Estudiando el bienestar en Panamá

  • 23/11/2025 00:00
“Estudio sobre condiciones de vida en Panamá 2024” es una encuesta nacional mide el bienestar de la población. Su objetivo es identificar brechas estructurales que limitan el acceso a los activos esenciales del bienestar

El concepto de bienestar ya aparece en la filosofía griega y en la tradición romana, aunque fue con la Revolución Industrial cuando este término se asocia más con las condiciones dignas necesarias que debe tener una persona en áreas como el trabajo, la salud pública, la vivienda y la educación, entre otros aspectos.

¿Cómo es el estado de bienestar de nuestra población? La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Banco de Desarrollo de América Latina y la Fundación Planta de Generación de Energía Social, en alianza con la Universidad Católica Santa María La Antigua y la Universidad Católica Andrés Bello, llevaron a cabo el “Estudio sobre condiciones de vida en Panamá 2024” (ENCOVI-Panamá 2024).

Este documento será presentado el 26 de noviembre, a las 9:30 a.m., en el Auditorio Mercantil, ubicado en la Torre Mercantil, piso 12. La entrada es libre.

Es imposible abarcar en este escrito todas las aristas de un estudio de 180 páginas. Por lo que compartiré algunos de sus datos.

Crecimiento

El informe resalta que, en las últimas décadas, el crecimiento económico en Panamá “ha generado empleo y reducido significativamente la pobreza por ingresos general, disminuyendo del 42.1% en 1991 al 21.7% en el 2023”.

A pesar de los progresos alcanzados, “Panamá sigue siendo un país marcado por la desigualdad. La desigualdad económica, medida con el coeficiente de Gini, disminuyó de 54.8 a 49.2 entre el 2004 y el 2018, pero se incrementó tras la pandemia de COVID-19 (50.9), si bien en el 2023 volvió a disminuir hasta alcanzar un valor de 48.9”.

Agua

Tener acceso al agua es uno de esos componentes esenciales que garantiza el bienestar. La encuesta destaca que alrededor del 71% de las viviendas “tiene acceso al agua para beber a través del acueducto del IDAAN; 20%, por el acueducto de la comunidad, y 1%, por el acueducto privado. Asimismo, hay 1% que se conecta mediante pozos protegidos. En total, asciende a casi 94% el acceso promedio a fuentes de aguas mejoradas”.

Ese acceso evidencia desigualdades entre territorios, “encontrándose por encima de ese promedio siete provincias con valores entre 95% y 99%, mientras que se observan situaciones más deficitarias en Bocas del Toro, Darién y Veraguas y en las tres comarcas indígenas”.

Dado que el acceso a esas fuentes mejoradas no siempre es permanente, se examinó la continuidad de la prestación del servicio y, como resultado, se determinó a nivel nacional “que solamente 64% de las viviendas disfruta de un servicio relativamente continuo y en 28% de los casos tienen que adecuarse a las incomodidades y riesgos de salud asociados a la prestación de un servicio irregular que obliga, muchas veces, a usar formas de almacenamiento de agua que pueden ser inseguras”.

El ENCOVI-Panamá 2024 reveló que la provincia de Panamá tiene con mayor regularidad el servicio del agua (81%), le siguen Los Santos (72%) y Chiriquí (63%).

En tanto, el déficit en ese renglón aumenta en Herrera, Veraguas, Panamá Oeste, Colón y Coclé, “donde son servidas solamente entre 50% y 60% de las viviendas”.

En las comarcas indígenas se identifica “los mayores déficits en la regularidad de acceso a los servicios de agua mejorada, observándose, por ejemplo, en Kuna Yala y Ngäbe Buglé, que 62% y 44%, respectivamente, no tienen servicio; y en los hogares donde llega, ocurre principalmente en forma irregular”.

Gestión de los desechos

El manejo conveniente de la basura y de los desechos está proporcionalmente relacionado con la salud y la seguridad ambiental.

En lo que concierne a la gestión de los desechos, “en 3 de cada 4 viviendas la eliminación de la basura se hace a través de los servicios de recolección directa prestados por entidades públicas o privadas. La incineración o quema constituye la segunda forma más común de manejo de la basura, una práctica adoptada en 1 de cada 5 viviendas, no obstante, sus efectos nocivos”.

En los hogares

El acceso a la conectividad digital y la disponibilidad de aparatos en los hogares son indicadores que también permiten medir el bienestar a nivel tecnológico.

Por ejemplo, el 54% de los hogares urbanos posee internet fijo, a diferencia que un 17% de los rurales que cuentan con ese servicio.

La mayoría de las casas citadinas tienen un aparato de televisión, pero esta proporción disminuye en las moradas rurales (65%). Los hogares que menos cuentan con este equipo son las comarcas Ngäbe Buglé, Kuna Yala, Emberá, seguidos de Darién y Bocas del Toro. Las provincias con más tenencia son Panamá, Panamá Oeste, Herrera, Colón y Los Santos.

En cuanto a las refrigeradoras, donde se registra menos posesión es en las áreas de Ngäbe Buglé, Kuna Yala y Emberá, y en Bocas del Toro y Darién. Sobre la lavadora, un 23% de los hogares no poseen este bien: “aquí también se destaca la diferencia entre los hogares rurales y urbanos (66% vs. 89%)”.

Educación

La educación influye de manera directa en las oportunidades económicas, sociales y culturales de todos nosotros.

Cuando se analiza la cobertura educativa, en Panamá alcanza el 78% de la población de 4 a 24 años, “con una participación relativamente mayor de las mujeres. Los esfuerzos realizados en el país para garantizar el derecho a la educación se ven reflejados en una cobertura casi universal en las edades de cursar la enseñanza básica (6 a 14 años) e incluso en la educación media (15-17 años)”.

Es a partir de los 18 años cuando ocurre la salida de los muchachos del sistema educativo, “observándose que menos de la mitad de las y los jóvenes de 18 a 24 años permanecían estudiando”.

Los hombres que dejaron de estudiar esgrimieron como razones la ausencia de recursos económicos y la necesidad de conseguir un empleo. Entre las damas también prevalece como motivo una frágil situación financiera y la maternidad.

Recreación y ocio

Cómo aprovecha su tiempo libre el panameño es otra manera de dimensionar su nivel de calidad de vida.

El ENCOVI-Panamá 2024 concluyó que nuestra actividad más frecuente con un 63% es el consumo audiovisual en el ámbito doméstico y le siguen reunirse con los seres queridos e ir a eventos al aire libre.

La actividad recreativa que convoca a todos los integrantes de la familia, sin diferencias generacionales, aunque en escalas diversas, es participar en eventos sociales: “en donde el 45% de quienes tienen entre 15 y 29 años participa; lo mismo que el 43% de quienes están entre 30 y 59 y el 42% de quienes tienen 60 años o más”.

Las mujeres participan en más tipos de jornadas, a excepción de las deportivas donde los hombres dominan. Aunque la práctica del deporte recreativo está presente en todos los estratos sociales en el istmo.

Hay otro elemento que colabora al desarrollo emocional de las personas: leer. En Panamá, la lectura apasiona más a ellas que a ellos (18% ante 8%) y entre más años tenga la persona más tiempo le dedica a perderse en las páginas de un libro.

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