Aumenta tensión en la península coreana tras pruebas balísticas de Seúl y Piongyang

Actualizado
  • 17/09/2021 00:00
Creado
  • 17/09/2021 00:00
Los últimos ensayos con misiles por ambos países, han saltado las alarmas de la comunidad internacional y plantean dudas sobre una posible carrera armamentística en la región
Las dos Coreas se encuentran técnicamente en guerra desde la firma del armisticio de 1953.

Esta semana volvieron a elevarse las tensiones en el nordeste de Asia, luego de la realización de ensayos con misiles por parte de Corea del Norte y Corea del Sur.

Este nuevo lanzamiento ha colocado a la defensiva a los países de la región, en una clara muestra de fuerza de los dos países cuando las relaciones pasan por su momento más bajo desde 2019.

Pionyang confirmó ayer por medio de la prensa estatal que el ensayo ocurrió el miércoles y que los dos misiles balísticos fueron lanzados desde un tren.

“El regimiento ferroviario de misiles participó en el simulacro con el objetivo de golpear el área objetivo a 800 kilómetros de su ubicación después de trasladarse a la zona montañosa central al amanecer del 15 de septiembre”, reportó la agencia EFE citando a la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).

Un soldado surcoreano patrulla la frontera con Corea del Norte.

La información fue después confirmada por el ejército surcoreano, que indicó que los misiles volaron 800 kilómetros desde Yangdeok, en la sureña provincia de Yangdeak, hasta caer en el mar del Este, conocido también como el mar de Japón.

Sin que se dieran mayores detalles sobre el tipo de proyectiles utilizados, la KCNA señaló que el mismo forma parte del sistema ferroviario de misiles y que se mantiene activo para enfrentar posibles amenazas desde diferentes partes del país. En fotografías difundidas posteriormente por la agencia norcorena, se pudo ver un misil despegando desde un tren estacionado entre las montañas, en medio de una columna de humo y llamas por la propulsión del proyectil.

Ese mismo día, como respuesta al ensayo, Corea del Sur anunció que también había llevado a cabo un prueba armamentística. En este caso, la de un misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM, en inglés) ubicado en las costas de Taean, al suroeste de la península.

Según informó la agencia Yonhap, la prueba fue inspeccionada directamente por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, cuya oficina en un comunicado oficial dijo que con esta acción se buscaba garantizar la disuasión ante amenazas “omnidireccionales”.

Horas después del lanzamiento, Kim Yo-jon, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, cuestionó las palabras del mandatario del sur y aseguró que su ensayo “no fue” una amenaza.

“Lo que estamos haciendo ahora no es una provocación, como especula Corea del Sur. Es un acto de autodefensa normal destinado a implementar las tareas clave del plan quinquenal sobre el desarrollo científico de defensa y el desarrollo de sistemas de armamento”, subrayó Kim según Yonhap.

Espiral de tensiones

La relación entre los dos Coreas se ha ido degradando paulatinamente desde que fracasaran las negociaciones en la cumbre de Hanoi en 2019, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró insuficiente la propuesta de desarme nuclear de Piongyang y rechazó quitarle las sanciones al país socialista.

A partir de allí la situación ha ido a peor con el rompimiento de comunicaciones telefónicas por parte de Piongyang, interpretado como su respuesta a los ejercicios militares que realizaron Corea del Sur y Estados Unidos en agosto pasado. Unas maniobras conjuntas que se dan todos los años y que durante décadas han sido consideradas por el Gobierno norcoreano como una amenaza a su soberanía y una simulación de una invasión a su territorio.

Por su parte, Washington condenó el lanzamiento de Piongyang e insistió en que busca un “diálogo” con la nación asiática. “La diplomacia es el medio a través del cual podemos alcanzar nuestro objetivo (...) la desnuclearización de la península de Corea”, dijo Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, también tomó postura en las tensiones e igualmente condenó a Pionyang por violar las resoluciones intencionales siendo “una amenaza para la paz y la seguridad” de su país, sin hacer mención al ensayo de Corea del Sur.

Quien también reaccionó fue China, cuyo canciller Wang Yi pidió a los países de la región contribuir “a la paz y estabilidad en la península”, haciendo referencia tanto a Corea del Norte como a los ejercicios militares de Washington y Seúl.

Las declaraciones del diplomático chino se dieron mientras estaba de visita en Corea del Sur, y cuando su país mantiene una abierta disputa con Washington por la influencias en la región.

Aunque no es la primera vez que se disparan las tensiones en un conflicto que cumple ya 71 años, la inusual respuesta con misiles de Corea del Sur y la creciente puja geopolítica chino-estadounidense, plantea preocupaciones sobre una posible carrera armamentística en la península.

Las dos Coreas se encuentran técnicamente en guerra desde la firma del armisticio de 1953. Aunque no han vuelto a darse hostilidades armadas directas, aún no existe un tratado de paz que haya puesto fin al conflicto.

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