Verdades y falsedades

Actualizado
  • 08/05/2011 02:00
Creado
  • 08/05/2011 02:00
JAIRO H.PERTUZ S.. P reámbulo: Nuestra historia, credo religioso y cultura propia vienen siendo sistemáticamente exterminados, mientras...

JAIRO H.PERTUZ S.

P reámbulo: Nuestra historia, credo religioso y cultura propia vienen siendo sistemáticamente exterminados, mientras, celebramos los extraños. Abusos laborales en comercios, expansión habitacional, ‘concesiones’ y las inacciones gubernamentales vienen acabando con los ‘caminos de cruces’ del pueblo panameño. Estos daños son profundos e irrecuperables. Las alzas generalizadas, principalmente del costo de vida, hacen necesario y justifican un alza de salarios a empleados públicos, empresas privada y jubilados. Esta alza debe ser ajustada anualmente. Crecimiento económico y distribución de riqueza, dos actores que deben acoplarse, en justicia y con justicia.

Entrando en materia, los pueblos del mundo están cansados de ser burlados y engañados. Promesas de campañas que no se cumplen, pactos bajo la mesa, negociados al amparo de cargos en el poder, agresión en lugar de diálogo y consulta, todo esto y más, con singular desparpajo sin investigaciones ni castigos, pues nuestras democracias, ajustadas a la medida, no lo prevén. Las políticas públicas globales, por cierto, en el país más poderoso del mundo, tienen un alto porcentaje de irregularidades. Los políticos en ejercicio del poder en EEUU, Republicanos y Demócratas, únicos partidos con vigencia en ese país, no logran determinar como enfrentar el super alto déficit fiscal. Hoy, en campaña hacia un nuevo período de gobierno, el presidente Obama dice que no respalda disminuir o afectar las inversiones en becas a estudiantes o el programa de salud para disminuir, en algo, ese déficit. Eso sería un absurdo, no tiene ni que decirlo. Pero, si existen muchos otros programas que no solo justifican ser reducidos, sino eliminados, por los daños que causan a su pueblo y a la humanidad. El elevado gasto-inversión presupuestado para guerras internacionales, que ahora incorpora guerras cibernéticas y los que se derivan de sus actividades contra gobiernos que consideran desafectos a sus programas geopolíticos y de intereses económicos, son ejemplos. La generalidad de países que no aceptan las practicas de dominación occidental, llámese potencias o sistema, seguirá aumentando obligados por sus necesidades de supervivencia, como porque han adquirido capacitación y educación que ha ampliado su visión del mundo y sus derechos. Esos pueblos no son enemigos del pueblo estadounidense, que es el que paga por todos los absurdos de la política intervencionista de su país, al contrario, son pueblos hermanos con aspiraciones, necesidades y deseos comunes. Internacionalmente existe una filosofía política para estas prácticas. El oscuro Henry Kissinger, otrora poderoso del trabajo sucio, a través del cargo que desempeñó, sostenía en secreto que, para triunfar en política exterior ‘había que hacer padecer el mayor dolor posible’, así lo admitió después, y así sigue siendo. En boletines de prensa y frente a las cámaras se miente y se hace gala de hipocresía, mientras, ocultamente, se producen bombardeos donde miles de civiles inocentes mueren o quedan lisiados. Así fue en Vietnam, Cambodia, África, Europa del Este, Irak, Afganistán y Libia. Otras acciones se producen en América, cubiertas con el mismo manto. EEUU firmó un Pacto de preferencias con los 5 países del CAN (Grupo Andino) que luego viene incumpliendo como chantaje de represalia.

Primero se lo aplicaron a Bolivia suspendiéndole las ‘preferencias’ que garantiza ese Pacto, y ahora a Ecuador, por rechazar ingerencias de sus Embajadores en estos países, hechos que, al revés, jamás EEUU aceptaría, con Pactos o sin ellos. El reciente despliegue publicitario sobre la muerte de ex agente de la CIA en un ‘ataque militar montado para liquidarlo’ no resulta digerible. Tal vez puede estar muerto desde hace años. La opinión pública mundial no cree que haya muerto de disparos de armas cortas, tampoco que haya sido ‘muerto’, ahora, en plena campaña presidencial de Obama. Lo más sorprendente es que hayan tirado su cadáver al mar. Ahora el mundo no podrá comprobar su ADN. En Panamá esta ‘muerte’ no solo genera serías dudas sino burla, aunque lo haya certificado Obama y Hilari. Este ‘hecho’ ayudaría a la campaña presidencial de Obama y, pretendería justificar más invasiones y bombardeos en el afán de EEUU por ‘combatir el terrorismo’ que ahora se extendería a Pakistán, son algunas de las conclusiones que manifiestan los panameños de diferentes estratos y ocupaciones. Especialistas en el tema aseguran que Al – Zawahiri dirige Al-Qaeda desde hace años.

Usted, amigo lector, tiene el derecho y la libertad de investigar, analizar y sacar sus propias conclusiones.

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