México: El fracaso de la guerra contra el narcotráfico

Actualizado
  • 29/07/2017 02:05
Creado
  • 29/07/2017 02:05
Los infructuosos vetos contra los narcocorridos mantienen un paralelismo irónico con la lucha del Estado frente el narcotráfico, ambas políticas han fracasado.

‘Con cuerno de chivo (AK-47) y bazuca en la nuca, volando cabezas a quien se atraviesa, somos sanguinarios, locos bien ondeados, nos gusta matar', así dice la letra de la canción ‘Los sanguinarios del M1', un conocido narcocorrido inspirado en Manuel Torres Félix, alias ‘El M1', miembro del Cartel de Sinaloa abatido por el ejército de México en 2012.

Siendo un subgénero musical del tradicional corrido mexicano, y hoy con un fuerte arraigo popular, los narcocorridos cuentan la vida en torno al mundo de los ‘narcos'. Canciones que hablan de armas, drogas y poder son consideradas apología del delito por las autoridades mexicanas, que han intentado, sin éxito, prohibirlas en varios estados del país.

Los infructuosos vetos contra los narcocorridos mantienen un paralelismo irónico con la lucha del Estado frente el narcotráfico, ambas políticas han fracasado.

México es el país más violento de América y el noveno en el mundo, de acuerdo al ‘Programa de Datos sobre Conflictos', un estudio periódico que realiza el Departamento de Investigación sobre la Paz y Conflictos de la Universidad de Upsala, en Suecia, que recopila los registro de muertes en conflictos bélicos.

Ahorcados en puentes públicos, muertos en bolsas, fosas comunes con decenas de cadáveres, cabezas en picas, son noticias diarias en la ‘normalidad' del México de hoy, y en particular desde que el gobierno de Felipe Calderón declarara la ‘Guerra contra el Narcotráfico' en el 2006.

Presentada como la ‘estrategia salomónica' que permitiría frenar e incluso erradicar el crimen organizado, abrió las puertas para que las Fuerzas Armadas del país se involucraran de manera directa en el combate al narco, escalando la militarización del México y convirtiendo el conflictos en uno de los más brutales del continente.

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre 2007 y 2016 se registraron 174,652 muertos, mientras que sobre los desaparecidos, organizaciones de derechos humanos hablan de entre 30,000 y 50,000 desaparecidos.

Casi una década después de iniciada la estrategia de Calderón y continuada por el actual presidente, Enrique Peña Nieto, no parece haber avances frente al crimen organizado. El periodista mexicano Arturo Ángel, apoyado en estudios del Centro de Investigación y Desarrollo Económicos (CIDE), reportó en febrero que los carteles registraron un crecimiento de un 900%.

El último enfrentamiento entre la marina mexicana y el cartel del Tláhuac, una batalla en plena Ciudad de México que dejó un saldo de ocho muertos, golpeó el discurso de las autoridades sobre la supuesta ‘falta de influencia' de los carteles en la capital del país y puso una vez en cuestión los resultados de la actual política de seguridad del Gobierno.

DERECHOS HUMANOS

Desde el año 2006, en varias zonas de México se vive una suerte de ‘estado de excepción', con los militares patrullando las calles del país.

De acuerdo a la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), se ha difundido de manera generalizada la visión del gobierno que califica a las personas ‘abatidas' en el marco de la estrategia contra el crimen organizado como ‘criminales caídos'.

‘México ha acumulado cifras alarmantes de personas torturas, desaparecidas y desplazadas, como resultado de la violencia generalizad, la corrupción y la impunidad', denuncia la CMDPDH.

Frente a esto, para algunos expertos, una de las principales preocupaciones es la actual normalización de la violencia y de la impunidad, tanto de las organizaciones criminales como desde las estructuras del Estado, en un conflicto que no parece tener fin a la vista, mientras la voraz demanda de droga en los EE.UU. continúa al igual que flujo de armas de este país hacia México.

El último escándalo del espionaje por parte del gobierno de Peña Nieto a los investigadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinipa, colocan -una vez más- la pregunta sobre qué tan real es la línea divisoria entre el Estado y los grupos criminales que afirma combatir.

MAPA DEL TRÁFICO

En el territorio mexicano operan unas 40 grandes organizaciones para el tráfico de drogas

Se calcula que los carteles mexicanos ganan entre 19,000 y 29,000 millones de dólares anuales solo por la venta de drogas.

Entre los principales grupos criminales con las mayores áreas de influencia se encuentran: El Cartel de Sinaloa, el Cartel del Golfo, Los Zetas, Los Caballeros Templarios, Jalisco Nueva Generación, Cartel de Juárez, la Organización Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana.

Aunque el principal negocio de los carteles es el tráfico, también operan con empresas legales.

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