Francisco Santolo: 'No asociamos poder a responsabilidad y servicio'

Actualizado
  • 14/01/2023 00:00
Creado
  • 14/01/2023 00:00
El CEO de la 'startup' Scalabl conversa sobre una visión que quiebra los viejos paradigmas de los emprendedores. Cree en un modelo alejado del 'statu quo', con una mirada más cercana a las necesidades reales de los mercados. Apuesta por las conexiones y una visión de trabajo colaborativo

A Francisco Santolo le han bautizado como el 'hacker de las startups'. Se trata de un joven economista que ha cofundado más de 50 empresas, liderado corporaciones multinacionales y ayudado a crear más de 500 emprendimientos a través de la metodología de Scalabl. Nos recibe en Espacio Gente para analizar un modelo disruptivo de emprendimiento, ese que se contrapone a viejos paradigmas y que recoge la visión de referentes y pensadores del sector, como Steve Blank y Eric Ries.

Para el CEO de Scalabl, con actividades en 20 países, las compañías de hoy operan en un mundo que es cada vez más horizontal, donde los individuos tienen más poder, pero no saben gestionarlo. “No asociamos poder a responsabilidad y servicio; asociamos poder a beneficiarnos y tratamos de extraer lo máximo posible”, sin embargo, “al pensar más en los demás, ser más colaborativos y entender o creer que si los demás crecen con esta colaboración, todos crecemos, el mundo será más sostenible”.

En una publicación de 'Forbes Argentina' te han bautizado como el 'hacker de las startups', ¿qué es aquello que has venido a cambiar con tu propuesta desde Scalabl?

Todo surgió en una nota de 2017. El título apareció de sorpresa; después de la nota recibí la revista y me encontré bautizado así (risas), lo que fue un gran éxito para mi carrera, porque desde entonces me llaman de esa manera y tiene que ver con que encaramos una forma de emprender y hacer negocios distinta, inspirada en nuevas metodologías y literatura que apareció en 2000 y que todavía no está muy difundida. Entonces empezamos a crear empresas y a descubrir que se podían hacer cosas que no estaban en la imaginación como algo posible de hacer, incluso, empezamos a descubrir maneras de crear empresas sin muchísima inversión, reduciendo el riesgo, con un secreto muy simple: en vez de tratar de conseguir dinero, armar un plan y ubicar ese dinero, comenzar por encontrar los clientes para entender qué necesitaban, qué les dolía, luego volcarse a conocer a otras personas para ver cómo solucionar el tema y ahí vender ya con la financiación de los clientes; entonces este concepto simple, armó una revolución que nos permitía crear negocios de una manera que hackeaba los negocios tradicionales.

Uno de los referentes para tu trabajo es Steve Blank, profesor de Sillicon Valley; ¿qué pueden aprender los emprendedores de su trabajo?

Steve Blank hizo el mejor libro en cuanto a teoría de negocios para startups, llamado El manual del emprendedor, no lo conoce nadie y no lo lee nadie; es un manual muy complejo... lo curioso es que Steve Blank es el mentor de una persona que en el mundo de las startups es muy popular, llamado Eric Ries, fundador del método Lean Startup, que termina siendo popularizado como el libro que tiene la metodología de startup; el libro dice que el Lean Startup es la mezcla de costumer development, que es lo que inventa Steve Blank más las metodologías ágiles que vienen de Toyota y desarrolladas en un paper de Harvard... la cuestión es que de Lean Startup no te cuenta ninguna de las dos, entonces te está dando una metodología que no te enseña qué hacer y Steve Blank dice que no deberías partir de creer que sabes y planear una realidad de verdades, sino de hacer una hipótesis de lo que imaginas que sabes y aprender de forma continua con herramientas que tienen que ver con la escucha o con el testeo; puedo poner algo en tus manos y ver cómo reaccionas o puedo directamente hacerte preguntas abiertas y tratar de ver lo más importante que es qué deseo y qué dolor tienes, cómo puedo ayudar y dónde encuentro personas que son parte de ese segmento y nicho de mercado, con la misma necesidad. Al final, si piensas en los negocios es mucho más importante entender dónde están los consumidores que llegar a la definición demográfica, porque eso no te ayuda a vender; agrupar a los consumidores por deseos y dolores, y de manera creativa llegar a ellos es lo nuevo.

¿Qué oportunidades ves en el ecosistema emprendedor de Latinoamérica y Panamá?

Primero, en Latinoamérica tenemos mucha desigualdad; segundo, un continente bastante enloquecido, con un tema social al borde del estallido en todos lados; hemos tenido protestas acá, en Chile, ahora en Brasil; y en ese contexto, hay que entender que muchas veces nos victimizamos porque estamos en una situación complicada. Panamá tiene la ventaja de que es un país más estable, pero lo que intento decir es que los problemas son oportunidades y ser emprendedor es resolver problemas de una forma repetida, para un grupo de personas; puede ser que no tengamos acceso a financiación, e inversión, que el mercado cambie y sea más volátil, pero Latinoamérica es un gran lugar para emprender, y Panamá es un gran lugar para emprender que le suma ventajas de la estabilidad, las distancias más cortas, de ser un hub que exporta servicios de conocimiento y distintos tipos de productos y servicios, le suma la parte impositiva que es muy conveniente, la facturación electrónica que facilita. Panamá tiene todo; la gente es trabajadora, talentosa y Latinoamérica tiene contradicciones, pero el peor de los problemas es ponernos como víctimas y sentir que porque el contexto macroeconómico es malo, no podemos hacer nada; no es así, y eso le pasa a las empresas establecidas cuando cambia alguna condición que transforma las necesidades o deseos de sus consumidores y haciendo lo mismo, ya no los pueden atender y por eso tienen que renovarse; pero para el que empieza, existe el chance de encontrar esos grupos de clientes con una necesidad y deseo fresco, y atenderlos sin cargar con una estructura o producción... podemos movernos rápido y buscar la manera de solucionarlo en chiquito y después expandirlo; para mí es un gran lugar para emprender y yo decidí vivir y emprender desde aquí.

Escuché tu historia en Ted Talks el año pasado, fuiste incisivo en la importancia del 'networking'; ¿qué le suma al mundo corporativo y del emprendimiento?

Todo lo que logramos en la vida es gracias a los demás. Sobrevivimos y estamos acá conversando porque muchas personas hicieron que estuviésemos aquí. Nos forman para ser los mejores, sacar las mejores notas, llegar a un ascenso, lograr una gerencia... un camino muy individual en occidente; y no tiene sentido porque todos tenemos ventajas y contactos de entrada, alguien nos dio el trabajo o alguien se opuso a nosotros y nos dio ganas de hacernos más fuertes... personas que nos lastimaron que nos hacen ver cómo enfrentamos los obstáculos porque el mayor camino para crecer es enfrentar los problemas y adquirir nuevas habilidades. Los seres humanos trabajamos como un sistema; nos vemos como individuos independientes, pero estamos todo el tiempo influenciándonos entre sí de una forma que no comprendemos. Lo fundamental del networking es que nuestros logros dependen de los demás. Nuestros negocios son un conjunto de actores intercambiando porque reciben valor; si no sabemos escuchar y relacionarnos con los demás, no podemos hacer negocios; si no sabemos cómo interpretar distintos actores, perdemos infinitas oportunidades y las puertas siempre se abren en el trabajo colaborativo. Entonces, empezar a entender que el nuevo mundo genera los incentivos para que siendo una buena persona y cuidando a los demás puedas triunfar, es muy interesante y nos lleva a un mundo mejor.

Hoy existe presión en las 'startups' para lograr atracción de capital de riesgo. Hay casos exitosos como México y Brasil que han logrado incluso desarrollar unicornios. ¿Cómo podría transformarse esta necesidad de crecer y obtener financiamiento en una motivación dentro de un mercado tan competitivo?

Yo soy bastante crítico del venture capital y creo que desde los gobiernos tratan de fomentar un esquema de copiar y pegar algo que funcionó en otros lados; en general, en todo el mundo, con mis viajes veo que se copia a Silicon Valley y muchas veces copiamos sin entender qué estamos copiando, y mucha gente, con buena voluntad, trata de hacer un montón de esfuerzo para que funcionen cosas que no necesariamente son buenas para el emprendedor, porque todo el esquema del ecosistema emprendedor se basa en tratar de hacer que las empresas crezcan a mucha velocidad en su valuación; y para explicarlo de manera simple, la valuación no tiene que ver con cuánto gana la empresa, ni cuánto bien le genera a sus actores o qué valor trae a la sociedad; la valuación tiene que ver un poco con lo que está pasando ahora y muchísimo con la expectativa de lo que puede llegar a pasar. La valuación tiene mucho de historia, tiene mucho del storytelling futuro y de hablar de que viene una tecnología y en ese sistema, los intermediarios financieros tienen un ingreso que viene de los fees que cobran por recoger ese dinero de inversores adinerados para después entregárselo a las startups; hay un incentivo un poco nefasto de tratar de hacer rondas cada vez más grandes para recoger más fees en el camino, y presionar a los emprendimientos a crecer, muchas veces de forma irreal; ha habido escándalos permanentes y creo que Netflix está haciendo mucho dinero contando los fiascos de las startups que de la noche a la mañana llegan a ser unicornios y de la noche a la mañana también desaparecen y echan a 6 mil empleados; esto ahora lo vemos en la Bolsa de Valores de Estados Unidos, con las empresas grandes como Amazon y el resto, porque la expectativa era de un crecimiento tan brutal, que en el momento en el que cambia alguna variable y la liquidez se acaba, se dan los despidos y empieza la locura, y pasamos a un mundo especulativo donde los recursos se malgastan y los emprendedores ponen todo su enfoque en construir algo que no es genuino, está subvencionado y no va a sostenerse en el tiempo, en vez de generar valor y las nuevas técnicas de startups permiten generar valor, no hay que ser un millonario ni ganar la lotería para hacer una empresa que crezca de forma sostenible, simplemente hay que fomentar la educación emprendedora, dar recursos de otro tipo como autoestima, de emocional, herramientas de negocios básicas en un mundo donde todos los actores del ecosistema juegan para sí mismo y sus incentivos están en contra de los emprendedores.

En 2020, Francisco Santolo fue distinguido por la Association of MBAs como finalista a mejor emprendedor del año a nivel mundial.
Y acabas de mencionar a un jugador importantísimo, la sostenibilidad...

¡Exacto! En un mundo en donde como seres humanos nuestro principal crimen es que no estamos haciendo nada sostenible. Y hablábamos antes de grabar, del cambio climático; ni los gobiernos están poniéndose serios con el tema y está en cada uno de nosotros hacer la diferencia. Por último, siento que el mundo es más horizontal, que los individuos tienen más poder, cada vez más todos tenemos las mismas herramientas, es infinito el poder que tenemos sin saberlo; cada cosa que hacemos y sonrisa se multiplica en las redes y llega a lugares increíbles; lo que no sabemos hacer es gestionar el poder; no asociamos poder a responsabilidad y servicio; asociamos poder a beneficiarnos y tratamos de extraer lo máximo posible; cuando hablamos de Latinoamérica, ese sería el aprendizaje: pensar más en los demás, ser más colaborativos y entender o creer que si los demás crecen con esta colaboración, todos crecemos y el mundo es más sostenible.

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