Gobierno espera que en enero inicie el debate sobre etanol

El proyecto propone una reducción en el consumo de combustible fósiles y potenciaría la producción de caña de azúcar nacional

La Secretaría Nacional de Energía (SNE) estima que la discusión del Proyecto Nacional de Biocombustibles aprobado por el Consejo de Gabinete y presentado ante la Asamblea Nacional; avance a partir de enero próximo, paso clave para contar con el marco legal que permita implementar mezclas con etanol producido en el país.

El Taxing and subsidizing energy in Latin America and the Caribbean: Insights from a Total Carbon Price Approach (2025) del Banco Mundial revela que en América Latina y el Caribe el “precio real al carbono” implicado en los combustibles fósiles ronda los $25/t de CO₂ (tonelada de dióxido de carbono), una cifra que —según los autores— es todavía muy inferior al costo ambiental real.

El reporte indica que si los países ajustaran ese precio a un nivel más ambicioso (por ejemplo, $60/t CO₂, podrían generar ingresos equivalentes a entre 0.5 % y 1 % del PIB hacia 2030, recursos que podrían invertirse en energías limpias, infraestructura energética y políticas de descarbonización, indica el banco.

En ese marco, la iniciativa panameña de incorporar biocombustibles —como mezcla E10 con etanol local— cobra relevancia, debido a que permitiría ofrecer una alternativa competitiva a los combustibles fósiles, acompañar la transición energética del país y alinearse tanto con buenas prácticas internacionales como con compromisos climáticos globales.

El proyecto plantea un arranque con una mezcla al 10% de etanol, aprovechando la producción nacional de caña y la capacidad de ampliar la superficie cultivada según proyecciones de los productores. La mezcla inicial reduciría la dependencia de combustibles importados y generaría valor agregado en zonas productoras.

Según la SNE, la medida se articula con la Estrategia Nacional de Transición Energética y los compromisos internacionales de reducción de emisiones, así que la incorporación de biocombustibles permitiría disminuir emisiones del transporte sin exigir cambios inmediatos en la flota vehicular y mejoraría la calidad del aire mientras se avanza en diversificar la matriz energética.

La autoridad subraya que Panamá cuenta con ventajas para una transición gradual y segura: alto aporte hídrico en la generación eléctrica, crecimiento de la solar y futura expansión de eólica tras la licitación prevista para inicios de 2026. El proyecto apunta a combinar beneficios ambientales, productivos y sociales y a reforzar la seguridad energética.

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