Importaciones de acero chino ponen en jaque a Latinoamérica

  • 24/12/2025 00:00

La creciente importación de acero chino en Latinoamérica genera presión sobre los mercados y la industria locales, que denuncian competir en un campo de juego desigual debido a los subsidios gubernamentales y a los precios artificiales, y ha frenado el crecimiento del sector justo cuando la región hace frente a una mayor demanda de insumos para la construcción.

De acuerdo con Ezequiel Tavernelli, presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), el problema radica en que se está frente a “un monstruo que compite en otras reglas” y que tiene “un enmarañado de subsidios que van desde la adquisición de materia prima, pasando por la financiación del capital de trabajo, tasas subsidiadas y a larguísimo plazo, (incluso) financiando empresas que dan pérdidas”.

“No estamos compitiendo más empresas con empresas, estamos compitiendo empresas contra un Estado y no hay forma de competir contra un Estado”, dijo Tavernelli a EFE.

En 2024, según datos de Alacero, la demanda mundial de acero crudo alcanzó los 1.870 millones de toneladas, mientras que China produjo 1.005 millones, una diferencia que se tradujo en un excedente de capacidad de 249 millones de toneladas disponibles para ser colocadas en los mercados internacionales, un volumen que supera las necesidades productivas de varias regiones del mundo.

“La OCDE nos informa que con las inversiones que tiene China lanzadas al 2027, que empezó a invertir en el Sudeste Asiático, principalmente en Malasia e Indonesia, este exceso de capacidad va a superar los 720 millones de toneladas”, reveló.

Alacero señala que en Latinoamérica las importaciones de acero representan un 39,7 % del consumo total en 2025, es decir que cuatro de cada diez kilogramos de acero que se consumen son importados. China representa el 45,4 % de esas importaciones.

Entre enero y octubre de 2025, según los datos del Gobierno de China, el país exportó más de 59.316 millones de dólares en acero y 87.522 millones de dólares en productos derivados del acero. De ese total, 3.323 millones provinieron de sus envíos a Brasil, 1.612 millones de Chile y 345 millones de Argentina.

Para la UOM, el aumento de las importaciones de acero chino es solo uno de los factores que inciden en la crisis del sector, en medio de la caída de la actividad económica que ha reducido la demanda en áreas clave como la construcción y la industria automotriz.

Tavernelli alerta sobre el foco de las exportaciones en materias primas y no en productos con valor agregado, tanto en acero como en otros productos, un efecto dominó que lo lleva a hablar de la “desindustrialización” de la región.

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