Decreto de Mursi genera conflicto

Actualizado
  • 24/11/2012 01:00
Creado
  • 24/11/2012 01:00
EGIPTO. Mohamed Mursi, para evitar que sus decisiones sean desafiadas por la justicia hasta que sea electo un nuevo Parlamento desató la...

EGIPTO. Mohamed Mursi, para evitar que sus decisiones sean desafiadas por la justicia hasta que sea electo un nuevo Parlamento desató la furia de sus opositores, quienes lo acusaron de ser un nuevo Hosni Mubarak. La furia se expresó en varias ciudades de Egipto y en la ciudad de Alejandría los opositores terminaron por incendiar la oficina del partido político de Mursi en esa ciudad. Pero ante las acusaciones el gobierno se defendió indicando que esta acción era en beneficio de la nación.

TURBULENCIA Y AGITACIÓN

Miles de manifestantes colmaban a gritos la emblemática Plaza Tahrir, corazón de la revuelta contra Mubarak en el 2011, demandando que Mursi deje su cargo. También se produjeron violentas protestas en otras ciudades como Alejandría, Port Said y Suez.

‘Gobierno para todos los egipcios. No seré parcial contra ningún hijo de Egipto’, dijo Mursi en las afueras del palacio presidencial, agregando que estaba trabajando para la estabilidad social y económica y la rotación del poder.

‘La oposición en Egipto no me preocupa, pero tiene que ser real y fuerte’, dijo Mursi en respuesta a sus críticos.

Alentado por elogios de varias partes del mundo por mediar una tregua entre el grupo palestino Hamás e Israel, Mursi ordenó el jueves que la asamblea dominada por islamistas (que actualmente redacta una nueva Constitución) no pueda ser disuelta a través de procesos judiciales.

LOS ‘NUEVOS PODERES’

Mursi, un musulmán cuyas raíces se encuentran en la agrupación Hermanos Musulmanes, también se adjudicó poderes que le permiten echar al impopular fiscal general y abrir la puerta a un nuevo juicio contra Mubarak y sus aliados.

El decreto del presidente está dirigido a terminar con las disputas y facilitar que Egipto tome más rápidamente el camino a la democracia, según dijo un portavoz presidencial. .

Con este nuevo cambio Mursi estableció que cualquier decreto que emita de ahora en adelante en ausencia de un Parlamento electo no podrá ser desafiado, una medida que consolida sus poderes pero que según la oposición podría desestabilizar más al país.

La agitación ha pesado fuertemente sobre la economía ya alicaída de Egipto. Un acuerdo de esta semana con el Fondo Monetario Internacional, que implica un préstamo de 4,800 millones de dólares, le dará un respiro aunque también acarrea medidas impopulares.

ALEJANDRÍA

En Alejandría, al norte de El Cairo, manifestantes también irrumpieron en las oficinas del movimiento de los Hermanos Musulmanes de Mursi y arrojaron sillas y libros a las calles para luego prenderles fuego.

Seguidores y detractores de Mursi se enfrentaron cerca de una mezquita en la ciudad, la segunda más grande de Egipto.

Una sede del partido también fue atacada a pedradas por manifestantes en Port Said.

El decreto ya está empezando a inquietar a los aliados occidentales de Egipto y podría alarmar a Estados Unidos (EEUU), un generoso benefactor del Ejército del país africano que halagó a El Cairo por su participación en la tregua en Gaza.

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