Retrasos en reunión en la OEA sobre caso de Venezuela

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) no comenzó hoy a la hora prevista su sesión sobre Venezuela debido a que distintos grupos de países mantenían conversaciones informales sobre el contenido de una posible declaración conjunta.

Estaba previsto que los embajadores de la OEA, que el jueves debatieron durante ocho horas sin llegar a un consenso, reanudaran su encuentro a las 15.00 GMT, pero más de una hora después seguían conversando en "cuatro o cinco reuniones" informales, según informó a periodistas el representante de Uruguay, Milton Romani.

"Están todos en la búsqueda de un consenso para una declaración que sirva en esto que yo creo que es la preocupación de todos: buscar los caminos y ayudar al diálogo y a la paz en Venezuela", agregó Romani.

Fuentes cercanas a las conversaciones indicaron a Efe que es posible que esas conversaciones previas permitan llegar a un "relativo consenso" en torno a los términos de la declaración, que parte de la base de una propuesta presentada por Bolivia a la que pueden añadirse enmiendas.

Hasta ahora, de acuerdo con Romani, generan bastante consenso las ideas de que la OEA "invoque a todos los sectores a un diálogo fecundo, que diga que las investigaciones iniciadas o las que sean pertinentes tienen que llegar a su fin y que lamente todas las muertes".

No obstante, la cuestión de cómo formular el llamado al diálogo ha generado divergencias, dado que la resolución presentada por Bolivia pide un "reconocimiento al Gobierno electo en Venezuela y a sus esfuerzos por la paz" a través de la Conferencia de Paz convocada por el presidente Nicolás Maduro, considerada insuficiente para algunos países.

En la sesión del jueves, la misión de Perú propuso "que el secretario general (de la OEA, José Miguel Insulza) tiene que darle seguimiento a la situación de Venezuela y que debe informar al Consejo y además proponer mecanismos que puedan contribuir a resolver la situación de este país", según explicó el embajador de Panamá, Arturo Vallarino.

Esa idea fue rechazada por los países de la ALBA (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América), que quieren convocar una votación sobre la base del texto de Bolivia.