos. “Hay un potencial increíble. El que tenga la oportunidad de salir del país se puede dar cuenta de que Panamá tiene un potencial en creatividad e ingenio. A veces las dificultades traen oportunidades. Quizás es por eso y por la diversidad que tenemos en Panamá, de que estamos alimentados de mucha diversidad cultural y étnica, que hace que exista mucha creatividad”, consideró Newman.

Financiamiento

El BID ha distribuido préstamos para la economía creativa de Panamá, desde el punto de vista del fortalecimiento de la competitividad como, por ejemplo, el desarrollo urbano y vivienda, emprendimiento y turismo. También se han hecho desde el laboratorio de BID Lab, incluso, con el sector privado con el banco Bid Invest, según Zaldívar.

Asimismo, destacó que “la cartera que maneja el banco con Panamá es interesante porque justamente tiene una diversidad y se entiende esta perspectiva intersectorial de que las industrias culturales y creativas no están solamente en cultura, competitividad, economía y turismo”.

“Lo que se ha hecho en Panamá (sobre economía creativa) es tremendamente iluminador y puede también ser un ejemplo para otros países, de cómo trabajar los temas de industrias culturales y creativas desde una perspectiva integral”, manifestó Zaldívar.

Avances y retos

Según Zaldívar, la economía creativa es un tema del que quizá hace diez años se hablaba muy poco en la región, pero cada vez más está ocupando un lugar en las agendas públicas, tras el impacto que han tenido en las economías.

“Ahora, en lo que se está avanzando es en contar con instrumentos de políticas, normativas, etc. Son pasos muy importantes, pero yo creo que también es todo el entendimiento de los diferentes actores, ver el ecosistema creativo, como son el sector público, privado, la academia, etc.”, dijo.

Con respecto a los desafíos más importantes, Zaldívar expresó que serán aquellos que ya venían de mucho tiempo, pero que hoy se ven más, como, por ejemplo, la composición del empleo, la alta informalidad, la capacitación, el financiamiento y la digitalización.

Por ejemplo, en Panamá hay un alto nivel de preparación de las personas que forman parte de las industrias creativas y culturales, sin embargo, hay desventaja en la parte de mercadeo, desarrollo de marca y comercialización, de acuerdo con el Estudio Industrias Creativas y Culturales de Panamá (2020).

Newman aseguró, en ese sentido, que dentro de los mercados de industrias creativas ofrecen capacitaciones previas, relacionadas a temas como la inteligencia artificial, como una herramienta de desarrollo para la industria creativa y cultural, así como para videojuegos, cine y la importancia de la propiedad intelectual.

Trinidad Zaldívar, jefa de la unidad de Creatividad y Cultura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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