El buen trato en casa y una vida sin violencia son algunos mensajes incluidos en las letras de las ‘Chiquicoplas’, una versión de las tradicionales coplas...
- 22/12/2008 01:00
- 22/12/2008 01:00
Obama es, sin lugar a dudas, el hombre del año 2008 para América y, quizás, para el mundo. Nadie en el planeta hubiera pensado hace ocho años –cuando no tenía siquiera boletos para la Convención de su partido— que hoy Obama iba a estar sentado en la cima del mundo. El presidente electo de EEUU, como declaró la revista Time, “ha llegado a la escena estadounidense como un trueno, hecho trizas décadas de sabiduría convencional y superado siglos de orden jerárquico social”.
De Obama se han dicho muchas cosas. Ciertas o no, nadie puede negar que ha logrado llenar de esperanzas a un mundo hastiado, ha hecho vibrar a un país como hace décadas no lo hacía alguien, y ha convencido al mundo entero de que EEUU se merece una nueva oportunidad. De México a Argentina, de Israel a Afganistán, de España a Japón, todos tienen esperanzas en que el primer presidente negro en la historia de EEUU le devuelva la sensatez y la sensibilidad a la política mundial. Eso, más que cualquier cosa, es lo que lo hace merecedor al reconocimento como personaje del año, por lograr darle ánimos a un mundo que ya no creía en milagros.