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- 12/06/2025 09:50
Un nuevo estudio del Pew Research Center revela una caída en la percepción internacional del país, alimentada por una baja confianza en el liderazgo de su presidente
La reputación de Estados Unidos en el mundo ha sufrido un marcado deterioro, según revela un estudio del Pew Research Center publicado este 11 de junio. Basado en más de 28 mil entrevistas en 24 países, el informe señala que la confianza internacional en el presidente Donald Trump es baja y que, en muchos casos, contribuye directamente al declive de la imagen del país.
En 19 de los 24 países encuestados, más de la mitad de los ciudadanos expresó tener “poca” o “ninguna confianza” en Trump como líder global. Solo en cinco países —Israel, India, Kenia, Nigeria y Hungría— la mayoría de los encuestados confían en él. En contraste, las opiniones negativas predominan en democracias consolidadas como Canadá, Alemania, Francia, Japón, Reino Unido, México y España.
Una figura vista como “arrogante” y “peligrosa”
La percepción de Trump se define por una combinación de características personales que generan inquietud: el 80 % de los encuestados lo considera “arrogante” y alrededor del 65 %, “peligroso”. No obstante, también es visto como un “líder fuerte” por dos tercios de los entrevistados, una señal de que su estilo directo y confrontativo no pasa desapercibido.
Pese a ese reconocimiento de fuerza, el presidente estadounidense es evaluado negativamente en casi todos los frentes de política internacional. La encuesta muestra que solo una minoría confía en su manejo de temas clave como el cambio climático, la economía global, las relaciones con China, la guerra en Ucrania, la crisis en Oriente Medio o la migración.
En particular, el tema climático representa uno de los puntos más críticos: apenas el 21 % confía en su capacidad para abordarlo adecuadamente, mientras que el 72 % expresa desconfianza.
Un retroceso generalizado en la imagen de EE. UU.
Más allá de la figura presidencial, la encuesta refleja un descenso global en la percepción de Estados Unidos como país. En 15 de las 24 naciones evaluadas, la imagen de EE. UU. ha empeorado respecto al año anterior. Los descensos más dramáticos se registraron en México, Suecia, Polonia y Canadá, con caídas superiores a los 20 puntos porcentuales.
Sin embargo, el estudio también registra excepciones. En países como Israel, Nigeria y Turquía, la imagen estadounidense ha mejorado ligeramente. En otros seis países, los cambios fueron mínimos o no significativos.
Polarización ideológica y brechas de género
Uno de los hallazgos más relevantes del informe es la fuerte correlación entre ideología política y percepción de Trump. En todos los países donde se midió esta variable, los ciudadanos con posiciones de derecha o simpatías hacia partidos populistas muestran una valoración significativamente más favorable del presidente estadounidense que aquellos identificados con la izquierda o el centro.
Asimismo, el estudio revela una notable brecha de género: en 17 de los 24 países, los hombres tienden a confiar más en Trump que las mujeres. Esta diferencia es especialmente marcada en sociedades con mayor polarización política y presencia activa de movimientos feministas.
Continuidad de una tendencia
Este no es el primer informe del Pew Research Center que documenta una caída en la imagen de Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump. Tendencias similares se observaron durante su primer mandato (2017–2021), y aunque la elección de Joe Biden en 2020 había recuperado parte del prestigio internacional, el regreso de Trump al poder ha reactivado las percepciones negativas.
El estudio también deja entrever una fatiga diplomática: aunque muchos países aún mantienen lazos estrechos con EE. UU., el respaldo emocional y simbólico que tradicionalmente acompañaba esa relación se está erosionando.
¿Qué impacto tendrá esta percepción?
La baja confianza en Trump como figura global no solo afecta la reputación del país, sino que podría limitar su influencia diplomática en foros multilaterales, dificultar la cooperación en temas globales y debilitar alianzas estratégicas. En un contexto geopolítico volátil, donde China, Rusia e incluso potencias emergentes como India buscan expandir su influencia, el capital simbólico de Estados Unidos sigue siendo un activo clave, pero cada vez más cuestionado.
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