• 23/08/2022 09:27

Ventas según la segmentación geográfica

Este tipo de segmentación puede resultar muy útil para las empresas cuando la ubicación geográfica genere diferencias significativas

¿Has llevado un equipo a reparar y el servicio técnico no lo reconoce como un producto vendido en América Central y el Caribe, mientras usted está seguro de haberlo adquirido en Panamá? Esto se debe a que las marcas se han dividido geográficamente el planeta en secciones, de acuerdo a varios criterios que asocian la ubicación de los clientes con aspectos en común, a esto se le llama en el mercado como la segmentación geográfica.

En la segmentación geográfica se adaptan y distribuyen bienes y servicios a los consumidores, localizados en ciertas áreas específicas. Tomando de referencia, variables importantes como zonas o regiones, el tamaño del mercado y el clima prevaleciente en cada ubicación. Efectivamente, este tipo de segmentación puede resultar muy útil para las empresas cuando la ubicación geográfica genere diferencias significativas, entre cada una que delimitan el consumidor por sus características o por sus necesidades, los cuales son identificados como un sector que presenta deseos o hábitos de compra parecidos y que podrían responder de manera similar a la estrategia desarrollada por la mezcla de culturas.

Generalmente, la forma en que la gente compra y lo que demanda, así como la frecuencia y las temporadas, tiene una relación directa con la región donde se localizan. Como sabemos, cada región posee un idioma, costumbres, moda, necesidad que comparten en bloques de región y todos estos aspectos están relacionados con la localización de las personas y su comportamiento en el mercado.

Entendemos que un esquimal no compraría hielo, como un panameño un calefactor, esto aclara que la ubicación geográfica del consumidor define lo que compra por su necesidad. Ahora bien, ¿qué responsabilidad tiene ese proveedor que comercializa bienes en un área tropical cuya humedad relativa supera el 90% en este país? Tendría que advertir a sus clientes, que determinado producto para que sea usado en esta área geográfica, debe contar con por lo menos una tropicalización necesaria para que el mismo sea útil en un tiempo razonable. Pues, si bien ya trae consigo la obsolescencia programada, sin la implementación de mecanismos que permitan disfrutar por más tiempo el producto, el clima muchas veces se encarga de acabar con el artículo, a pesar de todas las medidas de cuidado, mantenimiento, limpieza, etc., simplemente porque dicho artículo no estaba diseñado para venderse ni usarse en nuestro país.

En conclusión, la obligación del proveedor de informar sobre las características del producto o servicio ofrecido, tal como señala el artículo 36 numeral 1 de la Ley 45 de 2007 es clara al exigir que le informe al consumidor la naturaleza, la composición, el contenido, el peso, el origen, la fecha de vencimiento, la toxicidad, las precauciones del producto, el precio y cualquier otra condición determinante, lo cual debe establecer en el empaque, el recipiente, el envase o la etiqueta del producto o en el anaquel del establecimiento comercial, en términos comprensibles y legibles y siempre de manera oportuna, es decir antes de la compra, ya que el conocer esas características hará la diferencia en el mercado y la elección de los bienes que consumimos. De esa forma el consumidor podrá comparar, comprobar y consumir lo que satisface su necesidad de consumo frente a la necesidad de venta del mercado. Cuando una sociedad de consumo exige del mercado productos con ciertos estándares, el mercado corrige y busca satisfacer ese gusto exquisito.

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