Los ancianos vibran con las protestas de los jóvenes en la Puerta del Sol

Actualizado
  • 20/05/2011 13:52
Creado
  • 20/05/2011 13:52
Desde el lunes, Eufemiano de Céspedes, de 72 años, pasa el día en la céntrica Puerta del Sol de Madrid: este antiguo anarquista, hoy jub...

Desde el lunes, Eufemiano de Céspedes, de 72 años, pasa el día en la céntrica Puerta del Sol de Madrid: este antiguo anarquista, hoy jubilado, ayuda a los miles de jóvenes del movimiento que protestan desde hace días contra los efectos de la crisis económica.

"íUn milagro, es un milagro, por fin se despierta la juventud, están diciendo su hartazgo!", clama Eufemiano, eufórico, exhibiendo una chapa con el mensaje "Justicia social".

Corre todo el día bajo las lonas que cubren parte de la Puerta del Sol para apoyar y escuchar a los jóvenes que protestan y que desde hace días han instalado un verdadero campamento urbano con tiendas de plástico donde duermen de noche y debaten de día. "Ayer por la noche les llevé comida, pan, jamón y chorizo", señala este ex empleado de la petrolera Repsol que se ha erigido, como muchos, en su protector.

"Por la noche vuelvo a dormir a casa", a una hora de autobús: "Estoy demasiado cansado para pasar la noche allí", aclara.Apoyando este movimiento, Eufemiano también piensa en sus nietos, dos estudiantes de 20 y 21 años: "Quiero un mundo mejor para ellos".

En febrero, el 44,6% de los españoles de menos de 25 años estaban desempleados, y la tasa supera el 20% entre toda la población activa, un récord en la Unión Europea (UE)."Es muy triste, la juventud no tiene futuro y eso que están mucho mejor preparados que nosotros", señala Eufemiano, que fue anarquista durante la dictadura del general Francisco Franco (1939-75).Como él, la Puerta del Sol acogía estos días a decenas de jubilados a quienes les habría gustado expresarse libremente durante la dictadura de Franco (1939-1975). Mezclados con los jóvenes, forman una unión generacional sorprendente.

En la zona de "diálogo" de este campamento alternativo, jóvenes y veteranos debaten sin parar en varios grupos que se organizan de forma espontánea, sobre todo de política, pero también de economía.Rafael, desempleado de 22 años, de pelo largo y camiseta de AC/DC, escucha los consejos de Aida Aguiano, una mujer de 72 años impecable.

"No hagáis botellón (fiesta con alcohol al aire libre), y tenéis que seguir siendo pacíficos, si no, les dais una buena excusa para prohibir vuestro movimiento", recomienda esta señora bien peinada que era profesora de historia del arte.Es "muy buena ocasión para ellos de expresarse.

Nosotros mirábamos con envidia el movimiento de mayo del 1968 en Francia", reconoce Isabel Carrillo, de 70 años, que se acuerda haber sido detenida bajo el régimen franquista en la misma Puerta del Sol en una manifestación.

Luisa Rodrigo, de 76 años, acaba de firmar una petición de apoyo a las protestas: "No entiendo por qué los jóvenes no se han movilizado antes. Nosotros también tendríamos que hacerlo, es complicado vivir con una pensión de 370 euros", se queja, al igual que muchos mayores que en estos días acompañan a los llamados "indignados" por algunos medios.

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