Caral, la ciudad más antigua de América

Camino al norte de Lima, en Perú, exactamente en Huacho, se encuentra ubicada la ciudad arqueológica de Caral, también llamada la ciudad más antigua de América. Los caralinos, así se les conoce, tuvieron conocimientos de ciencia y tecnología, así como del manejo de la economía y la organización social, lo cual promovió su desarrollo.

Este grupo de personas tuvo cuidado con el impacto que provocaba sobre el ambiente. Desde hace 5,000 años, los caralinos cuidaron su entorno y decidieron edificar sus construcciones en terrenos llanos. Así lo muestran estudios de la arqueóloga Ruth Shady recopilados en ‘La ciudad sagrada de la civilización Caral, modelo sostenible: gestión ambiental y riesgo de desastres’.

La ciudad de Caral fue construida cerca de la cuenca del Río Supe, garantizando los recursos hídricos y en una posición donde se contaba con una buena irradiación solar y poca precipitación. Además, los caralinos conservaron el bosque con un muro de contención.

Caral fue contemporánea de las culturas de Egipto y China. En dicha ciudad, se construyeron 25 asentamientos donde vivieron tres mil personas. La ciudad sagrada cuenta con 32 conjuntos arquitectónicos. Los caralinos dominaban la técnica de la quincha (armazón entretejida de troncos, cañas y fibras que se cubre con arcilla), que se usaba en las paredes.

Por otro lado, los caralinos entendieron la importancia de las condiciones ambientales para la seguridad alimentaria, llegando a construir un laboratorio. Su legado fue mantener las áreas verdes, lo que muchas culturas han seguido.

Para llegar a la ciudad de Caral en transporte público se debe tomar un bus con dirección al Norte, hasta llegar a Supe Pueblo, en el kilómetro 184 de la Panamericana Norte. Hay que bajar del bus a la altura del Mercado de Supe. A una cuadra del mercado está ubicado el paradero de taxis colectivos que se dirigen al centro del poblado de Caral.

Si utiliza el servicio de colectivo, el auto le dejará en el ingreso peatonal del sitio arqueológico, desde donde parte una ruta peatonal señalizada. El tiempo aproximado de caminata es de 20 minutos. El costo aproximado del pasaje es $4 y las unidades parten con seis pasajeros.

Si utiliza el servicio de taxi, el costo aproximado es de $40; los autos le conducirán hasta la Zona de Recepción del sitio arqueológico. Es posible contratar el servicio de ida y vuelta, pero deberá coordinarlo previamente con el conductor. Conviene señalar que para el retorno, los taxis colectivos sólo transitan por el valle de Supe hasta las 4:00 p.m.

El lugar cuenta con un circuito especial para personas con discapacidad motora, pero deben informar con anticipación. La tarifa de entrada y guía por el lugar es de $11 para los adultos peruanos y extranjeros, y los niños $1. Además cuentan con un área de comida con capacidad para 120 personas cómodamente sentadas. Pueden llevar sus refrigerios o en el caso de fin de semana (sábado y domingo) disfrutar de las viandas preparadas por la Asociación de Vianderas de Caral.

Adicional, existe un programa de viajes educativos no sólo a la ciudad sagrada de Caral, sino otros lugares de interés para quienes les gusta la arqueología como Miraya, Aspero, Lurihuasi, Vichama, museos comunitarios de Supe y Vegueta. Realmente un mundo por descubrir donde además podrán visitar las Lomas de Lachay, La Albufera de medios Mundo y las Playa la Isla.

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