Juan XXIII: ‘El Papa bueno’

Actualizado
  • 27/04/2014 02:00
Creado
  • 27/04/2014 02:00
Finalmente llegó el reconocimiento que muchos fieles llevaban pidiendo desde la muerte de Juan XXIII.

Finalmente llegó el reconocimiento que muchos fieles llevaban pidiendo desde la muerte de Juan XXIII.

La muerte de Angelo Roncalli estuvo acompañada de un intenso fervor popular que pedía su proclamación como santo sin pasar por un proceso, pero su causa de canonización se fue quedando atascada en la llamada ‘fábrica de los santos’ hasta la llegada del actual papa Francisco. El 5 de julio de 2013, Francisco decidió aprobar la segunda curación milagrosa por la que subiría a los altares Juan Pablo II, y también canonizar a Juan XXIII, pero sin que se estudiase un segundo milagro por su intercesión, como contempla la normativa vaticana.

Roncalli, quien fue elegido papa el 28 de octubre de 1958, tiene muchas características que ahora hacen que surjan comparaciones con el papa Francisco, pues tras su elección en 1958, con 77 años, para suceder a Pío XII, modernizó la vida en el Vaticano, flexibilizando el protocolo y facilitando el contacto del pontífice con la realidad cotidiana.

Renovó el Colegio Cardenalicio al incluir representantes de zonas del mundo tradicionalmente ausentes e intensificó las relaciones diplomáticas del papado con los líderes políticos mundiales, incluidos los soviéticos, por lo que contribuyó a reducir la tensión entre comunistas y cristianos. Los biógrafos destacan cómo Roncalli ayudó a no empeorar la situación de las relaciones entre la Iglesia cubana y el Gobierno castrista y que no hubo excomunión ‘ad personam’ para Fidel Castro, como algunos han indicado.

El 3 de junio de 1963, poco después de iniciarse el Concilio, Juan XXIII moría tras una larga enfermedad, sin conocer los resultados de la asamblea que marcó el camino de la nueva Iglesia católica.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus