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- 14/11/2009 01:00
WASHINGTON. El presunto cerebro de los atentados del 11 de septiembre, Jalid Sheij Mohamed, y otros cuatro implicados serán trasladados del penal de Guantánamo a Nueva York para ser juzgados por un tribunal civil, informaron ayer medios estadounidenses.
Según la cadena pública de radio ( NPR ), que citó fuentes del gobierno, el secretario de Justicia, Eric Holder, decidió que los sospechosos sean juzgados ante el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York. El tribunal se encuentra cerca del lugar donde se levantaban las dos torres gemelas del World Trade Center destruidas por los terroristas en un atentado que costó la vida a más de 3,000 personas.
Los otros cuatro sospechosos incluidos en el procesamiento son Walid bin Atash, Ramzi Bin al Shibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa al Hawsawi.
Las fuentes indicaron también que Abdl al-Rahim al-Nashiri, supuesto planificador del ataque en 2000 contra el destructor estadounidense Cole, en Yemen, será juzgado en un tribunal militar.
La decisión sobre cómo se juzgarán ambos casos se produce pocos días antes de que concluya el plazo dado por un juez al Departamento de Justicia para que decidiera cómo procesará a numerosos detenidos en Guantánamo.
Desde el comienzo de su gestión el presidente de EEUU, Barack Obama, prometió que clausuraría el centro de detención que EEUU tiene en su base naval de Bahía de Guantánamo (Cuba), donde cientos de sospechosos de terrorismo han permanecido confinados sin juicio desde comienzos de 2002.
El presidente de EEUU, Barack Obama, confirmó ayer en Tokio el enjuiciamiento en territorio de EEUU de cinco de los principales sospechosos por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y aseguró que el proceso será de "una justicia escrupulosa".
En tanto, el secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder, dijo que la fiscalía solicitará la pena de muerte.
“Daré instrucciones a los fiscales para que soliciten la pena de muerte contra cada uno de los supuestos conspiradores del 11-S”, afirmó ayer en una rueda de prensa Eric Holder.
“Tras ocho años de retrasos, los supuestos responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001 harán finalmente frente a la justicia”, señaló.