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Sistema bancario destaca por su liquidez durante el primer semestre de 2025


- 05/08/2025 00:00
Durante el primer semestre de 2025, el sector bancario panameño demostró una sólida posición operativa de liquidez promedio del 54,4 %, una cifra que supera los mínimos establecidos por la regulación, según el Informe de Actividad Bancaria de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
Este comportamiento se debe a un respaldo por un acceso constante tanto a depósitos estructurales como mayoristas, los cuales siguen siendo componentes clave en la estructura de financiamiento.
De acuerdo con la SBP, este nivel de cumplimiento de la liquidez refuerza la capacidad del sector para afrontar posibles tensiones en los mercados financieros.
Sin embargo, aclaró que a pesar de que las tasas de interés han comenzado a descender, lo que alivia parte de las presiones de costos de fondeo, será crucial que los bancos ajusten sus estrategias para capitalizar este entorno de flexibilización monetaria de países desarrollados, manteniendo una gestión prudente que les permita asegurar márgenes financieros saludables y liquidez adecuada.
“La resiliencia del sistema ante potenciales choques externos dependerá de su capacidad para mantener estos colchones de liquidez en niveles óptimos, asegurando su sostenibilidad operativa y capacidad de respuesta en el mediano y largo plazo”, sentenció la SBP.
Otro aporte a la tasa de liquidez, según la SBP, fue que el Índice de Adecuación de Capital del Centro Bancario Internacional (CBI) más reciente se ubicó en 15,7 %, superando ampliamente el mínimo requerido del 8 %, lo que garantiza un colchón suficiente para absorber eventuales choques externos o crediticios.
Durante el primer semestre, el CBI registró un crecimiento interanual de 6,7 % en sus activos netos, alcanzando los $158.606,9 millones.
Esta expansión fue impulsada principalmente por el dinamismo de la cartera crediticia neta, que aumentó un 8,7 %, consolidándose como el principal motor del crecimiento.
La diversificación de los pasivos, en particular el fondeo a través de depósitos (6,7 %) y obligaciones (13,2 %), refuerza la estabilidad estructural del sistema, mientras que las inversiones en valores también contribuyeron positivamente al crecimiento de los activos productivos.
Las utilidades acumuladas del CBI alcanzaron $1.452,8 millones, reflejando una disminución interanual de 10,4 %. Esta variación se atribuye principalmente a la compresión del margen financiero, un mayor nivel de egresos operativos y una caída en los ingresos por dividendos.
Esta moderación resalta la capacidad del sistema para mantener resultados positivos a pesar de las presiones. En contraste, el SBN logró mantener su rentabilidad con una utilidad neta de $1.300,0 millones (0,3%), favorecido por una gestión contenida del gasto.
Los ingresos por intereses del SBN crecieron 3,0 %, alcanzando $4.058,1 millones, impulsados por mayores ingresos provenientes de préstamos (4,7 %) e inversiones (6,3 %). Si embargo, se registraron caídas en ingresos por depósitos (16,5 %), arrendamientos (4,3 %) y otros conceptos (13,4 %), reflejando un entorno menos favorable para activos líquidos.
Los costos operativos del SBP aumentaron 6,9 %, hasta $2.540,1 millones, debido principalmente al alza en intereses pagados y comisiones por captaciones. Como resultado, el ingreso neto por intereses se redujo 2,9 %, situándose en $1.518,1 millones. Los ingresos no financieros se mantuvieron estables en $1.542,2 millones (0,4 %). Se observaron incrementos en comisiones (10,2 %), operaciones con divisas (44,4 %) y dividendos (9,6 %), aunque fueron contrarrestados por una caída de 18,9 % en otros ingresos.
Para los primeros seis meses del 2025, la cartera bruta local del SBN ascendió a $64.773,6 millones (3,0 %), destacándose el dinamismo en los sectores de comercio (7,9 %) y consumo personal (4,2 %). No obstante, sectores como la construcción (7,4 %), pesca (7,7%) y ganadería (1,0 %) presentaron contracciones.
La calidad de la cartera se mantiene bajo control, con una tasa de atrasos a 90 días (cartera vencida) de 2,23 % un índice menor al de mismo período del año anterior. Sin embargo, la cobertura de provisiones sobre cartera vencida disminuyó al 94,9 %, en parte debido a los castigos correspondientes a este período.
La SBP explicó que “es importante considerar que el desempeño crediticio podría verse afectado por impactos rezagados de los eventos y paralizaciones ocurridos en el país, los cuales estaremos monitoreando en los meses venideros”.
El sector público mantuvo un ritmo de expansión sólido, con un crecimiento interanual de 9,4 % ($202,8 millones), reflejando una mayor ejecución de proyectos financiados por la banca estatal.
Desde una perspectiva sectorial, el crédito agrícola lideró el crecimiento relativo con un aumento de 10,8% ($58,8 millones), impulsado por programas públicos y mejores condiciones del mercado. En términos absolutos, el comercio explicó la mayor parte del crecimiento, con un incremento de $998,6 millones (7,9 %), respaldado por la reactivación del consumo y la rotación de inventarios.
También mostraron comportamientos positivos el crédito al consumo personal ($588,5 millones; 4,2 %), la industria ($94.8 millones; 2,4 %) y el crédito hipotecario ($355,5 millones; 1,7 %).
Los depósitos continúan siendo la principal fuente de fondeo, con un saldo total en el CBI de $113,163.7 millones (6,7 %). El crecimiento fue impulsado significativamente por el componente externo, que se expandió un 13,5 %, especialmente los depósitos de particulares no residentes (17,8 %).
En la composición por tipo de producto, se destaca el incremento de los depósitos a plazo tanto en el segmento interno (13,2 %) como en el externo (19,5 %), lo que, si bien refuerza la estabilidad del fondeo, también ejerce presión sobre los costos financieros.
Tras los resultados del primer semestre de 2025, la SBP aseguró que el sistema bancario panameño conserva una posición resiliente frente a un entorno externo de mayor incertidumbre y presiones sobre los márgenes de rentabilidad.
“Los resultados financieros confirman la capacidad de las entidades para generar utilidades, aunque con menor tracción que en 2024. En este contexto, resulta prioritario reforzar la eficiencia operativa, optimizar la estructura de fondeo para mitigar el aumento de los costos y profundizarla diversificación de ingresos, preservando al mismo tiempo la calidad de los activos y los sólidos estándares prudenciales”, concluyó.