Cuba: un análisis sobre el estatus de la libertad de información

¿Qué es la libertad de expresión?, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inherente a todas las personas de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La CIDH señala que la población debe contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación; dichos términos los estipula el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; sin embargo, hoy Cuba está lejos de acariciar esta realidad.

El país caribeño está arropado bajo un manto de hostilidad por un régimen que se niega a recibir ayuda humanitaria en medio de una crisis sanitaria producto de la covid-19, la falta de alimentos y medicamentos.

Desde la semana pasada, la mayoría de las redes sociales y plataformas de mensajería permanecen bloqueadas en el servicio de internet en Cuba, hecho que ocurrió después de las protestas antigubernamentales en el país.

Las redes sociales han sido protagonistas fundamentales en la convocatoria de las marchas contra el Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel.

El observatorio de internet Netblocks reportó en su actualización en Twitter un informe sobre Cuba a raíz de las manifestaciones, donde los ciudadanos de ese país tienen limitantes para acceder a Facebook, WhatsApp, Twitter y YouTube.

Según la agencia de noticias EFE, el acceso a internet sí es posible en los parques con wifi-públicos, aunque hay reportes de inestabilidad en los servicios Nauta y ADSL en los domicilios. “Las telecomunicaciones en Cuba dependen por completo del monopolio estatal de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S. A., que hasta hace dos años y medio comenzó a ofrecer el servicio de datos en los celulares”, precisa la publicación.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comunicó durante una rueda de prensa que está estudiando maneras para restablecer el acceso a internet en Cuba.

En repuesta a la propuesta de Biden, el mandatario cubano calificó la posible acción como un nuevo intento de derrocar al gobierno cubano.

Censura y persecución

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), exigió la liberación inmediata de Henry Constantín Ferreiro, vicepresidente de la SIP en Cuba y otros periodistas de La Hora de Cuba, detenidos por el régimen.

El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, y el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet responsabilizaron al gobierno cubano de cualquier atropello en contra de los detenidos. Señalaron que la incomunicación a la que están sometidos en dicho país es “injustificada”.

De igual manera, la youtuber Dina Stars fue arrestada en su domicilio mientras daba una entrevista televisiva para el canal Cuatro TV de España, en la que estaba conversando con la periodista Marta Flich y con el cantante cubano Yotuel Romero sobre las protestas en contra del régimen comunista.

De acuerdo con la SIP, los derechos vinculados a las libertades de expresión y de prensa deben garantizarse por igual en el entorno digital y en el tradicional.

Asimismo, anota que la legislación y las políticas públicas sobre internet deben estar dirigidas a garantizar que el espacio digital sea abierto, neutral, accesible para todos y apegado a los derechos humanos.

También precisa que los gobiernos no deben coartar con regulaciones las expresiones de interés público en el espacio digital, tampoco imponer sanciones agravadas por el hecho que sean manifestadas en dicho espacio. Además, de que los gobiernos no deben penalizar la crítica, la información o la protesta en contra de los funcionarios públicos sobre asuntos de interés público o contra personas que voluntariamente se exponen al escrutinio de la sociedad.

La SIP puntualiza que el bloqueo y filtrado de contenidos por control estatal en el espacio digital constituye censura previa de acuerdo con lo establecido en la Convención Americana de Derechos Humanos.

Deseos de una Cuba en libertad

El escritor cubano, Jorge Luis Camacho, residente en París publicó entre mayo y junio de este año en Amazon una trilogía en la que había trabajado durante seis años: Sinfonía Cubana I, II y III, la primera saga familiar histórica de la literatura cubana que cuenta el período de la Revolución desde el punto de vista de la comunidad desterrada e imagina el regreso de la democracia en Cuba.

Camacho manifiesta que un mes más tarde, lo que vaticinaba Sinfonía Cubana como ficción, está sucediendo en la realidad.

Dice que como escritor, es sorprendente constatar que hay entre Sinfonía Cubana y los sucesos que tienen lugar en Cuba en este momento una serie de coincidencias que pocas veces se dan en la historia.

“Mientras escribía Sinfonía Cubana III les preguntaba a muchos amigos cubanos: ¿cómo ves el final de la dictadura en Cuba? La mayor parte respondía que tardaría mucho. Algunos afirmaban incluso que no tendría fin. Recientemente, durante una entrevista, un periodista me dijo que había dictaduras que llegaban para quedarse y que la cubana le parecía ser de esas, otro me dijo que el fin de la dictadura previsto en mi trilogía era ciencia ficción. La realidad cubana prueba lo contrario y Sinfonía Cubana también.”, comenta.

Camacho expone en su libro: “El virus de Wuhan sigue azotando al mundo. Tal vez, como sucedió con la peste medieval que desprestigió a las religiones y estremeció los cimientos del pensamiento humano, tras esta crisis habrá un renacimiento. En Cuba, ya se anuncia. El Gobierno tiene cada vez menos credibilidad. El país está en bancarrota. El hambre se hace compañera. La oposición se intensifica. Cada vez son más los que desafían abiertamente al Gobierno….”.

Un poco más adelante en sus páginas rescata: “Unos predicen que un estallido social barrerá con todo en Cuba. Otros que el desastre económico obligará al régimen a negociar con la oposición. Lo que nadie imagina, es que Cuba siga igual”.

“Algo ha cambiado definitivamente en Cuba. La represión no detendrá esa avalancha. Pase lo que pase en los próximos días, nada volverá a ser como antes. Yo, como la mayoría de los cubanos, deseo que lo anunciado en Sinfonía Cubana siga convirtiéndose en realidad”, expresa.