Trump, el presidente más impopular al asumir el cargo

Actualizado
  • 18/01/2017 01:00
Creado
  • 18/01/2017 01:00
A solo dos días de su toma de posesión, Donal Trump enfrenta una muy poca popularidad y el boicot de casi cien legisladores demócratas.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asumirá el cargo el próximo viernes, 20 de enero, con unos índices de popularidad mucho más bajos que sus predecesores en la Casa Blanca, según varios sondeos divulgados ayer.

De acuerdo con una encuesta de la cadena ABC y el diario The Washington Post , ahora mismo un 40% de los estadounidenses tiene una opinión ‘favorable' acerca de Trump, frente a un 54% que afirma poseer una impresión ‘desfavorable' sobre el presidente entrante.

INVESTIDURA

Notables ausencias demócratas

Un creciente grupo de legisladores demócratas, que ya roza el medio centenar, no acudirá a la toma de posesión en protesta por sus políticas divisivas y sus críticas al icono de los derechos civiles, el congresista de ese partido John Lewis.

Casi 50 demócratas de la Cámara de Representantes, 49 según el último recuento, han declarado que no asistirán a la investidura del magnate el próximo 20 de enero.

No hay precedentes en la historia moderna de EE.UU. de una negativa tan masiva de legisladores a acudir a una ceremonia tan solemne y enraizada en la democracia de Estados Unidos como la toma de posesión de un presidente.

‘El cobarde Donald Trump no está preparado siquiera para sacar brillo a las botas del congresista John Lewis', respondió la legisladora por Nueva York Yvette Clarke, quien, tras las afirmaciones del magnate, está liderando una campaña de ‘boicot a la investidura' para que políticos y ciudadanos.

La encuesta repasa los índices de popularidad de los predecesores de Trump justo antes de asumir la Presidencia: Barack Obama (79 %), George W. Bush (62%), Bill Clinton (68%), George H.W. Bush (65%), Ronald Reagan (58%) y Jimmy Carter (78%).

No obstante, en el sondeo de ABC y el Post , la mayoría de los entrevistados cree que Trump hará un trabajo ‘bueno o excelente' en el manejo de la economía (un 61%) o ante la amenaza del terrorismo (56%).

Mientras, otra encuesta de la cadena CNN , también difundida ayer, revela que Trump asumirá la Presidencia con un índice de aprobación de apenas el 40%, el más bajo de la historia reciente, frente al 84% de Obama en 2009, al 67% de Clinton o al 61% de George W. Bush.

Tras la publicación de esos sondeos, Trump denunció a través de su cuenta de Twitter que están ‘amañados', porque los están elaborando ‘las mismas personas' que hicieron las ‘falsas' encuestas electorales y que estaban ‘tan equivocadas'.

Trump se refirió así a las encuestas de la campaña electoral del año pasado, que en su mayoría auguraban un triunfo de la entonces candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, en los comicios del 8 de noviembre.

En otro tuit, Trump aseguró que la gente está llegando a Washington ‘en números récord' para participar en las actividades de su investidura presidencial, que comenzarán el jueves y se prolongarán hasta el sábado.

Hay también varios actos convocados para protestar por la investidura de Trump, entre ellos una marcha de mujeres en Washington programada para el sábado, mientras que decenas de congresistas demócratas han anunciado que no asistirán a la ceremonia de toma de posesión del magnate.

TRADICIÓN HISTÓRICA

La Constitución norteamericana no dice mucho sobre cómo debe ser la gran cita cuatrienal, solo la fecha y el juramento. La pompa y los fastos de las tomas de posesión modernas son el resultado de años de evolución de una tradición que inauguró en 1789 George Washington.

Poco tiene que ver la grandiosidad de las investiduras actuales con el sobrio repique de campanas de entonces, cuando Nueva York era la capital, o con el esfuerzo de Thomas Jefferson en 1801, la primera celebrada en Washington DC, por evitar cualquier tinte de ceremonia monárquica.

Periodistas que cubrieron la de Obama en 2009 y varias otras antes que esa la recuerdan como ‘la madre de todas las investiduras'.

Con 1.8 millones de personas esperanzadas con el lema ‘Yes, we can' (Sí, se puede) del primer presidente afroamericano, esa ceremonia estableció un récord del que, según las estimaciones que se manejan, Trump quedará muy por detrás.

El magnate podría ver así frustrados este viernes los dos sueños confesos que tenía para su investidura: superar el récord histórico de Obama -como pidió a sus seguidores en Twitter en diciembre- y ofrecer un gran espectáculo, algo que parece difícil, pese a su pasado de estrella de televisión.

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