Dilma Rousseff: ‘No es un impeachment, es un golpe'

Actualizado
  • 13/05/2016 02:00
Creado
  • 13/05/2016 02:00
América Latina se encuentra dividida frente al juicio político que Rousseff ha calificado de ‘golpe de Estado'

A sabiendas de que existe la posibilidad de que no regrese a la presidencia, Dilma Rousseff se despidió del poder asegurando que estaba ‘triste', pero al mismo tiempo hizo un llamado a sus partidarios para que mantuviesen unidos frente a lo que calificó de ‘golpe de Estado'.

Por otro lado, la región se encuentra dividida y ha reaccionado de manera distinta frente a la separación de Rousseff de la presidencia.

Gobiernos como los de Argentina y Paraguay señalaron que respetaban el proceso que se estaba dando en Brasil.

CREDIBILIDAD

‘Respetamos las decisiones institucionales de la República Federativa de Brasil', declaró el canciller paraguayo, Eladio Loizaga.

‘Ante los sucesos registrados en Brasil, el gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional que se está desarrollando y confía en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña', indicó la Cancillería argentina en un escueto texto, informa la AFP .

Otros países, como Colombia, esperan que se preserve la ‘estabilidad' y la ‘institucionalidad democrática' en Brasil.

Ecuador y Chile se mostraron preocupados por los acontecimientos del gigante suramericano, cuyas riendas serán tomadas por el vicepresidente Michael Temer, mientras dure el juicio político contra Rousseff, que peude extenderse por 180 días.

Temer ya anunció la mayor parte del gabinete que le acompañara en su gestión, mostrando una inclinación hacia la centro derecha.

Algunos de los ministros salientes han criticado la falta de mujeres y negros en el gabinete de Temer.

‘El nuevo gabinete es un retrato de lo que ellos piensan. Es el retrato de la falta de respeto a la mujer y de la falta de compromiso con lo social', agregó el hoy destituido ministro de la Secretaría de Gobierno, Ricardo Berzoini.

Países como Venezuela, Cuba y Nicaragua se mostraron opuestos al juicio contra Rousseff, y mostraron su apoyo a la mandataria.

De acuerdo al gobierno de Nicolás Maduro, pone ‘en riesgo la constitución y la democracia'. Además, calificó el hecho como un ‘golpe de Estado parlamentario'.

Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega indicó que el proceso contra la mandataria brasileña es ‘impresentable y antidemocrático' y que ‘ha ensombrecido la seriedad y fortaleza de las instituciones en ese hermano país'.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, declaró que ‘Dilma, Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo de Brasil cuentan y contarán siempre con toda la solidaridad de Cuba'.

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