La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 14/04/2019 02:00
En una campaña dominada por las fuerzas de derecha y extrema derecha, los comicios del pasado martes reajustaron las fuerzas en el Knéset (parlamento israelí), en el cual lo único que parece claro es la permanencia del primer ministro, Bejamín Netanyahu.
Según reportes de la agencia Efe , tras más de 48 horas de recuento de votos, el Comité Central Electoral israelí informó que el derechista Likud, partido de Netanyahu, consiguió aglutinar los votos conservadores con 36 asientos, seis más de los que actualmente tiene su formación, lo que abre la posibilidad de asumir un quinto periodo consecutivo.
A muy poca distancia con 35 escaños una formación muy reciente también se afianzó, la coalición derechista Azul y Blanco. Encabezada por el exjefe del Estado Mayor Beni Gantz y el exministro de Finanzas Yair Lapid, logró hacer sombra al Likud y construir una opción seria de alternativa de gobierno.
Otros partidos de derechas como Judaísmo Unido por la Torá (ultraortodoxos ashkenazíes, de origen europeo) y Shas (ultraortodoxos mizrahíes, de Oriente Medio y norte de África) o Unión de Partidos de Derecha, igualmente mantuvieron su presencia en el Knéset.
En tanto la izquierda quedó menguada, siendo el principal perdedor el Partido Laborista, mientras que las listas árabes volvieron a quedar en minoría en la Cámara.