- 24/12/2025 07:19
En un incisivo mensaje dirigido a Hillary Clinton, el presidente salvadoreño Nayib Bukele defendió el martes la enorme prisión que se convirtió en un elemento clave de las deportaciones desde Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump, tras recibir críticas por presuntos abusos a los derechos humanos.
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) es una instalación de máxima seguridad elogiada por Bukele como parte de sus esfuerzos por erradicar a las pandillas en el país centroamericano.
La cadena estadounidense CBS News tenía previsto emitir el domingo una investigación sobre presuntos abusos en el Cecot en su programa emblemático ”60 Minutes”, pero esta fue retirada a última hora, lo que dio lugar a acusaciones de censura e injerencia política.
Bukele respondió el martes a las denuncias sobre las condiciones de la prisión, afirmando que ”si están convencidos de que se está practicando la tortura en el CECOT, El Salvador está listo para cooperar plenamente” liberando a toda la población carcelaria a cualquier país dispuesto a recibirla.
”La única condición es sencilla: deben ser todos”, recalcó Bukele en la publicación en redes sociales, precisando que se refiere a ”todos los líderes pandilleros y todos los denominados presos políticos”.
Bukele respondía así a la ex secretaria de Estado norteamericana, la demócrata Hillary Clinton, quien el lunes calificó de ”brutal” la prisión del Cecot en una publicación en redes sociales.
”¿Tienes curiosidad por saber más sobre el CECOT? Escucha a Juan, Andry y Wilmer compartir de primera mano cómo la administración Trump los etiquetó como pandilleros sin pruebas y los deportó a la brutal prisión salvadoreña”, escribió Clinton en la publicación, en la que compartió también un video de 11 minutos del documental de PBS Frontline titulado: “Sobreviviendo al CECOT”.
El CECOT también estuvo en el centro de una importante disputa legal en Estados Unidos desde marzo, cuando la administración Trump envió allí a cientos de venezolanos y otros migrantes pese a una orden judicial que exigía su regreso a Estados Unidos.
Varios deportados, posteriormente liberados, denuncian abusos reiterados en la instalación, denuncias respaldadas por organizaciones de derechos humanos.
Según el grupo defensor de derechos Socorro Jurídico Humanitario, 454 salvadoreños murieron en prisión desde que comenzó la ofensiva de Bukele contra las pandillas.