Importación laboral: ¿solución o problema?

Actualizado
  • 07/10/2012 02:00
Creado
  • 07/10/2012 02:00
PANAMÁ. Es ampliamente reconocido que la globalización entraña que las economías aumenten su eficiencia a efectos de sacar el mayor prov...

PANAMÁ. Es ampliamente reconocido que la globalización entraña que las economías aumenten su eficiencia a efectos de sacar el mayor provecho mediante un aumento de su competitividad.

Esta realidad que se basa en procurar la excelencia de lo que se produce localmente entraña a su vez promover una mayor apertura para el flujo de bienes y servicios así como de otros insumos necesarios para producir de manera eficiente.

Y es que, de acuerdo con la teoría económica neoclásica, el escenario ideal consiste en que los países puedan especializarse en la producción de ciertos bienes y servicios donde tienen ventajas comparativas o competitivas, y a la vez importar aquellos bienes o insumos que no pueden producir de manera eficiente.

Estos insumos de los cuales carece el país puede en ocasiones incluir desde mano de obra, especializada o no, hasta tecnología y capital entre otros. Sin embargo, como en muchos casos, la teoría dista mucho de la praxis.

Claramente, hoy por hoy prevalecen restricciones en la mayoría de los países (ricos y pobres por igual) que impiden que la mano de obra pueda moverse de una nación a otra libremente. Quizá una de las pocas excepciones sea la comunidad europea.

Hoy día en Panamá, como en la mayoría de los países del hemisferio, amparado por amplios sectores laborales que se oponen a una mayor apertura, prevalecen fuertes restricciones a la entrada de mano de obra.

Ejemplo de ello son las barreras que por ley mantienen ciertas profesiones que incluyen entre otras el área médica, ingeniería, arquitectura, legal e inclusive los propios economistas.

Ante ello caben ciertas consideraciones: en primer lugar en aras del interés general y por razones de seguridad, resulta natural que prevalezcan restricciones migratorias.

Es decir, todo país tiene el derecho y la obligación de controlar el ingreso de personas que pueden amenazar la paz e integridad social.

En segundo lugar, resulta un hecho que en los últimos años ha habido un crecimiento económico significativo que ha generado una alta demanda de mano de obra, lo cual ha provocado una caída significativa en el desempleo local.

Esta expansión (y creciente diversificación) de la economía ha implicado sobre todo un aumento en la demanda de mano de obra más especializada (principalmente gerencial y técnica), mientras que la oferta de la misma ha crecido relativamente menos.

El hecho es que, el ingreso de recursos humanos foráneos puede efectivamente equilibrar el mercado laboral y mejorar el valor agregado que genera la actividad económica, reforzando el bienestar general del país, aún cuando pueda en algunos casos representar una competencia para profesionales, técnicos y trabajadores locales. De paso, buena parte de este talento gerencial y laboral importado aporta al acervo nacional trasfiriendo conocimiento. Por otro lado, el ingreso de extranjeros genera un aumento en la demanda de bienes y servicios locales lo cual estimula la economía.

Para conferir sostenibilidad a este crecimiento y promover un eventual desarrollo nacional que mejore integralmente los beneficios que percibe de dicho proceso la sociedad se requiere idealmente conjugar dos elementos. Primero, se requiere flexibilizar (cuando menos de manera selectiva y gradual) la entrada tanto de mano de obra calificada como no calificada, atendiendo por supuesto lo referidos criterios de seguridad ciudadana.

Segundo, se necesita seguir reforzando la calidad de la educación panameña a objeto que se aumente la oferta de personal panameño calificado para suplir mejor la creciente demanda de una economía dinámica y cada vez mas internacional además de permitir una entrada guiada de personal foráneo, que complemente la oferta local y evite un freno al crecimiento económico por falta de gente capacitada.

Quizá ayude tener presente que la construcción del Canal, y el éxito económico de Panamá, por consiguiente se fundamentó en la importación de mano de obra.

No hay opción posible de desarrollo sin las adecuadas políticas y sin el sacrificio de todos.

El autor es analista del Centro de Competitividad

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