Inunda América la ‘marea rosa’

Actualizado
  • 28/08/2008 02:00
Creado
  • 28/08/2008 02:00
Esta anécdota, aunque trivial, encierra en sí la esencia del complejo escenario político en el que se ha convertido América Latina. Una ...

Esta anécdota, aunque trivial, encierra en sí la esencia del complejo escenario político en el que se ha convertido América Latina. Una región del mundo caracterizada por poseer inmensas riquezas naturales y gobiernos tradicionalmente corruptos está sufriendo un dramático cambio. Mientras que la derecha tradicional aún conserva algunos bastiones importantes –como Colombia, México, Perú y gran parte de Centroamérica—, una gran cantidad de países latinos ha visto surgir dirigentes de izquierda que prometen cambiar para siempre la manera de hacer política en sus países.

EL GIRO HACIA LA IZQUIERDA

Desde que en 1998 Hugo Chávez resultara elegido en Venezuela, la “marea rosa” —como han llamado muchos especialistas al giro hacia la izquierda que han experimentado varios países de la región—ha inundado gran parte del continente. El último en sumarse, el ex-obispo Fernando Lugo, que asumió como presidente de Paraguay hace escasas dos semanas. De esta manera, Lugo se suma a una lista de presidentes que incluye a dos mujeres (Cristina Fernández en Argentina y Michelle Bachelet en Chile), un indígena (Evo Morales en Bolivia), un economista radical (el mencionado Correa en Ecuador), un doctor (Tabaré Vazquez en Uruguay), un ex-guerrillero (Daniel Ortega en Nicaragua), un presidente no electo (Raúl Castro en Cuba, quien se encuentra salvaguardando los intereses de un experimento que se acerca a su cincuenta aniversario), y al propio Chávez.

“Cada día los pueblos de Latinoamérica y el Caribe están escogiendo presidentes que se ven como ellos. ¡Y no sólo nos vemos como ellos, nosotros somos el pueblo, venimos del pueblo!” dijo Chávez el 19 de julio en Nicaragua, donde pronunció un discurso en conmemoración del vigésimo noveno aniversario de la revolución que acabó con la dictadura de Somoza. A su lado estaba Daniel Ortega, el único presidente centroamericano en sumarse a la marea. Parece que no va a tardar mucho en seguirle El Salvador, en donde el candidato presidencial de la ex guerrilla, Mauricio Funes, continúa encabezando los sondeos de cara a las elecciones que se realizarán el próximo marzo. Pero la marea izquierdista en América Latina no es homogénea. Si bien encontramos gobiernos de izquierda o centro-izquierda en Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, Paraguay y Venezuela, sus políticas cubren casi todo el espectro del socialismo. Así, podríamos identificar un bloque más radical compuesto por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, y uno más centrista y neutral, en el que podríamos colocar a Chile, Argentina y Uruguay.

LOS ÚLTIMOS BASTIONES

La derecha latinoamericana no atraviesa por su mejor momento, aunque cuenta con una significativa baza a su favor: el gobierno con el mayor nivel de aceptación de la región no es socialista.

En Colombia, la popularidad de Álvaro Uribe ha alcanzado niveles inauditos –llegó a estar en 92% luego del rescate de 15 rehenes de manos de las FARC hace un par de meses— y su segunda reelección es uno de los principales tópicos de la actualidad. En Perú, Alan García, en su segundo período (no consecutivo) como presidente, atraviesa por su peor nivel de aceptación desde que asumiera el poder en 2006. Según una encuesta difundida por Ipsis/Apoyo el 17 de agosto pasado, su popularidad se encuentra en 22%. En México, Felipe Calderón está en la presidencia, pero estuvo a punto de ser derrotado por el PRD de López Obrador, en unas elecciones que algunos llegaron a calificar de “fraude”.

Así las cosas, América Latina está despertando. La mayoría de los expertos coincide en que los países que aún se resisten a la marea rosa están invariablemente condenados a ser arrasados por ella. De confirmarse sus predicciones, tendríamos una Latinoamérica lista para levantarse y asumir su papel en el mundo.

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