Berlusconi negó todos los cargos en caso ‘Rubygate’

EUROPA. Ni sexo con la joven marroquí Ruby ‘Robacorazones’ ni las famosas fiestas del ‘bunga bunga’. La estrategia de Silvio Berlusconi en el juicio donde está acusado de inducir a la prostitución a la menor marroquí Karima El Mahroug, apodada Ruby Robacorazones, y de abuso de poder, fue esa: negar todo.

El exprimer ministro italiano, como estaba previsto, dio su versión ayer en el marco del proceso sin someterse al interrogatorio de los fiscales. Negó haber tenido ‘relaciones íntimas’ con Ruby. Negó que se hayan producido ‘escenas de sexo’ en su casa. Y también negó que haber ejercido presiones sobre los funcionarios de la policía de Milán.

‘Nunca tuve relaciones íntimas con ella (la víctima llamada Ruby). Nunca ejercí presiones sobre los funcionarios de la prefectura de policía de Milán’, dijo Berlusconi durante la declaración espontánea ante el tribunal de Milán.

LA NIÑA Y LAS FIESTAS

En el caso ‘Rubygate’, Berlusconi está acusado de haber pagado una decena de prestaciones sexuales a una joven marroquí, menor en el momento de los hechos.

Además de esa imputación, Berlusconi también negó las famosas fiestas en su lujosa residencia de Arcore, cerca de Milán, que la fiscalía describió como ‘osadas y frecuentadas por mujeres jóvenes a medio vestir’. El expremier dijo: ‘Eran cenas en un gran comedor durante las cuales me encontraba al centro de la mesa, monopolizando la atención, cantando, hablando de deportes, de política y contando chismes’. Y agregó: ‘Jamás en mi vida he pagado para mantener una relación sexual. Ninguna de las invitadas a mis fiestas eran escorts, hasta dónde yo sé’.

Berlusconi reiteró en su declaración el argumento según el cual habría intervenido ante la policía de Milán para ‘evitar un incidente diplomático’ con Egipto, pues estaba convencido que Ruby era la sobrina del entonces presidente, Hosni Mubarak.

El exjefe del gobierno puede recibir una condena de tres años de prisión por prostitución de menor.

Además se le acusa de haber abusado de su posición de presidente del Consejo presionando a la prefectura de Milán para obtener su liberación después de ser arrestada en mayo de 2010 por un robo menor, se inició en abril de 2011. El cargo tiene 12 años de prisión.