Rusia suspende proyección de una comedia británica sobre la muerte de Stalin

Actualizado
  • 23/01/2018 12:15
Creado
  • 23/01/2018 12:15
Un grupo de destacados miembros del consejo adscrito al Ministerio de Cultura arremetieron contra la cinta tras asistir a su preestreno

Rusia suspendió hoy la proyección de la película británica "La muerte de Stalin", sátira política criticada por personalidades de la cultura de este país por burlarse de los dirigentes y símbolos soviéticos.

"A la distribuidora Volga le hemos enviado hoy una nota sobre la retirada de la acreditación para la película 'La muerte de Stalin", informó un portavoz del Ministerio de Cultura a medios locales.

Explicó que una película puede ver retirada el permiso de proyección en caso de que incluya información cuya difusión está prohibida por la legislación. "Si se exhibirá la película o no, lo veremos más tarde", agregó la fuente. 

Volga explicó que el ministerio le remitió el pasado 17 de enero la autorización para proyectar la cinta, pero cambió de idea tras recibir numerosas muestras de repulsa.

"La muerte de Stalin", dirigida por el británico Armando Iannucci y que debía estrenarse el 25 de enero, aborda con tono de humor las luchas intestinas que siguieron a la muerte de Iosif Stalin en 1953.

Un grupo de destacados miembros del consejo adscrito al Ministerio de Cultura, entre los que figura el famoso cineasta Nikita Mijalkov, arremetieron contra la cinta tras asistir a su preestreno al considerar que incluye material que puede ser catalogado de extremista.

En su opinión, la comedia es calumniosa con la historia de la URSS y mancilla la memoria de los ciudadanos soviéticos que derrotaron al Fascismo.

Denunciaron que el mariscal Georgui Zhúkov, el héroe soviético de la Segunda Guerra Mundial, es presentado como un payaso y enmarcaron el filme en la actual "lucha ideológica contra Rusia".

Además, dada la cercanía del 75 aniversario de la victoria en la batalla de Stalingrado, pidieron encarecidamente que se aplazara varios meses su exhibición.

En particular, Pável Pozhigailo opinó que "La muerte de Stalin" "insulta nuestros símbolos históricos: el himno soviético, las órdenes y medallas".

Les secundaron en el comité de Cultura de la Duma, donde llamaron a posponer su estreno y calificaron la cinta de "asquerosidad", aunque matizaron que la ley impide prohibir la película.

Mientras, los comunistas la tacharon de "provocación" en vísperas de las elecciones presidenciales del 18 de marzo, en las que el actual presidente, Vladímir Putin, buscará la reelección.

"La muerte de Stalin" fue estrenada en septiembre pasado durante el Festival de Toronto, al que acudieron sus principales protagonistas.

El sucesor de Stalin, Nikita Jruschov, es interpretado por Steve Buscemi; Zhúkov, por Jason Isaacs, mientras que el conocido comediante de Monty Python Michael Palin se pone en la piel de Viacheslav Mólotov, en un elenco que incluye también a la ucraniana Olga Kurilenko.

En declaraciones a la prensa rusa, Iannucci aseguró que la película no pretende ser un documento histórico y admitió que los diálogos entre los dirigentes soviéticos son producto de su fantasía.

En el cartel de la película, en un fondo totalmente rojo aparecen dos personas tirando del famoso bigote de Stalin, imagen coronada por un gorro militar con una estrella roja.

La imagen de Stalin, quien dirigió con mano de hierro la URSS durante más de un cuarto de siglo, ha mejorado en los últimos años y cada vez son menos los rusos que le consideran un dictador sanguinario culpable de la represión de millones de personas.

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