Kim y Moon, una cumbre marcada por la desnuclearización

Actualizado
  • 23/04/2018 12:40
Creado
  • 23/04/2018 12:40
Corea del Norte anunció el pasado fin de semana que congelará sus pruebas de misiles y bombas nucleares y desmantelará su centro de test atómicos

La histórica cumbre que celebran el viernes los líderes de las dos Coreas está marcada por la intención de tratar la desnuclearización de Pyongyang, un punto que, sin embargo, plantea incógnitas y divide a expertos en cuanto a posibles resultados.

Tras el deshielo olímpico, Seúl y Pyongyang aceleraron contactos y el líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró a través de intermediarios que tanto en su encuentro del 27 de abril como en el que planea para mayo o junio con el presidente de EEUU, Donald Trump, el fin del programa atómico norcoreano estará sobre la mesa.

El régimen anunció el pasado fin de semana que congelará sus pruebas de misiles y bombas nucleares y desmantelará su centro de test atómicos, en lo que se interpreta -no sin cierta cautela - como un gesto encaminado a facilitar el fin del programa de armas.

El Gobierno surcoreano ha asegurado a su vez que el asunto centrará el encuentro, el primero entre líderes de las dos Coreas en 11 años, y que la meta de Moon Jae-in es lograr una península libre de armas nucleares.

Pero, a falta de la concreción de una agenda oficial para la reunión, muchos analistas se preguntan por algo tan básico como qué entienden exactamente los dos países, técnicamente aún en guerra, cuando hablan de "desnuclearización".

"La desnuclearización no va a ser el principal tema de la cumbre; el principal va a ser el principio de desnuclearización en sí. Va a haber solo un acuerdo muy básico", dice a Efe Jo Dong-joon, vicedirector del Instituto de Estudios para la Paz y la Unificación de la Universidad de Seúl y experto en desnuclearización.

El llamado "principio de desnuclearización" es uno de los cinco puntos del plan que Moon presentó ante el parlamento en noviembre para lograr la paz en la península coreana y se basa en la declaración conjunta que las dos Coreas firmaron en 1992.

En virtud del documento, los dos países acordaron, entre otras cosas, no poseer, probar, o producir armas atómicas y no operar instalaciones para producir uranio para dichas bombas; lo contrario de lo que Pyongyang ha venido haciendo desde los noventa con el desarrollo de su programa armamentístico.

Por lo tanto, Jo cree que Moon pretende recuperar en la cumbre ese acuerdo general -nunca implementado por las desavenencias sobre cómo inspeccionar y verificar de manera recíproca el cumplimiento de lo estipulado en el texto- como un primer paso para preparar el terreno de cara a una futura negociación con EEUU.

En cambio, el profesor Mun In-chul, ligado a la misma institución, cree que Kim Jong-un va a querer plantear en la cumbre desde el principio una serie de condiciones para que su régimen opte por la desnuclearización, al contrario de lo que ha dado a entender Moon.

"La parte más espinosa es la retirada de las tropas estadounidenses en Corea del Sur que creo que va a exigir Pyongyang", a pesar de que el presidente surcoreano ha asegurado que el Norte se ha comprometido a no hacerlo, explica Mun, investigador en el terreno de las relaciones intercoreanas.

"Ahí Seúl está en una posición muy incómoda porque esa exigencia condiciona la alianza con Washington que ha existido desde el fin de la Guerra de Corea (1950-1953)", añade.

Por ello cree que Moon va a insistir, como ya ha indicado su Gobierno, en tratar de firmar una suerte de acuerdo de paz que ponga fin al régimen que existe en la península en virtud del alto el fuego que puso fin al conflicto.

Este asunto también es técnicamente muy complejo puesto que el documento que concluyó la guerra fue firmado por EEUU, como líder del contingente de la ONU (en el que está Corea del Sur), Corea del Norte y el llamado ejército de voluntarios chinos.

Según Mun, un "tratado de paz" requeriría de la participación de más actores y de la celebración de más cumbres en el futuro, algo a lo que Moon se ha mostrado dispuesto y que indicaría que el presidente surcoreano contempla la cita del 27 de abril solo como un paso preparatorio para la cumbre Kim-Trump y otras reuniones venideras.

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