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- 01/06/2010 02:00
- 01/06/2010 02:00
La votación abrumadora de Juan Manuel Santos en la primera vuelta por la presidencia de Colombia no deja ninguna duda: los colombianos quieren más Uribe. El ex ministro de defensa, ejecutor estrella de la política de seguridad democrática, logró 6 millones 750 mil votos, más del doble de los obtenidos por el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, a quien las encuestas daban como cercano competidor.
Aunque a Santos no le alcanzaron para ganar en primera vuelta y tendrá que enfrentarse a Mockus en la segunda, la mayoría holgada que alcanzó este domingo le deja el panorama bastante despejado. Aunque los perdedores han manifestado que tienen que consultar sus respectivos partidos antes de tomar una decisión sobre a quién apoyarán en segunda vuelta el próximo 20 de junio, se presume que la tendencia –excepto en el caso del Polo Democrático, alianza de partidos de izquierda - será a aliarse a Santos, cuya principal propuesta de campaña fue la continuidad de las políticas de Uribe.
Con ello quedó demostrado que, a pesar de los escándalos de corrupción que salpicaron el gobierno en los últimos dos años, los colombianos prefieren la certeza de la continuidad que representa Santos a la incertidumbre del cambio encarnado por Mockus.
El ex alcalde, aunque logró emocionar a la opinión, es claro que no consiguió convencerla. Su excesiva franqueza, que cuando confesó que tenía Parkinson le sumó votos, se convirtió después de varias semanas de debate público en su peor enemiga. Actitudes dubitativas frente a temas cruciales como la posición frente a Chávez y otras que demostraron una clara falta de cálculo político como el anuncio de que subiría los impuestos, jugaron sin duda en contra del candidato del Partido Verde a quien se le notó, tras la subida de la espuma, que todavía no estaba lo suficientemente preparado para asumir las riendas del país.
Aunque las encuestas publicadas se alejaron considerablemente de los resultados obtenidos, las realizadas en la última semana y que la ley no permitía publicar ya mostraban la tendencia al desplome de la candidatura verde, opacada por la fragilidad de sus propuestas cuya vulnerabilidad se hizo evidente en los debates con los demás candidatos.
Más allá de los resultados, sin duda, la jornada del domingo mostró que Colombia ha adquirido una madurez política y solidez institucional que la hacen merecedora de hacer parte del CIVETS, ese grupo de países que según Michael Geoghegan -jefe ejecutivo del HSBC, el banco más grande del mundo- tienen un ‘futuro brillante’ digno de observar.