¿Por qué ese clamor sobre la promesa de lealtad de Trump?

Actualizado
  • 23/08/2015 02:00
Creado
  • 23/08/2015 02:00
Los principios sólo significan algo en tiempos de confusión, conflicto y caos. 

Los principios sólo significan algo en tiempos de confusión, conflicto y caos. Cuando todo se desarrolla sin problemas, es fácil para los dirigentes de un partido político proclamar lo que creen. Pero hay que volver a chequear cuando las cosas se están derrumbando, y ver si aún se ajustan a esos fundamentos.

Gracias a la insurgente campaña presidencial de Donald Trump, el movimiento conservador en Estados Unidos se está derrumbando. En el ejemplo más reciente de tumulto interno, la columnista Ann Coulter atacó desdeñosamente a Bill O'Reilly y ‘al resto de los académicos de Fox News' por atreverse a desafiar el ataque de Trump contra la ciudadanía por derecho de nacimiento. El multimillonario quiere que se modifique la 14ª Enmienda para que ya no contenga estas inconvenientes palabras: ‘Todos los individuos nacidos o naturalizados en Estados Unidos, y sujetos a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en el que residen.' Así es como Coulter atacó ahora a la red de cable que hasta el momento le había brindado un foro para su nativismo y su chifladura.

Una de las cosas que divide a los conservadores es la cuestión de si Trump debe prestar un juramento de lealtad para apoyar al nominado republicano final, si el nombre de esa persona no es ‘Trump'.

Durante el debate de Cleveland, Bret Baier, de Fox News, pidió a los 10 candidatos del evento principal que levantaran la mano si ‘no deseaban prometer su apoyo al nominado final del Partido Republicano y si no prometían no presentar una campaña independiente contra esa persona.'

La mano de Trump se levantó.

Los republicanos se conmocionaron--¡conmocionaron!—al enterarse de que Trump no es parte del equipo. ¿Dónde habían estado? Podría haberse pensado, puesto que Trump atacó a Marco Rubio y a Jeb Bush, por su nombre, justo antes de la entrada, cuando anunció por primera vez que se presentaba como candidato presidencial, que el Comité Nacional Republicano ya sabría que Trump le es leal sólo a Trump.

Ahora hay un nuevo movimiento en marcha para ponerse duros con él y prohibir la participación en el próximo debate—que se televisará por CNN el 16 de septiembre—a todo el que se niegue a prometer apoyo al nominado final del partido. (Léase: Donald Trump.)

Buena suerte. Alguien debería haber verificado ese asunto con CNN. Como el debate de Fox News atrajo un número récord de 24 millones de espectadores, y como podemos suponer que la mayor parte de esa gente sintonizó el canal para ver a Trump, CNN hará todo lo que esté en su poder para asegurar que la estrella ocupe el centro del escenario en el próximo debate.

De cualquier manera, aunque yo pienso que las propuestas de inmigración de Trump no valen ni siquiera la servilleta sobre las que se escribieron, Trump debe continuar resistiendo la promesa de lealtad.

En primer lugar, el Partido Republicano comprendió todo al revés. En lugar de exigir que Trump apoye al nominado, debe pedir a otros posibles candidatos del Partido Republicano que apoyen a Trump, si él resulta ser el nominado. El multimillonario va a la cabeza de las encuestas en Iowa y New Hampshire. Una nueva encuesta CNN/ORC muestra que se ganó la confianza de los electores republicanos en una variedad de asuntos, que van desde la economía a la inmigración y la lucha contra el terrorismo. Y la misma encuesta muestra que Trump está a seis puntos de distancia para vencer a Hillary Clinton en una elección general.

Lo que es más importante, si Trump prestara el juramento de lealtad, ¿cómo podría continuar llamándose a sí mismo un buen republicano?

Pensé que el Partido Republicano se oponía a la idea de obtener algo por nada. ¿No es ése el motivo por el que los republicanos se oponen a los beneficios sociales y a otros programas? Entonces ¿por qué espera el Partido Republicano que Trump respaldará incondicionalmente al nominado del partido sin saber quién es?

Pensé que este partido no creía en los derechos, sino que valoraba el mérito. Eso es lo que dicen los republicanos cuando despotrican contra la acción afirmativa, que algunos de ellos consideran como un privilegio de los no-blancos. ¿No debería, quienquiera que gane la nominación republicana, ganarse el apoyo de Trump como se gana el de cualquier otro elector?

Pensé que el Partido Republicano se centraba en la competición. O por lo menos eso es lo que oímos decir a los republicanos que apoyan el libre mercado o promueven vales para la elección de escuelas.

Finalmente, pensé que los republicanos tenían tolerancia baja para los que se hacen las víctimas. Si Trump no obtiene la nominación y se presenta como independiente, pueden apostar que el establishment republicano dirá que el renegado está arruinando las posibilidades del partido para recuperar la Casa Blanca. Eso me suena a hacerse la víctima.

Saben, lo que estamos presenciando no es otra simple batalla por una nominación. Es una guerra por el alma de un partido.

THE WHASHINGTON POST

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